Salvación, redención... y ¿Lopera?
Pregunta ingenua 1. ¿La Liga, la competición y la misma ciudadanía de donde fuese aguantarían la judicialización de un club durante cuatro temporadas, sin más base que unas medidas cautelares -desde julio de 2010- y las decisiones de una autoridad judicial (de Instrucción) fervorosamente cuestionada en cada uno de los muchos, notorios y escandalosos casos que acomete? Respuesta: sí, es posible. Se trata del Real Betis Balompié.
Pregunta ingenua 2. ¿Puede gobernar un club en crisis histórica un consejo de administración donde ni siquiera se sienta la judicializada parte mayoritaria (51,4%) y, por consiguiente, toma decisiones trascendentales una especie de comuna, que ni siquiera controla el 7% de las acciones? Pues mire usted: sí es posible. Se trata del Real Betis Balompié.
Pregunta ingenua e ilusa número 3. ¿Hasta cuándo piensa la magistrada Mercedes Carmen Alaya Rodríguez (Ecija, 1963) mantener esta situación bajo estos parámetros? Anexo muy ingenuo a esta última pregunta: en cinco años que la Sra. Alaya Rodríguez lleva de instrucción del presunto delito societario de Manuel Ruiz de Lopera, accionista mayoritario, ¿le ha dado tiempo de encontrar algún tipo de indicio de delito que permita seguir manteniendo a ultranza alguna apariencia de coherencia en esas medidas cautelares de 2010, que ahí siguen incluso contra petición de la Fiscalía...?
Así y bajo estas coordenadas se mueve la existencia estructural (que no metafísica) del Real Betis Balompié, ya te veré Pepe Mel. Una tropa de resentidos con Lopera, la mayoría por incidentes puntuales y personales, cofrades de vía estrecha, ciertos imputados (por delitos como puede ser estafa con dinero público), familias de la Hispalis más rancia, dispuestas a todo menos a poner un céntimo de euro y creciditos agitadores en redes sociales intentan gobernar -de hecho, gobiernan- el rumbo (?) de la gran entidad de la fabulosa afición: el colista redomado de Primera División.
Este maquis o tropa de agitadores que descabalgó a Lopera a través de Alaya tiene su punta de lanza más o menos respetable en la Liga de Juristas Béticos, que conoce mucho mejor los pasillos y despachos de los Juzgados que los pasillos de seguridad para permanecer en Primera División. Si el vapuleado Betis consuma el descenso, y si no hay novedad judicial (¡!), se encontrará con toda esta tropa al frente de un club sin cantera, sin fondos de televisión (el contrato privilegiado de Primera desaparece para dejar paso a una miniliquidación colectiva entre todos los de Segunda)... y sin equipo para plantearse nada. En los años 60, 70, 80 y 90, con Villamarín, con Pepe Núñez Naranjo con el mismo Lopera (dos veces)... el Betis podía verse en Segunda: pero tenía dinero, cantera o equipo.
Ahora no va a tener ninguna de las tres cosas. Eso sÍ: cuenta con la inestimable protección de Mercedes Carmen Alaya Rodríguez (dispuesta a renovar sus votos matrimoniales en ese Gran Poder tan caro a Lopera, miren por dónde), y toda esa sevillanita, hispalense legión de cofrades que han pervivido con las varas en la mano a través de la Carrera Oficial y a través de monarquías, repúblicas, dictaduras y generales como Gonzalo Queipo de Llano. Ellos acusan a Lopera dejar 90 millones de euros en deudas, en el verano de 2010. No dicen que había (casi hay aún) un patrimonio de 180 millones de euros, incluidos estadio, plantilla y fondos propios. Ocultan que los abogados de Lopera ganaron a Hacienda un pleito posterior de decenas de millones de euros. Y, sepultada en el arroyo, la opinión publica verdiblanca desconoce... que ningún tribunal ha juzgado aún a Lopera. Básicamente, no se le perdona al autista Lopera: A) que no siguiera gastándose SU dinero y B) la crecida del gran Sevilla de Juande Ramos y Del Nido Benavente. "Las opciones de que Lopera vuelva al Betis son cero... pero si volviese habría que inventar una nueva vía para sacarlo del club". Excelente resumen. Esto dijo el 8-12-2012, en 'ABC', uno de los representantes de las tres plataformas opositoras, al que no es cuestión de hacer más propaganda.
"Los béticos no pueden permitir que vuelva Lopera", lanzan los voceros de la comuna judicializada al torrente de las redes sociales. ¿Se han planteado comprar acciones, alguna ampliación de capital...? No, mire: antes, muertos. Ya se inventarán "una nueva vía". ¿Eso incluye la Guardia Civil, una vez que Alaya tenga que echarse a un lado? Y, Lopera a un lado, con o sin Lopera ¿cabe algún tipo de salvación o redención para esta gente, este Real Betis Balompié, ya te veré Pepe Mel...?
Salvación, redención... y ¿Lopera? | Portada | AS.com
De manera objetiva y dejando atrás filias y fobias personales. ¿Qué pensáis? ¿Es la película como nos han contado? ¿Son los malos tan malos y los buenos tan buenos?
Me gustaría abrir un debate para poder reflexionar bajo la libertad y el respeto sobre las diversas opiniones.
Pregunta ingenua 1. ¿La Liga, la competición y la misma ciudadanía de donde fuese aguantarían la judicialización de un club durante cuatro temporadas, sin más base que unas medidas cautelares -desde julio de 2010- y las decisiones de una autoridad judicial (de Instrucción) fervorosamente cuestionada en cada uno de los muchos, notorios y escandalosos casos que acomete? Respuesta: sí, es posible. Se trata del Real Betis Balompié.
Pregunta ingenua 2. ¿Puede gobernar un club en crisis histórica un consejo de administración donde ni siquiera se sienta la judicializada parte mayoritaria (51,4%) y, por consiguiente, toma decisiones trascendentales una especie de comuna, que ni siquiera controla el 7% de las acciones? Pues mire usted: sí es posible. Se trata del Real Betis Balompié.
Pregunta ingenua e ilusa número 3. ¿Hasta cuándo piensa la magistrada Mercedes Carmen Alaya Rodríguez (Ecija, 1963) mantener esta situación bajo estos parámetros? Anexo muy ingenuo a esta última pregunta: en cinco años que la Sra. Alaya Rodríguez lleva de instrucción del presunto delito societario de Manuel Ruiz de Lopera, accionista mayoritario, ¿le ha dado tiempo de encontrar algún tipo de indicio de delito que permita seguir manteniendo a ultranza alguna apariencia de coherencia en esas medidas cautelares de 2010, que ahí siguen incluso contra petición de la Fiscalía...?
Así y bajo estas coordenadas se mueve la existencia estructural (que no metafísica) del Real Betis Balompié, ya te veré Pepe Mel. Una tropa de resentidos con Lopera, la mayoría por incidentes puntuales y personales, cofrades de vía estrecha, ciertos imputados (por delitos como puede ser estafa con dinero público), familias de la Hispalis más rancia, dispuestas a todo menos a poner un céntimo de euro y creciditos agitadores en redes sociales intentan gobernar -de hecho, gobiernan- el rumbo (?) de la gran entidad de la fabulosa afición: el colista redomado de Primera División.
Este maquis o tropa de agitadores que descabalgó a Lopera a través de Alaya tiene su punta de lanza más o menos respetable en la Liga de Juristas Béticos, que conoce mucho mejor los pasillos y despachos de los Juzgados que los pasillos de seguridad para permanecer en Primera División. Si el vapuleado Betis consuma el descenso, y si no hay novedad judicial (¡!), se encontrará con toda esta tropa al frente de un club sin cantera, sin fondos de televisión (el contrato privilegiado de Primera desaparece para dejar paso a una miniliquidación colectiva entre todos los de Segunda)... y sin equipo para plantearse nada. En los años 60, 70, 80 y 90, con Villamarín, con Pepe Núñez Naranjo con el mismo Lopera (dos veces)... el Betis podía verse en Segunda: pero tenía dinero, cantera o equipo.
Ahora no va a tener ninguna de las tres cosas. Eso sÍ: cuenta con la inestimable protección de Mercedes Carmen Alaya Rodríguez (dispuesta a renovar sus votos matrimoniales en ese Gran Poder tan caro a Lopera, miren por dónde), y toda esa sevillanita, hispalense legión de cofrades que han pervivido con las varas en la mano a través de la Carrera Oficial y a través de monarquías, repúblicas, dictaduras y generales como Gonzalo Queipo de Llano. Ellos acusan a Lopera dejar 90 millones de euros en deudas, en el verano de 2010. No dicen que había (casi hay aún) un patrimonio de 180 millones de euros, incluidos estadio, plantilla y fondos propios. Ocultan que los abogados de Lopera ganaron a Hacienda un pleito posterior de decenas de millones de euros. Y, sepultada en el arroyo, la opinión publica verdiblanca desconoce... que ningún tribunal ha juzgado aún a Lopera. Básicamente, no se le perdona al autista Lopera: A) que no siguiera gastándose SU dinero y B) la crecida del gran Sevilla de Juande Ramos y Del Nido Benavente. "Las opciones de que Lopera vuelva al Betis son cero... pero si volviese habría que inventar una nueva vía para sacarlo del club". Excelente resumen. Esto dijo el 8-12-2012, en 'ABC', uno de los representantes de las tres plataformas opositoras, al que no es cuestión de hacer más propaganda.
"Los béticos no pueden permitir que vuelva Lopera", lanzan los voceros de la comuna judicializada al torrente de las redes sociales. ¿Se han planteado comprar acciones, alguna ampliación de capital...? No, mire: antes, muertos. Ya se inventarán "una nueva vía". ¿Eso incluye la Guardia Civil, una vez que Alaya tenga que echarse a un lado? Y, Lopera a un lado, con o sin Lopera ¿cabe algún tipo de salvación o redención para esta gente, este Real Betis Balompié, ya te veré Pepe Mel...?
Salvación, redención... y ¿Lopera? | Portada | AS.com
De manera objetiva y dejando atrás filias y fobias personales. ¿Qué pensáis? ¿Es la película como nos han contado? ¿Son los malos tan malos y los buenos tan buenos?
Me gustaría abrir un debate para poder reflexionar bajo la libertad y el respeto sobre las diversas opiniones.
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