Este es un artículo que sale en al final de la palmera. Una buena crítica que debería servir de reflexión:
Escrito por Ramón Román domingo, 05 de abril de 2009
La afición del Betis nunca falla, pero ya no es lo que era. Llegó a ser considerada por muchos como la mejor, por lo menos, de España y ahora está muy lejos del podium de honor. Cierto es que cada dos domingos, después de que no haya habido ninguna alegría en los cuatro últimos años, 35.000 seguidores acuden al estadio heliopolitano. Pero precisamente hacen eso, acudir. La fiel infantería verdiblanca está dormida, anestesiada, cansada de ver siempre lo mismo. Pero a su vez está errática, ya que sin ella este equipo no es lo mismo. Ayer hubo ‘Marcha Verde’, o eso dicen, porque lo cierto es que más bien fue que el ‘botellón’ pre-partido de un par de pandillas se trasladó al hotel de concentración. Por ver con buenos ojos, había 400 personas. Qué años aquellos que iban 2.000-3.000 seguidores béticos al estadio del eterno rival desde la Torre del Oro –y en Segunda--. Eso sí era una ‘Marcha Verde’, eso sí era una afición. Luego llegó el tifo, espectacular, pero se supone que hacer un mosaico de estas características sirve para meter a la afición en el partido, que ésta anime y presione hasta la extenuación. Pitó el colegiado el inicio del partido y se acabó la afición. Vio el partido, cantó un par de veces y se fue...
http://www.alfinaldelapalmera.com/in...5382&Itemid=38
Escrito por Ramón Román domingo, 05 de abril de 2009
La afición del Betis nunca falla, pero ya no es lo que era. Llegó a ser considerada por muchos como la mejor, por lo menos, de España y ahora está muy lejos del podium de honor. Cierto es que cada dos domingos, después de que no haya habido ninguna alegría en los cuatro últimos años, 35.000 seguidores acuden al estadio heliopolitano. Pero precisamente hacen eso, acudir. La fiel infantería verdiblanca está dormida, anestesiada, cansada de ver siempre lo mismo. Pero a su vez está errática, ya que sin ella este equipo no es lo mismo. Ayer hubo ‘Marcha Verde’, o eso dicen, porque lo cierto es que más bien fue que el ‘botellón’ pre-partido de un par de pandillas se trasladó al hotel de concentración. Por ver con buenos ojos, había 400 personas. Qué años aquellos que iban 2.000-3.000 seguidores béticos al estadio del eterno rival desde la Torre del Oro –y en Segunda--. Eso sí era una ‘Marcha Verde’, eso sí era una afición. Luego llegó el tifo, espectacular, pero se supone que hacer un mosaico de estas características sirve para meter a la afición en el partido, que ésta anime y presione hasta la extenuación. Pitó el colegiado el inicio del partido y se acabó la afición. Vio el partido, cantó un par de veces y se fue...
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