El Betis 2010-2011 es un equipo radicalmente distinto al de la temporada anterior. Y no sólo lo indica el cambio de nombres en la alineación, sino que el ambiente que se respira en el vestuario invita a pensar en un equipo bien diferente. El efecto Mel, quien desde el principio lanzó a sus jugadores su mensaje de humildad y sacrificio, ha calado en la plantilla, algo que se ha comprobado en sólo tres encuentros de competición oficial.

En sus primeros días al frente del Betis, Mel se encontró a un vestuario decaído tanto por la permanencia una temporada más en Segunda como por los cambios en la dirección del club y las dudas que surgieron, y que se mantienen, con la llegada de Luis Oliver. Su primer mensaje, que fue bien acogido por la plantilla, se dirigió a que los jugadores sólo pensaran en lo deportivo, además de solicitar el máximo de compromiso a todos aquellos que permanecieran en el club. Esto provocó que no pusiera demasiados problemas para las salidas de jugadores como Damià, Pavone, Melli, Aurelio, Sergio García o Nelson, ya que se entendía que habían acabado su ciclo en el club, y sí apostase decididamente por los más jóvenes. "De los técnicos que han pasado por el Betis en los últimos años, es el que más apuesta por la cantera. Y lo demuestra con hechos, colocando a canteranos en momentos complicados y preocupándose desde el primer día por todos ellos", asegura un empleado del club con más de 20 años en la casa.
Incluso dentro del propio vestuario bético se tiene la misma sensación de que Mel ha cambiado radicalmente el aire del equipo, algo que juega en beneficio de todos. "Lo estuve hablando con Goitia nada más acabar el partido, de lo distinto que estaba ahora el vestuario. Incluso lo comparamos con el partido del año pasado ante el Recreativo. Es bueno para el equipo que hagamos partidos como este último, donde se destacó el trabajo colectivo. Ha pasado un año y la experiencia debe servir", apunta Caffa, precisamente es uno de los jugadores que más encima sigue Mel. Y es que el técnico, tanto con el argentino como con Emana y otros, pretende que aumenten su rendimiento para el beneficio del grupo y que sean un ejemplo para los más jóvenes. De ahí el mensaje que ha lanzado esta semana a Emana, otorgándole la capitanía, o el hecho de volver a colocar de titular a Caffa después de sustituirlo en el descanso la pasada semana. "No sentía que lo hubiera hecho tan mal y para mí fue importante disputar 90 minutos en Huelva", dice el argentino.
Mel ha cambiado la cara por completo al Betis y su trabajo dentro de la caseta ha encontrado reflejo en los resultados a las primeras de cambio. "Aquí jugará el que se lo merezca. Las señas de identidad de este equipos son la humildad y el sacrificio", comentó el técnico tras el encuentro. Y ese catecismo se lo está aplicando la plantilla, que ha encontrado en la figura del técnico la vía de escape necesaria para olvidarse de los problemas institucionales. El efecto Mel está devolviendo la ilusión al grupo y a los aficionados y ahora sólo falta que aguante en el tiempo para sellar el ascenso.
Diario de Sevilla - El Betis tira del efecto Mel

En sus primeros días al frente del Betis, Mel se encontró a un vestuario decaído tanto por la permanencia una temporada más en Segunda como por los cambios en la dirección del club y las dudas que surgieron, y que se mantienen, con la llegada de Luis Oliver. Su primer mensaje, que fue bien acogido por la plantilla, se dirigió a que los jugadores sólo pensaran en lo deportivo, además de solicitar el máximo de compromiso a todos aquellos que permanecieran en el club. Esto provocó que no pusiera demasiados problemas para las salidas de jugadores como Damià, Pavone, Melli, Aurelio, Sergio García o Nelson, ya que se entendía que habían acabado su ciclo en el club, y sí apostase decididamente por los más jóvenes. "De los técnicos que han pasado por el Betis en los últimos años, es el que más apuesta por la cantera. Y lo demuestra con hechos, colocando a canteranos en momentos complicados y preocupándose desde el primer día por todos ellos", asegura un empleado del club con más de 20 años en la casa.
Incluso dentro del propio vestuario bético se tiene la misma sensación de que Mel ha cambiado radicalmente el aire del equipo, algo que juega en beneficio de todos. "Lo estuve hablando con Goitia nada más acabar el partido, de lo distinto que estaba ahora el vestuario. Incluso lo comparamos con el partido del año pasado ante el Recreativo. Es bueno para el equipo que hagamos partidos como este último, donde se destacó el trabajo colectivo. Ha pasado un año y la experiencia debe servir", apunta Caffa, precisamente es uno de los jugadores que más encima sigue Mel. Y es que el técnico, tanto con el argentino como con Emana y otros, pretende que aumenten su rendimiento para el beneficio del grupo y que sean un ejemplo para los más jóvenes. De ahí el mensaje que ha lanzado esta semana a Emana, otorgándole la capitanía, o el hecho de volver a colocar de titular a Caffa después de sustituirlo en el descanso la pasada semana. "No sentía que lo hubiera hecho tan mal y para mí fue importante disputar 90 minutos en Huelva", dice el argentino.
Mel ha cambiado la cara por completo al Betis y su trabajo dentro de la caseta ha encontrado reflejo en los resultados a las primeras de cambio. "Aquí jugará el que se lo merezca. Las señas de identidad de este equipos son la humildad y el sacrificio", comentó el técnico tras el encuentro. Y ese catecismo se lo está aplicando la plantilla, que ha encontrado en la figura del técnico la vía de escape necesaria para olvidarse de los problemas institucionales. El efecto Mel está devolviendo la ilusión al grupo y a los aficionados y ahora sólo falta que aguante en el tiempo para sellar el ascenso.
Diario de Sevilla - El Betis tira del efecto Mel
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