Entiendo que no podemos estar de acuerdo en los nombres, pero sí en la distinción entre profesionales-directores/productores.

Al hilo de los cánticos, si el valiente Consejo hubiese actuado así igual la bola de heces mediática no llega a volúmenes como los de Almeida.

En fin, es mejor correr un tupido velo. No me gusta meterme en política y esta señora metió la pata si, pero más vergonzoso es poner antena 3 y que hagan incluso programas dedicados a Venezuela, eso si que me repugna así que no mezclemos política en este foro por favor. Esta señora la metió hasta el fondo pero el Betis tiene que actuar. Punto y final.

Por cierto luego nos quejamos de los niños cantores que meten sus ideas políticas en el estadio y es vergonzoso leer a algunos aquí... Por favor la política el 26J esto es Betis. Exijamos al Betis que actue contra estas faltas de respeto y punto.

Yo solo digo, que si escuchas la cope, sabes que son curas, si ves la tv del sevilla no hablarán del betis y si ves la sexta sabes lo que te espera, no es cuestión de politica o no politica. Hoy dia todos sabemos de que pie cohjean cada uno de los medios y no podermos llevarnos las manos a la cabeza cuando pongan cosas como estas.

La verdad que por una vez me parece un post cuasi-inteligente incluyendo bola de heces en referencia a la payasa.

El foro de los grandes intelectuales beticos retroalimentado va evolucionando.

La social democracia nos está cambiando...

Absténgase de darme ánimos y lea la colección completa de El barco de vapor, me lo agradecerá.

No me gusta la política-espectáculo en los platós de televisión. Acercar la política, los partidos, los respresentates públicos a la ciudadanía no puede hacerse exclusivamente teniendo como referencia los índices de audiencia en prime-time. Pocas cosas positivas se sacan de esos debates y entrevistas que cada mañana, o cada sábado por la noche, nos acercan shows de entretenimiento basados en ver quién gana a más vociferante, o quién reúne más comentarios de apoyo en ese microclima sobrevalorado llamado Twitter.

Cristina Almeida dijo lo que tenía que decir cuando el objetivo es agradar el oído del que produce el show, ni más ni menos. Ni siquiera dijo lo que el público quería oir (ya sabemos que en esta historia de la Violencia de Género estamos, como país, en pañales, basta leer algunos comentarios repugnantemente machistas que hay en este hilo acerca de la ideología política o apariencia física de la susodicha). Pero a Cristina Almeida le llena el argumentario para generalizar la torpísima gestión de este tema de la dirigencia liderada, con más luces que sombras en general, por Ollero. Semanas antes de que saltara el escándalo ya se sabía lo que cantaba un grupo reducido de cafres fascistas que pululan por cierto sector del estadio que está, según parece, a punto de desaparecer. Y se sabía porque en este foro se hablaba de ello, y algunos hasta advertían de las consecuencias que podía tener si la historia saltaba a la luz.

Por "h" o por "b" la directiva mira hacia otro lado, cuando de los ultras se trata se suele hacer eso habitualmente en este país, y saltó el escándalo, evidentemente, cuando se hizo público el audio famoso con las imágenes superpuestas. Ante el lío, Ollero actúa con tibieza primero al intentar minimizarlo, luego con pánico tratando de justificarse ante el presunto desconocimiento del tema, y posteriormente con impotencia al anunciar una investigación que queda en nada, porque nada se investigó obviamente. Para rematar la faena, el futbolista adulado por la música celestial que tenía su foco en ese invento absurdo llamado Grada de Animación, dice ante los medios (después de haber hecho un doblete en el terreno de juego) que poco más o menos le parece muy bien lo que se cante en las gradas, lo que provoca otro incendio que debe ser apagado con otro video de corte casero en el que un inexpresivo futbolista se desdice de lo dicho. Pero miren ustedes, como el fútbol es lo que es, y el Código Penal y la ley contra la violencia en los recintos deportivos se aplican a conveniencia de las partes, el club salió increíblemente airoso del trance y no recibió sanción disciplinaria grave, más allá de tener que aguantar que toda su hinchada sea metida en el mismo saco que el excelso grupo de lumbreras que provocó el follón.

"El periodismo miente", sí es cierto a veces sucede. "El periodismo exagera", pues a conveniencia sí también es cierto. "No hay que generalizar", eso nunca. Ahora bien, ¿nos hemos parado a pensar por qué, como masa social, no hemos actuado de manera más contundente ante ese hecho? ¿Por qué hemos permitido que la dirigencia mirara hacia otro lado? ¿Por qué nos interesa solo la presunción de inocencia de Rubén Castro? ¿Si en vez de ser Castro el detenido y encausado es un máximo ídolo del eterno rival, seríamos igual de respetuosos con ese principio básico de cualquier Estado de Derecho? Es más ¿si en vez de Castro es otro jugador de la primera plantilla bética con menos nombre, menos goles y menos rendimiento el protagonista de este suceso justificaríamos lo injustificable?

Lo que dijo Almeida anoche no es justo ni es de recibo, pero la actuación del Betis como institución en esas fechas fue desastrosa, y además con nuestra aquiescencia como hinchada, lo que resulta igual de lamentable.

"Un duende a rayas", gran libro.