Historia que me llegó el otro día a mi correo. Muy bueno:
PACIENTE: Buenos días doctor.
DOCTOR: Buenos días, pase y siéntese. Dígame, ¿qué le ocurre?
P: Mire ud., me duele el Betis.
D: Comprendo ¿Y desde cuando tiene ud. esos dolores?
P: Pues va para 3 años.
D: Ajá, ¿normalmente cuando le duele?
P: Pues los sábados y domingos. Algunos miércoles, pero más bien pocos.
D: Muy bien, le voy a auscultar.
Levántese la camisa y diga "Hola Don Manué".
P: Lopera, vete ya.
D: Otra vez, "Hola Don Manué".
P: Lopera, vete ya.
D: Vaya.
P: ¿Es grave doctor?
D: Tiene vd. el mal de Tegasa. Hay una epidemia en la ciudad.
P: No me asuste, ¿me voy a morir?
D: No, su vida no corre peligro, pero tendrá síntomas desagradables.
Empezará por sentir desesperación y ansiedad, luego pasará a un
estado de gran irascibilidad.
P: ¿Cómo?
D: Cabreado como un mono, para que nos entendamos.
Después viene un bajón y un estado depresivo para acabar en una
falta de ilusión total.
P: ¿Qué puedo hacer doctor?
D: Para empezar los fines de semana me coge ud. a la familia y se
aleja de la ciudad, a espacios abiertos. Prohibidos radio y
televisión y el periódico me lo va a pedir sin páginas deportivas.
P: ¿Tengo que seguir algún tratamiento?
D: Sí, me va a ver el video de la final de Copa del Rey 2005 dos
veces al día después de las comidas. Y antes de acostarse el 1-0
de Champions contra el Chelsea.
Evite las discusiones con los amigos, le voy a recetar una serie
de respuestas típicas para evitarlas: "El fútbol no me da de comer",
"Yo soy del que juega bien","El fútbol es un negocio","Que gane el
Sevilla es bueno para la ciudad"
P: Me ha dicho un amigo que tiene los mismos síntomas que ha oído que
para esto es bueno hacerse socio del Cajasol.
D: Uy ni hablar, ni hablar. Eso podría empeorar su estado.
Dígale a su amigo que no se automedique y que pase por consulta.
P: De acuerdo doctor, ¿Algo más?
D: Lo más, importante. Evite bajo cualquier circunstancia pasar por
la calle Jabugo, allí está el foco de la epidemia.
P: Nada de calle Jabugo, muy bien. Gracias doctor.
D: Nada, a mejorarse, y no olvide que el fútbol...
P: ...no me da de comer
D: Eso es, ya lo tiene, adiós.
P: Adiós
PACIENTE: Buenos días doctor.
DOCTOR: Buenos días, pase y siéntese. Dígame, ¿qué le ocurre?
P: Mire ud., me duele el Betis.
D: Comprendo ¿Y desde cuando tiene ud. esos dolores?
P: Pues va para 3 años.
D: Ajá, ¿normalmente cuando le duele?
P: Pues los sábados y domingos. Algunos miércoles, pero más bien pocos.
D: Muy bien, le voy a auscultar.
Levántese la camisa y diga "Hola Don Manué".
P: Lopera, vete ya.
D: Otra vez, "Hola Don Manué".
P: Lopera, vete ya.
D: Vaya.
P: ¿Es grave doctor?
D: Tiene vd. el mal de Tegasa. Hay una epidemia en la ciudad.
P: No me asuste, ¿me voy a morir?
D: No, su vida no corre peligro, pero tendrá síntomas desagradables.
Empezará por sentir desesperación y ansiedad, luego pasará a un
estado de gran irascibilidad.
P: ¿Cómo?
D: Cabreado como un mono, para que nos entendamos.
Después viene un bajón y un estado depresivo para acabar en una
falta de ilusión total.
P: ¿Qué puedo hacer doctor?
D: Para empezar los fines de semana me coge ud. a la familia y se
aleja de la ciudad, a espacios abiertos. Prohibidos radio y
televisión y el periódico me lo va a pedir sin páginas deportivas.
P: ¿Tengo que seguir algún tratamiento?
D: Sí, me va a ver el video de la final de Copa del Rey 2005 dos
veces al día después de las comidas. Y antes de acostarse el 1-0
de Champions contra el Chelsea.
Evite las discusiones con los amigos, le voy a recetar una serie
de respuestas típicas para evitarlas: "El fútbol no me da de comer",
"Yo soy del que juega bien","El fútbol es un negocio","Que gane el
Sevilla es bueno para la ciudad"
P: Me ha dicho un amigo que tiene los mismos síntomas que ha oído que
para esto es bueno hacerse socio del Cajasol.
D: Uy ni hablar, ni hablar. Eso podría empeorar su estado.
Dígale a su amigo que no se automedique y que pase por consulta.
P: De acuerdo doctor, ¿Algo más?
D: Lo más, importante. Evite bajo cualquier circunstancia pasar por
la calle Jabugo, allí está el foco de la epidemia.
P: Nada de calle Jabugo, muy bien. Gracias doctor.
D: Nada, a mejorarse, y no olvide que el fútbol...
P: ...no me da de comer
D: Eso es, ya lo tiene, adiós.
P: Adiós
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