Respuesta: No echáis de menos...

Veías y ves la Navidad exactamente igual que yo. Antes todo era mágico. Ahora no es más que comprar por comprar y gastar por gastar...

Respuesta: No echáis de menos...

Ademas cuando eramos pequeños no teniamos que pensar en que regalar, ni echar cuentas.

Respuesta: No echáis de menos...

Yo sigo manteniendo la ilusion, pero estas navidades, por desgracia, no puedo estar feliz ni contento, me faltan dos personas muy importantes que he perdido este año. Me imagino que con el tiempo volveré a disfrutar de estas fechas, pero este año para mi la navidad no es precisamente feliz

Respuesta: No echáis de menos...


vaya... estamos igual compañero.
Intenta disfrutarlas dentro de lo que cabe, ellos hubieran querido que estas fechas para ti fueran felices, es duro... pero la vida sigue tio, y hay que asumirlo.
Un abrazo y mucho apoyo amigo Patxi.

Respuesta: No echáis de menos...

Pues este post me viene como anillo al dedo, porque hace unos 15 dias publiqué en una pagina web en la que escribo una columna, este articulo:


Qué buenos tiempos…¡¡Que vuelvan!!

Quién no echa un ojo atrás y recuerda esas mañanas de 6 de enero. ***** era un subidón, llegas al salón y Zas, en toda la boca, 3,4,5,6 regalos, todos para ti o para tu hermano/a. Han venido los Reyes, y no solo han traído regalos, sino que han dejado caramelos, chucherías, y el calcetín lleno de más caramelos, y la copita de Castellana…se la han bebido. Puaf, era pura magia hecha realidad, ¡Que recuerdos!, ¿eh?

¿Y a que viene todo esto? Pues viene a que bicheando la red me he encontrado con un concurso en el que la pregunta principal era: “¿Cuál es el juguete que mas ilusión te hizo de pequeño?”

Ufff, algo tan sencillo de responder a priori, a sido todo un reto mental, hasta me ha dado para escribir un artículo… Porque se para uno a pensar y el primero que recuerda, es el de llegar al salón y encontrarme todo un circuito de Scalectric montado en la mesa cubierto de golosinas. Recuerdo q había más regalos, pero la verdad no se ponerlos en pie, ese fue el que más llamó mi atención. Sin embargo la lista de regalos de Reyes que marcan creo que para todos es larga, también recuerdo que un año me cansé hasta la saciedad de pedir el Mister Músculos. Para quien no lo recuerde, “Mister Músculos” era un muñeco de unos 35 cm. que se estiraba muchísimo, estaba hecho de un plástico especial y lo estirabas bastante. Bueno pues el truco estuvo en que no me lo regalaron en mi casa, sino que me lo trajo mi abuela (esas son las que hacen los buenos regalos).

Pero si este Mister Músculos era uno de mis más preciados tesoros de Reyes, tengo que decir que fue también la mayor decepción, pues me duro la friolera de tiempo de una hora… lo que tardó mi padre en bajarlo a la primera planta para enseñárselo a mi vecino, empezar a estirar los dos, y mi vecino que tenía unas llaves en la mano no se dio cuenta y pincho el muñeco … asi que a tomar viento fresco mi regalo. ¡¿ Hay mayor bofetada moral a un niño ilusionado?!

Aun así, creo que todos hemos tenido mas satisfacciones que desencantos, ya que es una fecha en la que nuestros familiares se esmeran en regalarnos lo que anhelamos. También recuerdo que cuando salió Jurassic Park, llegaron las navidades invadidas de dinosaurios, me cayeron 3 por lo menos, pero la estrella era el Tiranosaurus Rex, un muñeco recuerdo, guapísimo. Ahí la que se portó de **** madre ese año pues fue la abuela (otra vez ella al rescate). Aunque hubo poca sorpresa porque unos días antes de Reyes, saqué mi instinto de detective y encontré al Tirano en uno de los armarios de su casa. Muahajajaja.

Hoy en día obviamente no mantenemos la ilusión de antaño, descubrimos la verdad (algunos) y se perdió la gracia, e incluso cuando llegan esta fechas es un quebradero de cabeza comprar algunos regalos de Reyes, porque nos gastamos en ellos incluso más que en el regalo de cumpleaños de un ser querido, porque es una lucha constante contra las masas en los centros comerciales, porque lo que buscamos no lo encontramos, o porque simplemente cualquiera sabe si lo que voy a comprar realmente va a gustar. Pero por encima de esto, aun queda ese saborcillo a fecha y regalo especial que los hacen diferentes al resto del año y acontecimientos, a que esperamos que nos sorprendan con algo útil e/o ingenioso, o a que simplemente nos regalen algo que necesitamos. Pero nunca será como antes…

Sería bonito que el día 6 de Enero uno se levantara con una amnesia transitoria y durante unos minutos, o incluso horas, nos invadiera la incredulidad, la ilusión y la satisfacción de que 3 señores llegados de Oriente han querido hacernos llegar, mediante su todopoderosa magia, unos regalos que colman nuestras más simples aspiraciones.

Respuesta: No echáis de menos...

Todo depende de cómo lo encares. Todos sabemos que es un negocio y una época de derroche, pero eso no es en lo que debemos fijarnos.

Si encaras la Navidad como una época del año en la que la gente parece que te enseña una sonrisa, por una vez al año, y gracias; como una época que compartir con tu familia y aunque sea con otra edad, con 15, 19 o 45 en lugar de ser un niño, es una época de ilusión, donde se intercambia regalos, que más que valor material tienen valor simbólico; como una época que connota 'hogar', 'calor', 'familia', 'bondad'; incluso si no eres cristiano y nunca has creído en Dios, debemos tomar la Navidad de éste modo, debemos ser nosotros los que autoalimentemos esta situación. Y es entonces cuando la Navidad vale para algo.

Mientras no sea así, la veremos como una época más de consumo igual que Halloween o San Valentín, una más en este mundo materialista en el que vivimos.