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No ha habido sorpresa. Los suizos han aprobado en referéndum la expulsión automática de los delincuentes extranjeros que habiten en el país. Entre los motivos para la deportación están el asesinato, la violación, el robo y el tráfico de drogas, pero también el fraude contra la Seguridad Social.
La votación, realizada a iniciativa del Partido Popular suizo (SVP), ha contado con un 53% de los votos a favor y con una mayoría en el numero de cantones. Ambas condiciones son necesarias para realizar cambios en la Constitución.
La aprobación de la iniciativa presentada por el Partido Popular suizo (SVP), implica un cambio en la Carta Magna según el cual los foráneos sentenciados serían expulsados de forma automática, tras cumplir su pena, por un periodo de entre cinco y 20 años. Aunque será labor del Parlamento helvético finalizar la lista de delitos y darle forma al texto, la decisión de las deportaciones se realizará de forma directa sin tener en cuenta su situación socioeconómica, su estado de salud o el tiempo que lleven residiendo en Suiza.
Para los conservadores, esta medida ayudará a combatir la criminalidad entre los extranjeros. El 70% de los presos no tienen pasaporte suizo, aunque los partidos de la oposición recuerdan que esa cifra debe contextualizarse y que el problema es la falta de integración y no la nacionalidad de las personas.
Un año después de la prohibición de construir minaretes en el país, los suizos –y en especial las regiones más rurales del país, han vuelto a mostrar que no les gustan demasiado los extranjeros, a pesar de que su economía depende de manera considerable de su fuerza de trabajo.
Según los expertos, la ley entra en conflicto directo con el acuerdo de libre movimiento de personas firmado entre Berna y Bruselas en 1999, así como con la Convención de Derechos Humanos de la Unión Europea y la propia Constitución Suiza. Será ahora tarea del Parlamento redactar la ley final, aunque la tarea no será fácil sin molestar a sus vecinos europeos.
No ha habido sorpresa. Los suizos han aprobado en referéndum la expulsión automática de los delincuentes extranjeros que habiten en el país. Entre los motivos para la deportación están el asesinato, la violación, el robo y el tráfico de drogas, pero también el fraude contra la Seguridad Social.
La votación, realizada a iniciativa del Partido Popular suizo (SVP), ha contado con un 53% de los votos a favor y con una mayoría en el numero de cantones. Ambas condiciones son necesarias para realizar cambios en la Constitución.
La aprobación de la iniciativa presentada por el Partido Popular suizo (SVP), implica un cambio en la Carta Magna según el cual los foráneos sentenciados serían expulsados de forma automática, tras cumplir su pena, por un periodo de entre cinco y 20 años. Aunque será labor del Parlamento helvético finalizar la lista de delitos y darle forma al texto, la decisión de las deportaciones se realizará de forma directa sin tener en cuenta su situación socioeconómica, su estado de salud o el tiempo que lleven residiendo en Suiza.
Para los conservadores, esta medida ayudará a combatir la criminalidad entre los extranjeros. El 70% de los presos no tienen pasaporte suizo, aunque los partidos de la oposición recuerdan que esa cifra debe contextualizarse y que el problema es la falta de integración y no la nacionalidad de las personas.
Un año después de la prohibición de construir minaretes en el país, los suizos –y en especial las regiones más rurales del país, han vuelto a mostrar que no les gustan demasiado los extranjeros, a pesar de que su economía depende de manera considerable de su fuerza de trabajo.
Según los expertos, la ley entra en conflicto directo con el acuerdo de libre movimiento de personas firmado entre Berna y Bruselas en 1999, así como con la Convención de Derechos Humanos de la Unión Europea y la propia Constitución Suiza. Será ahora tarea del Parlamento redactar la ley final, aunque la tarea no será fácil sin molestar a sus vecinos europeos.
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