VEINTE MILLONES PARA CONFECCIONAR LA PLANTILLA
El Betis va a repetir las cantidades proyectadas la pasada temporada para repartir entre las diferentes parcelas del club. En el plan de viabilidad estaba recogido que un 52 por ciento del total del presupuesto debe ir para la plantilla y eso deja en torno a 20 millones de euros que se destinarán a fichar, pagar salarios y acordar las rescisiones de los futbolistas. Lo que quede para realizar contrataciones dependerá de lo que cobren los jugadores y de si hay bajas incentivadas. También, evidentemente, de la capacidad del club de generar ingresos, aunque hay pocas vías para ello.
Y es que el Betis tiene cuatro posibilidades principales para ganar dinero: el contrato televisivo (29.500.000 euros para la próxima temporada), los abonos (hay un techo entre los once y los trece millones), los patrocinios (es la vía por la cual más se trabaja ahora) y la venta de futbolistas. Todo ello incidirá en la cantidad final disponible para reforzar a la plantilla. Con el acuerdo con Sogecable se cuenta, con los carnés se espera a que se inicie la campaña pero hay buenas perspectivas para repetir o aumentar levemente las cifras de la pasada campaña, con los patrocinios se trabaja intensamente con beneficios paso a paso y para el traspaso de jugadores hay un activo principalísimo en el caso de Beñat pero el Betis ya ha dicho por activa y por pasiva que es intransferible, aunque se esperan movimientos en forma de ofertas ya sea por parte de clubes franceses (Toulouse) o el Athletic.
También va a influir en lo que quede disponible de esos 20 millones para conseguir caras nuevas en las bajas. Se marchan hombres con salarios no demasiado altos como Isidoro, Mario y Ustaritz, y está por verse el futuro de Paulao, Jefferson Montero y Santa Cruz, éste con emolumentos realmente importantes. La salida de Iriney dejaría una ficha muy alta libre, mientras que la más que probable de Goitia dejará el mismo hueco, aunque está por ver el acuerdo al que se llegue con el meta vasco. Está claro que el Betis pretende ajustar a todos sus futbolistas a un límite salarial concreto para que no haya dislates en este sentido y que Mel pretende una plantilla corta completada por canteranos, que cobran mucho menos que los futbolistas que tienen contrato profesional o han sido fichados.
Por ese motivo, los rectores del club heliopolitano ya hablan abiertamente de «fórmulas imaginativas» para poder hacer contrataciones. Una de ellas parece que será beneficiarse, como hacen otros muchos clubes, de los fondos de inversión. Una maniobra que permite no hacer un fuerte desembolso por futbolistas que necesitan un desarrollo y una progresión en una liga importante como la española y con los que el Betis puede sacar un rendimiento deportivo e incluso económico. El Zaragoza es buen ejemplo de ello, aunque también tiene su lado negativo puesto que en ocasiones se desconoce la procedencia de ese capital, el futuro de los jugadores puede ser incierto al tener una propiedad ajena y muchas veces de manos de un especulador y la UEFA ha informado recientemente que anda estudiando estas fórmulas con la intención de limitarlas o prohibirlas en un futuro cercano dado que se están extendiendo mucho por Europa tras triunfar en Brasil y Argentina.
Veinte millones para confeccionar la plantilla
El Betis va a repetir las cantidades proyectadas la pasada temporada para repartir entre las diferentes parcelas del club. En el plan de viabilidad estaba recogido que un 52 por ciento del total del presupuesto debe ir para la plantilla y eso deja en torno a 20 millones de euros que se destinarán a fichar, pagar salarios y acordar las rescisiones de los futbolistas. Lo que quede para realizar contrataciones dependerá de lo que cobren los jugadores y de si hay bajas incentivadas. También, evidentemente, de la capacidad del club de generar ingresos, aunque hay pocas vías para ello.
Y es que el Betis tiene cuatro posibilidades principales para ganar dinero: el contrato televisivo (29.500.000 euros para la próxima temporada), los abonos (hay un techo entre los once y los trece millones), los patrocinios (es la vía por la cual más se trabaja ahora) y la venta de futbolistas. Todo ello incidirá en la cantidad final disponible para reforzar a la plantilla. Con el acuerdo con Sogecable se cuenta, con los carnés se espera a que se inicie la campaña pero hay buenas perspectivas para repetir o aumentar levemente las cifras de la pasada campaña, con los patrocinios se trabaja intensamente con beneficios paso a paso y para el traspaso de jugadores hay un activo principalísimo en el caso de Beñat pero el Betis ya ha dicho por activa y por pasiva que es intransferible, aunque se esperan movimientos en forma de ofertas ya sea por parte de clubes franceses (Toulouse) o el Athletic.
También va a influir en lo que quede disponible de esos 20 millones para conseguir caras nuevas en las bajas. Se marchan hombres con salarios no demasiado altos como Isidoro, Mario y Ustaritz, y está por verse el futuro de Paulao, Jefferson Montero y Santa Cruz, éste con emolumentos realmente importantes. La salida de Iriney dejaría una ficha muy alta libre, mientras que la más que probable de Goitia dejará el mismo hueco, aunque está por ver el acuerdo al que se llegue con el meta vasco. Está claro que el Betis pretende ajustar a todos sus futbolistas a un límite salarial concreto para que no haya dislates en este sentido y que Mel pretende una plantilla corta completada por canteranos, que cobran mucho menos que los futbolistas que tienen contrato profesional o han sido fichados.
Por ese motivo, los rectores del club heliopolitano ya hablan abiertamente de «fórmulas imaginativas» para poder hacer contrataciones. Una de ellas parece que será beneficiarse, como hacen otros muchos clubes, de los fondos de inversión. Una maniobra que permite no hacer un fuerte desembolso por futbolistas que necesitan un desarrollo y una progresión en una liga importante como la española y con los que el Betis puede sacar un rendimiento deportivo e incluso económico. El Zaragoza es buen ejemplo de ello, aunque también tiene su lado negativo puesto que en ocasiones se desconoce la procedencia de ese capital, el futuro de los jugadores puede ser incierto al tener una propiedad ajena y muchas veces de manos de un especulador y la UEFA ha informado recientemente que anda estudiando estas fórmulas con la intención de limitarlas o prohibirlas en un futuro cercano dado que se están extendiendo mucho por Europa tras triunfar en Brasil y Argentina.
Veinte millones para confeccionar la plantilla
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