Seré claro desde un principio, me da vergüenza saber que la referencia en ataque del Real Betis Balompié es Jorge Molina. Será culpa de Mel por no dar la oportunidad a otro o de Stosic por no traer un sustituto en condiciones para la posición más importante, pero lo que está claro es que un delantero de primera división no puede tener esos fallos, y una genialidad muy de vez en cuando no los compensa. Que conste que no hablo solo del último partido, éste solo ha sido la gota que ha colmado el vaso. Su calidad no le da para jugar en primera, y el que no vea esto es que está cegado por su beticismo. Quién quiera comprobarlo, basta con que pregunte a cualquier aficionado de otro equipo su opinión sobre nuestro delantero, poco va a tardar en preguntar por qué lo sigue poniendo el entrenador. Es un jugador que tiende a desaparecer para presentarse más tarde fallando una ocasión de gol clarísima. En mi opinión quita mucho más que lo que da, y me reitero en que no me refiero solo a último partido. ¿Marca goles? Sí, porque es el que juega, y punto.

Si se puede encontrar alguna solución a la falta de gol esta pasa por sacar a Molina del once inicial. Evidentemente no va a ser la solución a la situación del equipo, pero quitar a aquél que juega por decreto puede ser un primer paso.

No me creo que Chuli o Braian sean tan rematadamente malos como para no jugar dado el nivel del ataque del Betis, y el hecho de saber que Molina estará por delante de ellos a no ser que su actuación sea espectacular ejerce una presión que seguro afecta a su rendimiento y a lo que demuestran en el terreno de juego. No me vale ver a Chuli o a Braian en un lugar que no es el suyo y decir que no marcan goles cuando se les está dando oportunidades, pon a Molina en banda a ver cuantos goles te hace.

Mel, si eres justo, Chica y Molina deberían salir del once inicial tras su actuación en un partido tan importante como ha sido el último, y trabajar para recuperar tu confianza. Así como Nono y Matilla merecen la titularidad por delante de Nosa y Verdú. Si no es así, de aquí en adelante ningún teórico suplente se va a esforzar por ganarse un puesto sabiendo que haga lo que haga va a jugar el titular, que a su vez se relajará cada día más sabiendo que su puesto no peligra.