Fernando Echávarri y Antón Paz confirmaron en la 'Medal Race' su medalla de oro en la clase Tornado. Los españoles acabaron cuartos en la última regata y cerraron un camino impecable en los Juegos.
La medalla de plata fue para los australianos Darren Bundock y Glenn Ashby y el bronce para por los argentinos Santiago Lange y Carlos Espínola. Este oro de Echávarri y Paz, segunda en vela, supone la undécima medalla de España en Pekín, cuarta de oro.
La 'Medal Race' fue ganada por los británicos Leigh McMillan y Wii Howden, que no tenían nada que hacer por las medallas, seguidos de los canadienses Oscar Johansson y Kevin Stittle. Fernando y Antón finalizaron cuartos, por delante de australianos y argentinos, lo que les daba automáticamente la medalla de oro.
Enchufados desde el principio
Fernando y Antón no quisieron problemas. Salieron en posiciones intermedias y en la ceñida inicial ya demostraron que iban a por todas, pasando por la primera baliza en el primer lugar, mientras que sus principales rivales para la medalla, los australianos y los argentinos, en un intento casi a la desesperada de dar un vuelco a la clasificación, buscaron un bordo más a tierra que no les fue bien, ya que llegaron en las últimas posiciones.
La medalla de plata fue para los australianos Darren Bundock y Glenn Ashby y el bronce para por los argentinos Santiago Lange y Carlos Espínola. Este oro de Echávarri y Paz, segunda en vela, supone la undécima medalla de España en Pekín, cuarta de oro.
La 'Medal Race' fue ganada por los británicos Leigh McMillan y Wii Howden, que no tenían nada que hacer por las medallas, seguidos de los canadienses Oscar Johansson y Kevin Stittle. Fernando y Antón finalizaron cuartos, por delante de australianos y argentinos, lo que les daba automáticamente la medalla de oro.
Enchufados desde el principio
Fernando y Antón no quisieron problemas. Salieron en posiciones intermedias y en la ceñida inicial ya demostraron que iban a por todas, pasando por la primera baliza en el primer lugar, mientras que sus principales rivales para la medalla, los australianos y los argentinos, en un intento casi a la desesperada de dar un vuelco a la clasificación, buscaron un bordo más a tierra que no les fue bien, ya que llegaron en las últimas posiciones.
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