El cambio de ciclo se intuye en el horizonte
El Betis espera arrancar el año 2012 fuera de concurso (en la fase de convenio), lo que no implica en absoluto una relajación en ninguna de sus acepciones posibles. Tampoco en la planificación, parte importante de un plan de viabilidad trazado en la planta noble con varios escenarios posibles. Entre ellos está un hipotético descenso y, por ende, una merma dramática en los ingresos del club, obligado a ceñirse a un calendario de pagos para evitar la disolución.
Por todo lo anterior, no extraña en absoluto que los técnicos verdiblancos estén apostando por una promoción a gran escala de un número de canteranos sorprendentemente elevado, si bien ayuda bastante el espléndido nivel de una hornada que comandan Vadillo, Pozuelo, Sergio, Álex Martínez o Manu Palancar, como se puede leer en la versión impresa de ESTADIO Deportivo.
La entidad trabaja a dos años vista, gestando un cambio de ciclo natural y, además, con la coartada contractual. Hasta ahora, los chavales aportaban soluciones coyunturales (por lesiones o sanciones de un miembro de la primera plantilla) y, a lo sumo, competencia. En los próximos meses irán cargándose de peso específico y responsabilidad, la misma que reclamaba Álvaro Vadillo con su fútbol insolente, hasta que se rompió en el Santiago Bernabéu, y la que recae ahora sobre las anchas espaldas de un más que ilusionante Alejandro Pozuelo.
El próximo 30 de junio de 2012, dos indiscutibles de los últimos años abandonarán la nave salvo sorpresa mayúscula.Se trata de Iriney y Nacho, valorados por el cuerpo técnico, pero ávidos de un último gran contrato que no recibirán en Heliópolis. A día de hoy, su ampliación sólo sería posible con un improbable e importante esfuerzo económico por su parte, así que el pronóstico es que tanto el brasileño como el malagueño apuren los últimos meses en verdiblanco. Seguirán el mismo camino Juanma, Isidoro y los cedidos (Santa Cruz, Ustaritz, Tosic y Jefferson Montero), aunque el mayor punto de inflexión aguarda el verano siguiente. Entonces, expiran las vinculaciones de Casto, Mario, Dorado, Momo, Cañas, Nélson y Rubén, si bien con los dos últimos se tratará de hacer caja antes de que llegue ese momento. Con el extremeño, el roteño y el cordobés se tendrá una deferencia, como ocurrirá con el grancanario si resiste hasta el final en tierras hispalenses, pero ahí se atisba más claramente ese referido cambio de ciclo.
Obviamente, dependerá de la categoría en que se encuentre el equipo, porque las posibilidades económicas seguirán estando bajo mínimos mucho tiempo, pero la idea de los responsables béticos es tener preparada a la nueva hornada. Y por preparada se entiende asentada, rodada y con galones. Por eso, entre otras muchas razones, el crédito de Mel se antoja casi ilimitado. Su apuesta sincera por la base le avala.
::::.....estadiodeportivo.com.....::::
El Betis espera arrancar el año 2012 fuera de concurso (en la fase de convenio), lo que no implica en absoluto una relajación en ninguna de sus acepciones posibles. Tampoco en la planificación, parte importante de un plan de viabilidad trazado en la planta noble con varios escenarios posibles. Entre ellos está un hipotético descenso y, por ende, una merma dramática en los ingresos del club, obligado a ceñirse a un calendario de pagos para evitar la disolución.
Por todo lo anterior, no extraña en absoluto que los técnicos verdiblancos estén apostando por una promoción a gran escala de un número de canteranos sorprendentemente elevado, si bien ayuda bastante el espléndido nivel de una hornada que comandan Vadillo, Pozuelo, Sergio, Álex Martínez o Manu Palancar, como se puede leer en la versión impresa de ESTADIO Deportivo.
La entidad trabaja a dos años vista, gestando un cambio de ciclo natural y, además, con la coartada contractual. Hasta ahora, los chavales aportaban soluciones coyunturales (por lesiones o sanciones de un miembro de la primera plantilla) y, a lo sumo, competencia. En los próximos meses irán cargándose de peso específico y responsabilidad, la misma que reclamaba Álvaro Vadillo con su fútbol insolente, hasta que se rompió en el Santiago Bernabéu, y la que recae ahora sobre las anchas espaldas de un más que ilusionante Alejandro Pozuelo.
El próximo 30 de junio de 2012, dos indiscutibles de los últimos años abandonarán la nave salvo sorpresa mayúscula.Se trata de Iriney y Nacho, valorados por el cuerpo técnico, pero ávidos de un último gran contrato que no recibirán en Heliópolis. A día de hoy, su ampliación sólo sería posible con un improbable e importante esfuerzo económico por su parte, así que el pronóstico es que tanto el brasileño como el malagueño apuren los últimos meses en verdiblanco. Seguirán el mismo camino Juanma, Isidoro y los cedidos (Santa Cruz, Ustaritz, Tosic y Jefferson Montero), aunque el mayor punto de inflexión aguarda el verano siguiente. Entonces, expiran las vinculaciones de Casto, Mario, Dorado, Momo, Cañas, Nélson y Rubén, si bien con los dos últimos se tratará de hacer caja antes de que llegue ese momento. Con el extremeño, el roteño y el cordobés se tendrá una deferencia, como ocurrirá con el grancanario si resiste hasta el final en tierras hispalenses, pero ahí se atisba más claramente ese referido cambio de ciclo.
Obviamente, dependerá de la categoría en que se encuentre el equipo, porque las posibilidades económicas seguirán estando bajo mínimos mucho tiempo, pero la idea de los responsables béticos es tener preparada a la nueva hornada. Y por preparada se entiende asentada, rodada y con galones. Por eso, entre otras muchas razones, el crédito de Mel se antoja casi ilimitado. Su apuesta sincera por la base le avala.
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