Se denomina tercer tiempo (third half en inglés y troisième mi-temps en francés) a una tradición del rugby por la cual luego de finalizado el encuentro (de dos tiempos o partes), los contrincantes se encuentran para compartir una bebida y una comida (entre los mayores usualmente abundante cerveza y entre los menores una gaseosa y un sándwich), bromear y cantar grupalmente, como excusa para confraternizar y suavizar los resentimientos que pudieran haber surgido durante la confrontación. Se ha dicho que el tercer tiempo es tan o más importante que el juego mismo, porque en gran medida es allí donde los rugbiers aprenden a controlar sus pasiones y los sentimientos egoístas derivados de la confrontación física, para valorar al contrincante y concretar las relaciones de amistad y camaradería que permiten el hecho de practicar un deporte en común. El tercer tiempo es parte del código de conducta que regula el comportamiento ético de todas las personas relacionadas con el rugby
Tercer tiempo y juego limpio
El tercer tiempo es parte del espíritu de juego limpio (fair play) que constituye un componente esencial de rugby, desde sus inicios mismos, cuando se separó del fútbol y buscó convertirse en una especie de juego espejo de éste último, algo que intenta sintetizar un tradicional dicho británico: "el fútbol es un juego de caballeros jugado por bestias y el rugby es un juego de bestias jugado por caballeros".1
La denominación misma de "tercer tiempo" busca transmitir que el juego no acaba con la eventual victoria o derrota de algunos de los contendientes, sino con la camaradería y la diversión en un grupo indiferenciado de quienes en los dos tiempos anteriores habían sido contendientes. En el rugby el fin no es la victoria, sino la camaradería y la amistad.
Difusión a otros deportes
La creciente preocupación por el juego limpio y la recuperación del espíritu "deportivo" que caracterizó al amateurismo, y que obviamente ha sido afectado por la profesionalización del deporte, en todas sus manifestaciones, ha hecho que muchas actividades deportivas hayan mirado al rugby, y en particular a la institución del tercer tiempo, como un ejemplo a imitar. Una manifestación de ello es la decisión tomada a fines de 2007, por la Liga Italiana de Calcio, para imponer el saludo obligatorio de los jugadores al finalizar el partido y la institución del tercer tiempo, un aperitivo compartido por todos los competidores, en todos los partidos, incluidos los que corresponde a la categoría máxima, a partir de 2008.5
Tercer tiempo y juego limpio
El tercer tiempo es parte del espíritu de juego limpio (fair play) que constituye un componente esencial de rugby, desde sus inicios mismos, cuando se separó del fútbol y buscó convertirse en una especie de juego espejo de éste último, algo que intenta sintetizar un tradicional dicho británico: "el fútbol es un juego de caballeros jugado por bestias y el rugby es un juego de bestias jugado por caballeros".1
La denominación misma de "tercer tiempo" busca transmitir que el juego no acaba con la eventual victoria o derrota de algunos de los contendientes, sino con la camaradería y la diversión en un grupo indiferenciado de quienes en los dos tiempos anteriores habían sido contendientes. En el rugby el fin no es la victoria, sino la camaradería y la amistad.
Difusión a otros deportes
La creciente preocupación por el juego limpio y la recuperación del espíritu "deportivo" que caracterizó al amateurismo, y que obviamente ha sido afectado por la profesionalización del deporte, en todas sus manifestaciones, ha hecho que muchas actividades deportivas hayan mirado al rugby, y en particular a la institución del tercer tiempo, como un ejemplo a imitar. Una manifestación de ello es la decisión tomada a fines de 2007, por la Liga Italiana de Calcio, para imponer el saludo obligatorio de los jugadores al finalizar el partido y la institución del tercer tiempo, un aperitivo compartido por todos los competidores, en todos los partidos, incluidos los que corresponde a la categoría máxima, a partir de 2008.5
TAMBIÉN SE HARÁ EN EL CÓRDOBA-ALMERÍA EN LA LIGA ADELANTE
El Málaga-Espanyol probará el Tercer Tiempo
El Tercer Tiempo es una novedosa iniciativa que ya se ha llevado a cabo en otros países y bastante conocida en el rugby, deporte famoso por su honradez y caballerosidad. Se trata de que al final del partido los jugadores y árbitros puedan comentar y compartir sus impresiones dejando claro que, tras dejarse la piel en el campo, fuera de él son capaces de charlar civilizadamente sobre su deporte favorito. Este domingo esta experiencia se va a probar en un partido de la Liga BBVA y otro de la Liga Adelante.
En Primera se ha elegido el Málaga-Espanyol y en Segunda, el Córdoba-Almería. Dos encuentros importantes en los que se va a poner a prueba la capacidad de los equipos para dar una imagen de deportividad que, de tener éxito, podría exportarse a otros encuentros y otras jornadas.
MARCA TV y MARCA, tanto en papel como en su página web, contarán los pormenores de esta experiencia piloto en la que se han puesto muchas ilusiones. Se trata, por tanto, de una experiencia realmente apasionante que trata de dar ejemplo a los niños.
El Málaga-Espanyol probará el Tercer Tiempo
El Tercer Tiempo es una novedosa iniciativa que ya se ha llevado a cabo en otros países y bastante conocida en el rugby, deporte famoso por su honradez y caballerosidad. Se trata de que al final del partido los jugadores y árbitros puedan comentar y compartir sus impresiones dejando claro que, tras dejarse la piel en el campo, fuera de él son capaces de charlar civilizadamente sobre su deporte favorito. Este domingo esta experiencia se va a probar en un partido de la Liga BBVA y otro de la Liga Adelante.
En Primera se ha elegido el Málaga-Espanyol y en Segunda, el Córdoba-Almería. Dos encuentros importantes en los que se va a poner a prueba la capacidad de los equipos para dar una imagen de deportividad que, de tener éxito, podría exportarse a otros encuentros y otras jornadas.
MARCA TV y MARCA, tanto en papel como en su página web, contarán los pormenores de esta experiencia piloto en la que se han puesto muchas ilusiones. Se trata, por tanto, de una experiencia realmente apasionante que trata de dar ejemplo a los niños.
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