Dicen que Dios aprieta pero no ahoga; a veces cuando piensas que las cosas son imposibles se abren puertas donde parecía que ya no las había.
La semana pasada estaba en Madrid y leí en varios medios periodisticos madrileños la propuesta de la LFP sobre el fútbol televisado, las negociaciones que había entabladas con distintos partidos políticos, para que, a cambio de modificar la ley que regula los partidos en abierto de TV, la LFP asumía la deuda con Hacienda y Seguridad Social. En palabras más escuetas, un segundo plan de saneamiento al que CIU, PP, y parece qu el PSOE, daban su visto bueno.
El plan consistiría en que el Parlamento reformara la Ley que obliga a que un partido semanal de la Liga se emita en abierto por televisión, quitando esta obligatoriedad, obligatoriedad que no existe en toda Europa Occidental, y que toda la Liga sea por canales de pago. La LFP ofrece a cambio dos cosas: La Copa del Rey en abierto, y asumir la deuda pública de todas la SAD y equipos de fútbol, unos aproximadamente 700 millones de euros.
Esa deuda pública se pagaría por la LFP en diez años, evidentemente, cada club la suya, pagándola con los derechos televisivos que cada club tenga, por ejemplo el Betis que está en algo más de 50 millones, la pagaría en 10 años con un pago anual proporcional a su contrato de televisión.
Cuando me enteré lo comenté con algún bético de la causa, y sin hacernos muchas ilusiones se nos abrió una gran esperanza. El que esta solución saliera adelante nos quitaría casi el 66 % de la deuda actual que nos hace estar hoy en día en concurso de acreedores, sería junto a la ratificación de la Audiencia, y el ansiado ascenso a final de temporada, la culminación que nos haría poder enmarcar el año 2011, el año del Real Betis Balompié.
Lo escribo hoy, tras leerlo en El Economísta hace unos días, y ver que la noticia ya circula por algunos medios de Sevilla, y que empieza a tomar cuerpo.
Pendientes, muy pendientes a ésto, imagino que los administradores y el Consejo de administración ya la manejan, si fuera adelante sería un paso gigantesco para salir de la crítica situación en la que Lopera y sus felones dejaron al Betis.
La semana pasada estaba en Madrid y leí en varios medios periodisticos madrileños la propuesta de la LFP sobre el fútbol televisado, las negociaciones que había entabladas con distintos partidos políticos, para que, a cambio de modificar la ley que regula los partidos en abierto de TV, la LFP asumía la deuda con Hacienda y Seguridad Social. En palabras más escuetas, un segundo plan de saneamiento al que CIU, PP, y parece qu el PSOE, daban su visto bueno.
El plan consistiría en que el Parlamento reformara la Ley que obliga a que un partido semanal de la Liga se emita en abierto por televisión, quitando esta obligatoriedad, obligatoriedad que no existe en toda Europa Occidental, y que toda la Liga sea por canales de pago. La LFP ofrece a cambio dos cosas: La Copa del Rey en abierto, y asumir la deuda pública de todas la SAD y equipos de fútbol, unos aproximadamente 700 millones de euros.
Esa deuda pública se pagaría por la LFP en diez años, evidentemente, cada club la suya, pagándola con los derechos televisivos que cada club tenga, por ejemplo el Betis que está en algo más de 50 millones, la pagaría en 10 años con un pago anual proporcional a su contrato de televisión.
Cuando me enteré lo comenté con algún bético de la causa, y sin hacernos muchas ilusiones se nos abrió una gran esperanza. El que esta solución saliera adelante nos quitaría casi el 66 % de la deuda actual que nos hace estar hoy en día en concurso de acreedores, sería junto a la ratificación de la Audiencia, y el ansiado ascenso a final de temporada, la culminación que nos haría poder enmarcar el año 2011, el año del Real Betis Balompié.
Lo escribo hoy, tras leerlo en El Economísta hace unos días, y ver que la noticia ya circula por algunos medios de Sevilla, y que empieza a tomar cuerpo.
Pendientes, muy pendientes a ésto, imagino que los administradores y el Consejo de administración ya la manejan, si fuera adelante sería un paso gigantesco para salir de la crítica situación en la que Lopera y sus felones dejaron al Betis.