Una de las miles de cosas que se me ha pasado por la cabeza estos terribles días (como bético) tiene relación con el precio de los abonos de la próxima temporada.
En mi casa hay dos abonos que no serán renovados y por ahora esa decisión es firme.
Pero esto es como todo. Si el club da una vuelta de tuerca, llega savia nueva a la entidad, se observa un cambio, un buen trabajo desde dentro, una planificación correcta y exigente, mano férrea con los consentidos del vestuario, en este caso las cosas cambian.
Eso sí, creo que es obligatorio la medida de reducir el precio de los abonos a un precio casi simbólico. Y lo digo por muchos motivos.
Primero por respeto a los 33.000 que han sido insultados esta temporada...
Segundo porque si no hay reducción de precios, a duras penas llegaremos a los 20.000 abonados. Y creo que estoy tirando por lo alto.
Tercero porque tenemos un estadio (aunque esté por la mitad) con 52.500 plazas. Y más vale vender mucho, pero barato, que no vender...
Cuarto porque hay que enganchar al beticismo de alguna manera. Y qué mejor manera que facilitando su acceso al estadio.
Quinto, porque hay que poner las bases para que el Villamarín gane partidos y no sea un cementerio domingo a domingo.
Por ello, todo lo que no sea abaratar hasta límites extremos los abonos sería atentar una vez más contra el Betis...
En mi casa hay dos abonos que no serán renovados y por ahora esa decisión es firme.
Pero esto es como todo. Si el club da una vuelta de tuerca, llega savia nueva a la entidad, se observa un cambio, un buen trabajo desde dentro, una planificación correcta y exigente, mano férrea con los consentidos del vestuario, en este caso las cosas cambian.
Eso sí, creo que es obligatorio la medida de reducir el precio de los abonos a un precio casi simbólico. Y lo digo por muchos motivos.
Primero por respeto a los 33.000 que han sido insultados esta temporada...
Segundo porque si no hay reducción de precios, a duras penas llegaremos a los 20.000 abonados. Y creo que estoy tirando por lo alto.
Tercero porque tenemos un estadio (aunque esté por la mitad) con 52.500 plazas. Y más vale vender mucho, pero barato, que no vender...
Cuarto porque hay que enganchar al beticismo de alguna manera. Y qué mejor manera que facilitando su acceso al estadio.
Quinto, porque hay que poner las bases para que el Villamarín gane partidos y no sea un cementerio domingo a domingo.
Por ello, todo lo que no sea abaratar hasta límites extremos los abonos sería atentar una vez más contra el Betis...
Comentario