Cuando Pepe Mel aterrizó en el Betis reclamado por Luis Oliver, las estructuras en el club verdiblanco no eran las de ahora. El técnico madrileño, en sus comienzos, hubo de compaginar su labor de entrenador con la de director deportivo en funciones, ya que se vio obligado a multiplicarse y atender en primera línea de combate a la política de refuerzos y salidas del primer equipo. Con el paso del tiempo, se montó una Dirección Deportiva al uso, con Vlada Stosic a la cabeza y un nutrido grupo de colaboradores.
Mel dio un paso atrás y se centró en las labores propias del entrenador. Los resultados están a la vista: ascenso a Primera división, brillante permanencia conseguida y a día de hoy ocupa incluso puestos europeos, muy por encima de las pretensiones de un club que sigue hablando de evitar el descenso como la prioridad a corto y medio plazo.
Miguel Guillén señaló en un acto el pasado jueves que la dimensión de Mel en el Betis tiene ahora potencial de crecimiento. Literalmente dijo: "El míster está perfectamente integrado en el club y cada día interviene en decisiones importantes en el ámbito deportivo". El presidente reiteró que el madrileño es "el entrenador del proyecto" y fue más allá en sus halagos al apuntar su deseo: "Quiero que entrene al Betis durante los próximos 15 años".
A nadie se le escapa que la relación de Mel con Stosic no es la mejor posible. De hecho, incluso Bosch Valero ha dicho en alguna ocasión que espera que los posibles encontronazos que de forma casi cíclica se producen se laven de puertas para adentro y que no trascienda a la opinión pública, puesto que se trata de algo que no aporta nada para la imagen pública del Betis.
Las palabras del presidente
Pues bien, con este planteamiento y sabiendo que no todo el mundo en el Betis está tan encantado con Mel como lo está el propio Miguel Guillén, el presidente se ha descolgado con unas declaraciones en las que deja claro que su intención es que el técnico gane peso dentro del club. De hecho, Guillén está meditando la posibilidad de introducir cambios dentro del organigrama interno del Betis para que Mel gane peso en la política deportiva.
¿Qué supone esto? En realidad, es un asunto que se lleva con mucho celo e incluso algunos consejeros sólo se atreven a señalar que lo intuyen pero admiten que desconocen en qué se va a traducir. Las ideas van desde que Mel tome partido real en las gestiones de fichajes hasta que tenga voz y voto en las cuestiones propias de la cantera.
No hay que olvidar que tras la atropellada salida de Vidakovic al frente del filial, ha quedado claro que existe una desconexión entre lo que le sucede a los escalafones inferiores y al primer equipo.
Se va a intentar limar estas fisuras para lograr que el Betis funcione como un bloque en el aspecto deportivo. Si esto supone que Mel vaya a crecer hasta convertirse en el Ferguson del club verdiblanco es algo que por ahora sólo está en la mente del presidente.
La idea es que un club que trabaja para no descender y que transmite sensación de un semillero de problemas internos quede atajada con la proyección y el mandato de Mel. La intención está sobre la mesa. Resta ver en qué se traduce la iniciativa de forma práctica y en el día a día.
Marca.com
RESUMEN
Entrenador a la inglesa, llevando las funciones de entrenador y director deportivo.
A mi me parecería bien, todo el peso caería en una persona, él traería los jugadores que considerase, y se acabaría los debates de quien es el malo si Stosic o Mel. Habría que rodearle de buenos profesionales, tanto ojeadores como preparadores para que le ayudasen en los entrenamientos.
Además, Stosic sabemos que no vale para el cargo.
Otra ventaja es que los jugadores no pueden hacerle la cama al entrenador, antes van ellos fuera que el entrenador.
Mel dio un paso atrás y se centró en las labores propias del entrenador. Los resultados están a la vista: ascenso a Primera división, brillante permanencia conseguida y a día de hoy ocupa incluso puestos europeos, muy por encima de las pretensiones de un club que sigue hablando de evitar el descenso como la prioridad a corto y medio plazo.
Miguel Guillén señaló en un acto el pasado jueves que la dimensión de Mel en el Betis tiene ahora potencial de crecimiento. Literalmente dijo: "El míster está perfectamente integrado en el club y cada día interviene en decisiones importantes en el ámbito deportivo". El presidente reiteró que el madrileño es "el entrenador del proyecto" y fue más allá en sus halagos al apuntar su deseo: "Quiero que entrene al Betis durante los próximos 15 años".
A nadie se le escapa que la relación de Mel con Stosic no es la mejor posible. De hecho, incluso Bosch Valero ha dicho en alguna ocasión que espera que los posibles encontronazos que de forma casi cíclica se producen se laven de puertas para adentro y que no trascienda a la opinión pública, puesto que se trata de algo que no aporta nada para la imagen pública del Betis.
Las palabras del presidente
Pues bien, con este planteamiento y sabiendo que no todo el mundo en el Betis está tan encantado con Mel como lo está el propio Miguel Guillén, el presidente se ha descolgado con unas declaraciones en las que deja claro que su intención es que el técnico gane peso dentro del club. De hecho, Guillén está meditando la posibilidad de introducir cambios dentro del organigrama interno del Betis para que Mel gane peso en la política deportiva.
¿Qué supone esto? En realidad, es un asunto que se lleva con mucho celo e incluso algunos consejeros sólo se atreven a señalar que lo intuyen pero admiten que desconocen en qué se va a traducir. Las ideas van desde que Mel tome partido real en las gestiones de fichajes hasta que tenga voz y voto en las cuestiones propias de la cantera.
No hay que olvidar que tras la atropellada salida de Vidakovic al frente del filial, ha quedado claro que existe una desconexión entre lo que le sucede a los escalafones inferiores y al primer equipo.
Se va a intentar limar estas fisuras para lograr que el Betis funcione como un bloque en el aspecto deportivo. Si esto supone que Mel vaya a crecer hasta convertirse en el Ferguson del club verdiblanco es algo que por ahora sólo está en la mente del presidente.
La idea es que un club que trabaja para no descender y que transmite sensación de un semillero de problemas internos quede atajada con la proyección y el mandato de Mel. La intención está sobre la mesa. Resta ver en qué se traduce la iniciativa de forma práctica y en el día a día.
Marca.com
RESUMEN
Entrenador a la inglesa, llevando las funciones de entrenador y director deportivo.
A mi me parecería bien, todo el peso caería en una persona, él traería los jugadores que considerase, y se acabaría los debates de quien es el malo si Stosic o Mel. Habría que rodearle de buenos profesionales, tanto ojeadores como preparadores para que le ayudasen en los entrenamientos.
Además, Stosic sabemos que no vale para el cargo.
Otra ventaja es que los jugadores no pueden hacerle la cama al entrenador, antes van ellos fuera que el entrenador.
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