La tensión en el Chelsea se palpa con el paso de los días. Desde que Jose Mourinho comunicara a alguno de sus allegados que abandonará el club en cuanto acabe la temporada, se ha producido una enorme fractura dentro del vestuario de los Blues. La gran mayoría apoya al técnico portugués y hace piña para evitar su marcha, mientras que un pequeño grupo está encantado con la futura marcha del entrenador.
Dentro del primer grupo se enmarcan todos los pesos pesados del vestuario. Encabezados por John Terry, el capitán, y con Frank Lampard, Makelele, Essien y Cech entre sus miembros más destacados, el grueso de la plantilla del Chelsea está dispuesto a ningunear al segundo, que cuenta con poquísimos apoyos: Ballack, Shevchenko, Boulahrouz y tal vez Robben.
Chivato.
El grueso de la plantilla, que se incluye en el primer grupo, considera que los tres primeros juegan por imposición de las altas esferas del club (no tanto de Abramovich como de Kenyon y Arnesen), además de que tienen evidencias de que el delantero ucraniano filtra en los despachos todo cuanto sucede entre bambalinas.
Así que la plantilla ha pasado de elogiar a Sheva por su humildad y sus ganas de integrarse a verle con recelo por chivato. Todo ello ha motivado que el ucraniano apenas tenga apoyos en la plantilla y que su círculo de confidentes cada vez sea más estrecho...
Dentro del primer grupo se enmarcan todos los pesos pesados del vestuario. Encabezados por John Terry, el capitán, y con Frank Lampard, Makelele, Essien y Cech entre sus miembros más destacados, el grueso de la plantilla del Chelsea está dispuesto a ningunear al segundo, que cuenta con poquísimos apoyos: Ballack, Shevchenko, Boulahrouz y tal vez Robben.
Chivato.
El grueso de la plantilla, que se incluye en el primer grupo, considera que los tres primeros juegan por imposición de las altas esferas del club (no tanto de Abramovich como de Kenyon y Arnesen), además de que tienen evidencias de que el delantero ucraniano filtra en los despachos todo cuanto sucede entre bambalinas.
Así que la plantilla ha pasado de elogiar a Sheva por su humildad y sus ganas de integrarse a verle con recelo por chivato. Todo ello ha motivado que el ucraniano apenas tenga apoyos en la plantilla y que su círculo de confidentes cada vez sea más estrecho...
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