Ha sido darse de bruces con la cruda realidad del Betis y desmoronarse el vestuario como una muralla playera,ha bastado que en el horizonte, las promesas de dádivas y emolumentos extras se transformaran en "lo que estipula el contrato" para que ese equipo campeón y de records, abrazara la bipolaridad deportiva también en plusmarcas negativas..

Con todo esto no busco una confabulación maligna de los futbolistas,un acuerdo perverso para reventar la marcha de victorias y resultados, no me entra en la cabeza ni a mi ni a una gran mayoría de béticos, si esto fuera así las disensiones en el vestuario serian públicas y las noticias en este sentido saltarían como las palomitas de la olla, no esto no es posible, pero ello no quiere decir que el tema económico no sea la causa fundamental de esta fenomenal "ostia" deportiva.

El factor anímico, somático como dirían los de la bata,es fundamental en todos los aspectos de la vida,algo que la medicina a comprobado empíricamente, como la ansiedad y en su versión mas heavy la depresión, pueden ocasionar enfermedades que nos lleven al país de nuncajamás en un periodo de tiempo asombrosamente corto, si esto se da con efecto pernicioso sobre la salud de los que andamos por la vida como mortales estandar, también tiene su reflejo en los atletas profesionales y con una especial signficación sobre los futbolistas.

Volviendo al vestuario de nuestro amores y dolores, no hay que trabajar en ninguna central de inteligencia para darse cuenta de lo que ocurre, la incertidumbre, la desazón y sobre todo la desaparición de unos incentivos que -esto si es presunción mia pura y dura- seguro fueron de lo más golosos y generosos viniendo del prenda que vinieron, han realizado su trabajo de forma eficiente para la actual situación,el futbolista es persona y aunque mercenario como todos los que tenemos un desempeño profesional, tienen su alma en su joven e inexperto armario y sienten y padecen y no solo lo económico como muchos empeñan en proclamar, sino también en autoestima y profesionalidad o como gustan decir por aquí "vergüenza torera"pero cuando la cabeza no está después del mazazo que a supuesto el bluff de las primas,las piernas pesan y esto es la muerte para todo pelotero que se precie, y no hay más, no puede haber más.

Tratamiento,la presión y más presión es la peor de las terapias,paciencia y apoyo y mucho diálogo es lo que mi sentido común ve como lo más adecuado,unos hablan de pitadas,otros de la sustitucion de Pepe Mel, pero señores ambas cosas no solucionarian nada, todo lo contrario.



Lo que nos queda es esta dura y perversa realidad,el equipo se ha caido, por las causas que sean -analizarlas como es debido necesitan uno o dos capítulos aparte de este- y tiene que levantarse sopena de un añito más en segunda, Serras Ferrer o jugadores de recambio contrastados no existen en la realidad bética,o arrimamos todos el hombro o el año que viene puede que una de las salidas sea a la carretera de Utrera..Algo que sería histórico como todo lo que hacemos.