Entiendo que esto que voy a escribir no es de interés de nadie, ni siquiera espero que nadie responda. Es más un desahogo para mi, pues me siento fatal. Mañana comienza una temporada nueva en el Villamarín, y para ya nada es igual. Tengo 47 años y desde que tenía 3 años mi padre me llevaba al Villamarín, me sacó el carnet de socio y hasta hoy lo he mantenido, ya tengo el número 450. Eran principio de los 70 y siendo de Ecija era más dificultoso no perderse ni un solo partido del Betis y ello a pesar de mi madre que como todas, solo ven peligros. Está persona, mi padre, Antonio García Blanco, falleció con 72 años el 20 de Julio. Dos días antes de fallecer, y sabiendo su destino, me preguntó si ya le había renovado el carnet. Al médico suyo, el Dr. Sousa, otro gran BÉTICO, le pidió días antes un certificado de su enfermedad para que en el estadio le dejarán subir por el ascensor, puesto que su enfermedad lo tenía debilitado. Fue muy listo, en el tema lopera ya en el 95 me dijo que ese era un ladrón y nos costó cambiarnos de asiento, imaginensé en aquella época un antiloperista. Mi madre me cuenta que en año 69, en el Carranza de Cádiz fue a ver el Betis con mi madre y con nosotros sus hijos, con 1 y dos años respectivamente, pues como le quitaron nuestros asientos y el revisor no le prestó atención va y se sienta en la banda, dentro del terreno de juego, con su gorra betica, y tuvo un altercado con agentes de la época. En fin, ya no estará conmigo en el estadio, no os podéis imaginar cuanto lo echare de menos. Le tengo pánico a mañana, cuando me siente en mi localidad y no esté él. Son 44 años juntos en el Estadio. Que dios me dé fuerzas para superar el momento. Perdòn a todos