me gusta mucho este articulo y las ideas que león lasa expresa en ellas. esa debería ser la filosofía del club.
Diario de Sevilla - Betis: ahora comienza todo
EL Real Betis ha vuelto al lugar que le corresponde: la Primera División de la que dicen que es la mejor liga del mundo. Hora cero tras dos años de intenso desasosiego deportivo, jurídico y económico. Es lógica la euforia que invade en estos momentos al beticismo de a pie, a todos esos aficionados que, durante ese tiempo, han sufrido las vicisitudes de una nave que parecía condenada a encallar en los arrecifes más cercanos.Enhorabuena a quienes la han gobernado. No obstante, tenemos una oportunidad de oro de no volver a cometer los errores que en su día nos precipitaron al marasmo. La situación económica del club continúa siendo la que era, aunque con unas expectativas multiplicadas; la jurídica sigue estando pendiente de una resolución judicial definitiva. Por todo ello, permítanme alguna modesta proposición.
No perdamos el Sur: miremos al Norte. Admiro la filosofía y los logros del Athletic de Bilbao, un club que consigue estar donde está únicamente con jugadores de la casa, enormemente comprometidos con los colores del equipo. Como no creo en el factor RH, me pregunto de forma retórica: ¿Por qué no podría dar tal política iguales resultados aquí, en el Sur? Nuestra comunidad triplica la población vasca y navarra, y es más joven. No tengo la menor duda de que, si nos decidiéramos por tal forma de hacer las cosas, los resultados deportivos serían mejores y las finanzas del club lo agradecerían. El Betis debería aspirar con esa apuesta -con todo respeto para los demás clubes de la región- a ser el equipo andaluz de referencia, aquel con el que más niños de la región se identificaran, además de con el de su propia localidad. Cuenta para ello con valores inmateriales que, como se dice ahora, no han sido "puestos en valor": unos colores propios que coinciden con los de nuestra bandera; el nombre atávico de un río que es la columna vertebral de la región; y una corriente de simpatía que hasta hace poco era generalizada. Por ello, insisto, cantera y cantera. Dejemos de engrosar los bolsillos de agentes e intermediarios de la más variada calaña. ¿Cuántas residencias para chavales, cuántas instalaciones, podrían haberse ejecutado con los fichajes de los últimos diez años? ¿Qué dinero no se ha quedado en el camino?
Kennedy en el Villamarín. Las tentaciones de orbitar alrededor de un equipo de Primera División son inmensas. No se trata de trocar las chaquetas de gusto dudoso por las corbatas de Loewe. Para ese viaje no hacían falta alforjas. Según parece, el llamado "músculo financiero bético" ni está ni se le espera, salvo que sea con los reclamos de siempre. Por ello, se impone una gestión transparente, austera, un consejo cuyos miembros, al margen de la contratación de un número exiguo de profesionales, renuncien a cualquier tipo de remuneración, directa o indirecta. No es el chocolate del loro, son actitudes ejemplares que ayudarían al compromiso de todos. No se trata, como tantas veces ha ocurrido, de preguntarse qué puede hacer el Betis por mí, por mis intereses, por mi entorno; sino de preguntarnos qué podemos hacer nosotros, cada uno de nosotros, por el Betis. Porque ahora comienza todo. Y probablemente lo más difícil.
Diario de Sevilla - Betis: ahora comienza todo
EL Real Betis ha vuelto al lugar que le corresponde: la Primera División de la que dicen que es la mejor liga del mundo. Hora cero tras dos años de intenso desasosiego deportivo, jurídico y económico. Es lógica la euforia que invade en estos momentos al beticismo de a pie, a todos esos aficionados que, durante ese tiempo, han sufrido las vicisitudes de una nave que parecía condenada a encallar en los arrecifes más cercanos.Enhorabuena a quienes la han gobernado. No obstante, tenemos una oportunidad de oro de no volver a cometer los errores que en su día nos precipitaron al marasmo. La situación económica del club continúa siendo la que era, aunque con unas expectativas multiplicadas; la jurídica sigue estando pendiente de una resolución judicial definitiva. Por todo ello, permítanme alguna modesta proposición.
No perdamos el Sur: miremos al Norte. Admiro la filosofía y los logros del Athletic de Bilbao, un club que consigue estar donde está únicamente con jugadores de la casa, enormemente comprometidos con los colores del equipo. Como no creo en el factor RH, me pregunto de forma retórica: ¿Por qué no podría dar tal política iguales resultados aquí, en el Sur? Nuestra comunidad triplica la población vasca y navarra, y es más joven. No tengo la menor duda de que, si nos decidiéramos por tal forma de hacer las cosas, los resultados deportivos serían mejores y las finanzas del club lo agradecerían. El Betis debería aspirar con esa apuesta -con todo respeto para los demás clubes de la región- a ser el equipo andaluz de referencia, aquel con el que más niños de la región se identificaran, además de con el de su propia localidad. Cuenta para ello con valores inmateriales que, como se dice ahora, no han sido "puestos en valor": unos colores propios que coinciden con los de nuestra bandera; el nombre atávico de un río que es la columna vertebral de la región; y una corriente de simpatía que hasta hace poco era generalizada. Por ello, insisto, cantera y cantera. Dejemos de engrosar los bolsillos de agentes e intermediarios de la más variada calaña. ¿Cuántas residencias para chavales, cuántas instalaciones, podrían haberse ejecutado con los fichajes de los últimos diez años? ¿Qué dinero no se ha quedado en el camino?
Kennedy en el Villamarín. Las tentaciones de orbitar alrededor de un equipo de Primera División son inmensas. No se trata de trocar las chaquetas de gusto dudoso por las corbatas de Loewe. Para ese viaje no hacían falta alforjas. Según parece, el llamado "músculo financiero bético" ni está ni se le espera, salvo que sea con los reclamos de siempre. Por ello, se impone una gestión transparente, austera, un consejo cuyos miembros, al margen de la contratación de un número exiguo de profesionales, renuncien a cualquier tipo de remuneración, directa o indirecta. No es el chocolate del loro, son actitudes ejemplares que ayudarían al compromiso de todos. No se trata, como tantas veces ha ocurrido, de preguntarse qué puede hacer el Betis por mí, por mis intereses, por mi entorno; sino de preguntarnos qué podemos hacer nosotros, cada uno de nosotros, por el Betis. Porque ahora comienza todo. Y probablemente lo más difícil.
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