Se discute con frecuencia en este foro acerca del secuestro del Betis y de su consiguiente pérdida de identidad, de esa que le hizo ser lo que es, o era; de esa peculiar idiosincracia que labró un respeto, un reconocimiento hacia la entidad en cualquier punto de la geografía española. Eso ha muerto: no hay rastro alguno, en el actual Betis que lo identifique con el que fue; si pensamos en la institución Real Betis y en sus 102 años de historia, debemos reconocer que sus señas de identidad han desaparecido: con Lopera, más bien, ha nacido su antítesis: él ha creado lo que podríamos llamar el NO-BETIS. Prueba de ello es que la sede de un club con millones de seguidores sea un búnker privado y cerrado, sus actuaciones estén marcadas por el insulto, la antipatía o la rapiña y su patrimonio en manos de empresas privadas para lucro de su “salvador”. Esta situación, además, ha dejado en evidencia la altura moral de muchos béticos, capaces de soportar, cuando no aplaudir, la desaparición de la esencia del club.
Ante eso, la afición debe plantearse este dilema: ¿aceptamos al No-Betis y nos centramos en lo deportivo, olvidándonos de lo que hizo al club ser lo que fue o tratamos de rescatarlo y devolverlo a su esencia?
Con la primera opción, de facto, se acepta al No-Betis y se tira por la borda la historia y la idiosincracia del Real Betis. La segunda tiene más aristas y su planteamiento es más complejo, pues.
En efecto, una vez celebrada la manifestación del 15-J y con la duda aún de si será vista en el futuro como algo histórico o como algo folclórico, se puede afirmar que una parte de la afición está en contra de la gestión de Lopera; pero…¿qué proporción está, por principios, por dignidad, en contra de ese individuo y su gestión independientemente de los resultados deportivos? ¿cuántos béticos mirarían hacia otro lado si volviesen los éxitos deportivos? Me temo que son demasiados los que centran sus expectativas en ese terreno. Consideremos los posibles escenarios derivados de los resultados deportivos a corto plazo, en estas próximas temporadas.
Si se consigue el ascenso, ¿qué cambiaría en la entidad? Se continuaría la misma política de fichajes encaminada al beneficio económico de Lopera; a los que piensan en un enfoque distinto para crecer, les recomiendo espabilina en altas dosis; las renovaciones de jugadores como Arzu (¡cuatro años!) o Capi indican bien a las claras cuál es la intención del *******. ¿Para qué un ascenso del No-Betis?
En caso de que no se ascienda, no cambiaría nada: gran parte de la afición seguiría renovando el carnet y mirando únicamente lo deportivo, y Ruíz haciendo caja.
Pero no hay que descartar que la descomposición del club se agudice y ello afecte al equipo, llegando a descender a 2ªB (no necesariamente esta temporada). ¿Qué ocurriría con esa parte de la afición con tan poquísima categoría que ni siquiera se manifiesta contra este estado de cosas? En mi opinión, podría sustentar el negocio de su busto incluso en 2ªB, pues el gasto en jugadores sería mínimo y, sólo con la venta de carnets y de equipaciones, el investigado por llevarse dinero del Betis podría ver un buen negocio en esa categoría incluso. O estoy equivocado y el descenso sea la mejor salida para acabar con el No-Betis y que renazca el Real Betis Balompié tal y como fue. Esta opción del descenso, la verdad, no la veo muy probable, pero no olvidemos la situación del Celta la temporada pasada.
En definitiva, me temo que, a pesar del proceso judicial en marcha, Lopera va a seguir con su No-Betis haciendo un negocio importante, salvo repentino arranque de autoestima por parte de la afición, de manera que la presión social sobre él y sus acólitos sea insoportable.
Me gustaría conocer la opinión de los foreros al respecto, pero, ¡ojo!, he planteado esto como un análisis desde la razón, no desde los sentimientos. Fríamente, ¿qué pensáis sobre el futuro del club?
Ante eso, la afición debe plantearse este dilema: ¿aceptamos al No-Betis y nos centramos en lo deportivo, olvidándonos de lo que hizo al club ser lo que fue o tratamos de rescatarlo y devolverlo a su esencia?
Con la primera opción, de facto, se acepta al No-Betis y se tira por la borda la historia y la idiosincracia del Real Betis. La segunda tiene más aristas y su planteamiento es más complejo, pues.
En efecto, una vez celebrada la manifestación del 15-J y con la duda aún de si será vista en el futuro como algo histórico o como algo folclórico, se puede afirmar que una parte de la afición está en contra de la gestión de Lopera; pero…¿qué proporción está, por principios, por dignidad, en contra de ese individuo y su gestión independientemente de los resultados deportivos? ¿cuántos béticos mirarían hacia otro lado si volviesen los éxitos deportivos? Me temo que son demasiados los que centran sus expectativas en ese terreno. Consideremos los posibles escenarios derivados de los resultados deportivos a corto plazo, en estas próximas temporadas.
Si se consigue el ascenso, ¿qué cambiaría en la entidad? Se continuaría la misma política de fichajes encaminada al beneficio económico de Lopera; a los que piensan en un enfoque distinto para crecer, les recomiendo espabilina en altas dosis; las renovaciones de jugadores como Arzu (¡cuatro años!) o Capi indican bien a las claras cuál es la intención del *******. ¿Para qué un ascenso del No-Betis?
En caso de que no se ascienda, no cambiaría nada: gran parte de la afición seguiría renovando el carnet y mirando únicamente lo deportivo, y Ruíz haciendo caja.
Pero no hay que descartar que la descomposición del club se agudice y ello afecte al equipo, llegando a descender a 2ªB (no necesariamente esta temporada). ¿Qué ocurriría con esa parte de la afición con tan poquísima categoría que ni siquiera se manifiesta contra este estado de cosas? En mi opinión, podría sustentar el negocio de su busto incluso en 2ªB, pues el gasto en jugadores sería mínimo y, sólo con la venta de carnets y de equipaciones, el investigado por llevarse dinero del Betis podría ver un buen negocio en esa categoría incluso. O estoy equivocado y el descenso sea la mejor salida para acabar con el No-Betis y que renazca el Real Betis Balompié tal y como fue. Esta opción del descenso, la verdad, no la veo muy probable, pero no olvidemos la situación del Celta la temporada pasada.
En definitiva, me temo que, a pesar del proceso judicial en marcha, Lopera va a seguir con su No-Betis haciendo un negocio importante, salvo repentino arranque de autoestima por parte de la afición, de manera que la presión social sobre él y sus acólitos sea insoportable.
Me gustaría conocer la opinión de los foreros al respecto, pero, ¡ojo!, he planteado esto como un análisis desde la razón, no desde los sentimientos. Fríamente, ¿qué pensáis sobre el futuro del club?
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