Ya lo hice en su día con el sentido opuesto, hoy le toca a la más grande de las virtudes…
Felicidad… 9 letras, que por separado casi no tienen sentido, pero que las unes y enlazas y toman tan maravilloso significado, que solo al pronunciarla se te ilumina la cara.
La felicidad es el estado más maravilloso en el que una persona puede encontrarse. Cada instante te parece único, tiene sentido, cobra importancia y tiene una razón de existir. Actúas a sabiendas de que estás feliz, y eso te provoca más motivación para todo.
Sí, la tristeza y el dolor te ahogan, pero quizás merece la pena pasar por ella solo por el simple hecho de “sufrir” ese proceso de transición de la pena a la felicidad. Y en el momento en el que estás empezando a sentirte feliz, ese es el culmen de la propia felicidad.
Cambiaría todos los sentimientos que pudiera sentir solo por sentir este. Aisss, y no estoy loca, es que el de la felicidad, agrupa a todos los demás. ¿Acaso existe algún tipo de sentimiento positivo que no esté resguardado bajo la felicidad?... no, no lo hay… todo lo positivo conlleva felicidad, alegría…
Cuando esa felicidad te llega, depende de la persona a la que le haya tocado, pero se transmite hacia el exterior… Una sonrisa jamás falta en tu rostro (aunque si fuera así, por esa regla de tres yo debería ser la niña más feliz del universo puesto que siempre tengo dicha sonrisa, y sin embargo no es el caso… Algún matiz más tendrá que yo no he descubierto…), las ganas de hacer todo, el transmitir a los demás esa positividad ya te es suficiente… como reconforta el saber que una simple sonrisa tuya ha ayudado a alguien y lo ha hecho un poco más feliz ...
Pero, ¿cómo llegar a sentirla?... he ahí la gracia del asunto. Cuando la buscas jamás te llega, simplemente pasa, estás un día y ¡zas!, de repente algo te sucede que las cosas empiezas a verlas de otra manera… que extraños somos los seres humanos, que pasamos de la pena a la gloria, o de la gloria a la más profunda decepción, en cuestiones de minutos, segundos…
No puedo dejar de unirlo a mi mundo artístico, para mí el arte te enseña cuestiones humanas, y es una forma de vida más que un hobbie o una profesión… Como ocurre en las “Pinturas Negras” de Frank Stella, basta con una simple ojeada, un rápido vistazo, para percibir lo que hay detrás “de algo”… “Lo que se ve es lo que hay” dice este casi manifiesto Minimalista, y ahora que alguien me diga que el arte no es vida, y la vida no es arte. Pero esto ya es otro tema a tratar.
Y, ¿cuánto durará este estado?... no lo sabes, no te interesa, no quieres saberlo… minuto a minuto, las horas pasan… mejor seguir así.
betica forever
Felicidad… 9 letras, que por separado casi no tienen sentido, pero que las unes y enlazas y toman tan maravilloso significado, que solo al pronunciarla se te ilumina la cara.
La felicidad es el estado más maravilloso en el que una persona puede encontrarse. Cada instante te parece único, tiene sentido, cobra importancia y tiene una razón de existir. Actúas a sabiendas de que estás feliz, y eso te provoca más motivación para todo.
Sí, la tristeza y el dolor te ahogan, pero quizás merece la pena pasar por ella solo por el simple hecho de “sufrir” ese proceso de transición de la pena a la felicidad. Y en el momento en el que estás empezando a sentirte feliz, ese es el culmen de la propia felicidad.
Cambiaría todos los sentimientos que pudiera sentir solo por sentir este. Aisss, y no estoy loca, es que el de la felicidad, agrupa a todos los demás. ¿Acaso existe algún tipo de sentimiento positivo que no esté resguardado bajo la felicidad?... no, no lo hay… todo lo positivo conlleva felicidad, alegría…
Cuando esa felicidad te llega, depende de la persona a la que le haya tocado, pero se transmite hacia el exterior… Una sonrisa jamás falta en tu rostro (aunque si fuera así, por esa regla de tres yo debería ser la niña más feliz del universo puesto que siempre tengo dicha sonrisa, y sin embargo no es el caso… Algún matiz más tendrá que yo no he descubierto…), las ganas de hacer todo, el transmitir a los demás esa positividad ya te es suficiente… como reconforta el saber que una simple sonrisa tuya ha ayudado a alguien y lo ha hecho un poco más feliz
Pero, ¿cómo llegar a sentirla?... he ahí la gracia del asunto. Cuando la buscas jamás te llega, simplemente pasa, estás un día y ¡zas!, de repente algo te sucede que las cosas empiezas a verlas de otra manera… que extraños somos los seres humanos, que pasamos de la pena a la gloria, o de la gloria a la más profunda decepción, en cuestiones de minutos, segundos…
No puedo dejar de unirlo a mi mundo artístico, para mí el arte te enseña cuestiones humanas, y es una forma de vida más que un hobbie o una profesión… Como ocurre en las “Pinturas Negras” de Frank Stella, basta con una simple ojeada, un rápido vistazo, para percibir lo que hay detrás “de algo”… “Lo que se ve es lo que hay” dice este casi manifiesto Minimalista, y ahora que alguien me diga que el arte no es vida, y la vida no es arte. Pero esto ya es otro tema a tratar.
Y, ¿cuánto durará este estado?... no lo sabes, no te interesa, no quieres saberlo… minuto a minuto, las horas pasan… mejor seguir así.
betica forever
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