El Betis va a cambiar en unas semanas su consejo de administración. Habrá salidas, al menos dos, pero más entradas. El refuerzo llegará tras la junta, que ya se prevé que sea tras la conclusión de la Liga para no interferir en la línea del equipo en el final de temporada. Hay muchas incógnitas, como los nombres de los consejeros y la figura del presidente que sustituya a Rafael Gordillo, quien pasaría a formar parte de la estructura con un puesto representativo y honorífico, pero en la búsqueda hay un perfil claro, y es el de una mujer para que entre en el consejo. Sería la primera vez que el Betis, en su centenaria historia, tenga a una mujer en un cargo directivo y hay pocos clubes en el fútbol español que hayan abierto sus puertas a la participación femenina, como se puede leer en ABC de Sevilla.
Ocurre que la intención de los dirigentes béticos, sobre todo de José Antonio Bosch, quien decidirá la composición del consejo al contar con el poder que le da el 51,34 por ciento de las acciones propiedad de Farusa, no es sólo que aparezca una mujer en la nómina de directivos, sino que tenga un perfil profesional cualificado y que pueda aportar un inestimable granito de arena, como el resto de componentes, en el apasionante futuro que se le presenta al club. No se ve la presencia de una mujer como una simple cuota o buscando algo exótico o políticamente correcto, sino que sería una figura relevante en la nueva estructura de la entidad. Por ello ya se está contactando con algunas candidatas que cumplen este perfil.
En el fútbol español hay pocos casos de mujeres con cargos directivos. Ninguna presidenta en las dos primeras categorías, exceptuando a la del Rayo Vallecano, Teresa Rivero, y en Primera sólo hay cuatro equipos que actualmente tengan integradas a mujeres en sus estructuras. Son el Barcelona, con Piedad Monje (tesorera) y Pilar Ginovart (encargada del área social); el Athletic, que cuenta con Jone M. Artetxebarria como vicepresidenta y Mónica Durango de secretaria del consejo; el Sevilla, con la notaria Piedad Parejo-Merino (integrante del área jurídica); y el Atlético de Madrid, que tiene a Myriam Gil Marín, hija del difunto Jesús Gil y Gil.
Gordillo, hasta el final
Las dudas en torno a quién será el próximo presidente del Betis persisten. Hay algunos candidatos, pero los condicionantes son grandes, ya que hay pocos que reúnan todas las garantías. No puede pertenecer a las plataformas de oposición, debe tener relevancia en la ciudad, un perfil profesional cualificado y capacidad económica y de tiempo suficiente para dedicarse a esta tarea tan complicada. José Antonio Bosch está inmerso en esa tarea de búsqueda de candidatos para encontrar al mejor presidente posible que sustituya a Gordillo, cada vez más convencido de que su tiempo en la primera línea debe terminar. Lo hará cuando se celebre la junta de accionistas, que ha seguido retrasándose ya que el informe económico que estaban esperando en el consejo sigue demorándose y no se prevé que llegue antes de mediados de este mes. Una vez que no hay prisa para convocar esta asamblea, el consejo ya valora que una convocatoria a mediados de mayo puede ser perjudicial para el devenir del equipo en un final de temporada que puede ser intenso y apretado, por lo que está ya casi garantizado que Gordillo finalizará la campaña como presidente y después, a mediados de junio, se celebraría esa asamblea que debió producirse a finales de diciembre de 2010.
Ocurre que la intención de los dirigentes béticos, sobre todo de José Antonio Bosch, quien decidirá la composición del consejo al contar con el poder que le da el 51,34 por ciento de las acciones propiedad de Farusa, no es sólo que aparezca una mujer en la nómina de directivos, sino que tenga un perfil profesional cualificado y que pueda aportar un inestimable granito de arena, como el resto de componentes, en el apasionante futuro que se le presenta al club. No se ve la presencia de una mujer como una simple cuota o buscando algo exótico o políticamente correcto, sino que sería una figura relevante en la nueva estructura de la entidad. Por ello ya se está contactando con algunas candidatas que cumplen este perfil.
En el fútbol español hay pocos casos de mujeres con cargos directivos. Ninguna presidenta en las dos primeras categorías, exceptuando a la del Rayo Vallecano, Teresa Rivero, y en Primera sólo hay cuatro equipos que actualmente tengan integradas a mujeres en sus estructuras. Son el Barcelona, con Piedad Monje (tesorera) y Pilar Ginovart (encargada del área social); el Athletic, que cuenta con Jone M. Artetxebarria como vicepresidenta y Mónica Durango de secretaria del consejo; el Sevilla, con la notaria Piedad Parejo-Merino (integrante del área jurídica); y el Atlético de Madrid, que tiene a Myriam Gil Marín, hija del difunto Jesús Gil y Gil.
Gordillo, hasta el final
Las dudas en torno a quién será el próximo presidente del Betis persisten. Hay algunos candidatos, pero los condicionantes son grandes, ya que hay pocos que reúnan todas las garantías. No puede pertenecer a las plataformas de oposición, debe tener relevancia en la ciudad, un perfil profesional cualificado y capacidad económica y de tiempo suficiente para dedicarse a esta tarea tan complicada. José Antonio Bosch está inmerso en esa tarea de búsqueda de candidatos para encontrar al mejor presidente posible que sustituya a Gordillo, cada vez más convencido de que su tiempo en la primera línea debe terminar. Lo hará cuando se celebre la junta de accionistas, que ha seguido retrasándose ya que el informe económico que estaban esperando en el consejo sigue demorándose y no se prevé que llegue antes de mediados de este mes. Una vez que no hay prisa para convocar esta asamblea, el consejo ya valora que una convocatoria a mediados de mayo puede ser perjudicial para el devenir del equipo en un final de temporada que puede ser intenso y apretado, por lo que está ya casi garantizado que Gordillo finalizará la campaña como presidente y después, a mediados de junio, se celebraría esa asamblea que debió producirse a finales de diciembre de 2010.
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