Nunca tuvieron la sintonía que desde las altas instancias del club quisieron vender a los aficionados culés. Pep Guardiola y Joan Laporta han tratado de mantener la sonrisa las poquísimas veces que se les vio juntos públicamente, pero entre el presidente y el entrenador, la química, las sensaciones, las maneras de ver las cosas son muy distantes. El mandamás es devoto de Johan Cruyff, su gurú y, según parece, la única persona que sabe de fútbol en el mundo. El preparador es más independiente, más abierto de mente y está capacitado para ir absorbiendo de aquí y de allá. Se centra en todo lo que aprendió, todo lo que le enseñaron en España, Italia, Qatar y México, y abre sus capacidades a consejos que considere oportunos, tanto si vienen de un colega o de un futbolista.
Podría resultar muy ventajista hablar de este tema ahora que las cosas no funcionan como hace un mes en el Camp Nou, pero la realidad hace explicar que Guardiola no tiene la intención de ampliar su contrato una vez finalizada la temporada 2009-10. Es más, nadie le garantiza que se lo vayan a ofrecer, pero su idea es la de no apoltronarse en el banquillo. Pretende ganar todos los títulos que le permitan la energía de la plantilla, sus planteamientos tácticos y la suerte que a veces acompaña al equipo, pero Guardiola tiene en mente buscar nuevos retos lejos del Camp Nou.
La primavera de 2010, el barcelonismo está convocado a las urnas. Será el final del laportismo, aunque el presidente trata de moldear la figura de uno de sus más cercanos para que le sucedan en el cargo: se habló de Alfons Godall, aunque dicen que el temor a no poder responder a las expectativas le habrían echado atr la otra figura sería la de Jaume Ferrer, el actual vicepresidente económico.
Lo que parece claro es que Sandro Rosell se presentará como candidato a la presidencia. Con una imagen inmaculada ante muchos socios del club, el que fuera vicepresidente deportivo podría ser la única persona capacitada para convencer a Guardiola para que continuara en el cargo. Su relación siempre ha sido muy buena, saben que la lógica es algo que les une y la aventura con el futuro candidato parecería más apetecible.
AS
Ha este si que me lo traía para el betis
Podría resultar muy ventajista hablar de este tema ahora que las cosas no funcionan como hace un mes en el Camp Nou, pero la realidad hace explicar que Guardiola no tiene la intención de ampliar su contrato una vez finalizada la temporada 2009-10. Es más, nadie le garantiza que se lo vayan a ofrecer, pero su idea es la de no apoltronarse en el banquillo. Pretende ganar todos los títulos que le permitan la energía de la plantilla, sus planteamientos tácticos y la suerte que a veces acompaña al equipo, pero Guardiola tiene en mente buscar nuevos retos lejos del Camp Nou.
La primavera de 2010, el barcelonismo está convocado a las urnas. Será el final del laportismo, aunque el presidente trata de moldear la figura de uno de sus más cercanos para que le sucedan en el cargo: se habló de Alfons Godall, aunque dicen que el temor a no poder responder a las expectativas le habrían echado atr la otra figura sería la de Jaume Ferrer, el actual vicepresidente económico.
Lo que parece claro es que Sandro Rosell se presentará como candidato a la presidencia. Con una imagen inmaculada ante muchos socios del club, el que fuera vicepresidente deportivo podría ser la única persona capacitada para convencer a Guardiola para que continuara en el cargo. Su relación siempre ha sido muy buena, saben que la lógica es algo que les une y la aventura con el futuro candidato parecería más apetecible.
AS
Ha este si que me lo traía para el betis
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