Tras un verano muy movido llega la temporada 2002-2003 con nuevos dueños. Luis Oliver Albesa aterriza en Cartagena tras haber fracaso en su proyecto de ascender al Xerez CD a primera división, y lo hace prometiendo el ascenso inmediato y formando una gran plantilla. La indumentaria vuelve a cambiar, y se vuelve al modelo tradicional cartagenero de camiseta blanquinegra a rayas verticales y pantalón negro. La temporada fue muy movida: José Murcia fue destituido como técnico antes del primer partido de liga, Manuel Palomeque y Juan Señor intentaron llevar al equipo a lo más alto hasta que empezaron los problemas económicos.

El club se hundió económicamente con Luis Oliver Albesa: no había dinero para pagar a los jugadores que estuvieron muchísimos meses sin cobrar, las oficinas se quedaron incluso sin línea telefónica, el caos era absoluto. Luis Oliver Albesa y sus amigos desaparecieron del mapa y dejaron a César Traversone (director deportivo) como única cabeza visible del club. Miguel Rivera Mora se hizo cargo del banquillo, y con él llegó la salvación de la categoría en lo deportivo, dejando al equipo en una meritoria 11.ª posición.

El Cartagonova estaba condenado a desaparecer, la deuda era astronómica. En la ciudad se movían políticos y otras entidades, se creó una plataforma de aficionados para la salvación del club, y cuando todo se veía muy negro llegó la mano salvadora de Francisco Gómez Hernández.

Sin embargo, la mala gestión deportiva la temporada siguiente hizo que el ascenso fuese efímero y empezaron a sonar conatos de venta a un grupo encabezado por Luis Oliver Albesa, hecho que se consumó en la temporada 1998-1999, un empresario genio en lo deportivo pero desastroso en lo económico que llevó a la más absoluta ruina económica a la entidad consiguiendo a pesar de ello el ascenso a Segunda División en la temporada 2000-2001. Para contrarrestar el desastre económico, Luis Oliver Albesa contrató a Bernd Schuster de entrenador para conseguir que el Xerez C. D. se convirtiese en un club mediático en su regreso a Segunda llegando incluso a enfrentarse al alcalde de la ciudad, Pedro Pacheco, que provocó el destierro de la entidad a la ciudad de Sanlúcar de Barrameda que trajo como positivo la Xerezmanía ya que el equipo empezó a codearse con un posible ascenso a Primera División.

La situación en la ciudad era tan insostenible viéndose que el equipo era un serio aspirante a subir de categoría que el Ayuntamiento de la ciudad reestructuró el Estadio de La Juventud y el equipo regresó en los inicios de la segunda vuelta a nuestra ciudad con el detonante de que fue el principio del fin del ansiado ascenso a la Liga de las Estrellas. A falta de escasas jornadas y con el equipo casi en Primera División, Luis Oliver Albesa vendió el equipo a José María Gil Silgado que trajo consigo el gafe hasta el punto que el equipo perdió incomprensiblemente el ascenso de categoría.

La situación económica era tan precaria que los futbolistas aparecieron semi-desnudos en la famosa revista nacional de Interviú. La crisis económica se acompañó de la deportiva y la Segunda B voleteaba por la ciudad de no ser de la llegada de Esteban Vigo que en la temporada 2003-2004 nos salvó del desastre.

Luis Oliver y Fernando Fons podrían enfrentarse a penas de cárcel entre cuatro y nueve años, después de que el juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Jerez emitiese en la jornada de ayer un auto, que indica que “sigan las actuaciones por el trámite de procedimiento abreviado establecido en el capítulo II, título III, libro IV de la Ley de Enjuiciamiento Criminal contra los imputados Luis Oliver Albesa y Fernando Fons Bayo por su participación en un delito societario de administración desleal, en concurso con un delito de falsificación de documento mercantil”.

Este auto, en el que se imputa a Luis Oliver y al que fuese su gerente, Fernando Fons, llega como consecuencia de las diligencias practicadas en una primera fase por la demanda interpuesta por 82 accionistas minoritarios del Xerez CD SAD contra Luis Oliver por un presunto delito societario y de falsedad documental.

En los fundamentos jurídicos se indica, tras las diligencias practicadas, que “evidencian que existen motivos suficientes para atribuir su perpetración a los imputados”. En otro orden aprecia “la presencia de facturas simuladas, específicamente elaboradas para dar cobertura a gastos de representación desaforados y pretender obtener con ello beneficios fiscales”. Contra este auto los imputados pueden interponer recurso de reforma ante el mismo juzgado y en el plazo de tres días.

Según la Ley de Enjuiciamiento Criminal, las sentencias por delito societario contemplan penas de cárcel de 1 a 3 años, mientras que las de falsificación documental oscilan entre los 3 y los 6 años de prisión. De ahí que los imputados, en caso de ser considerados culpables de ambos cargos, podrían estar ante penas que irían entre 4 y 9 años de cárcel.

Fons era administrador de Fibes

La imputación de Fernando Fons, el gerente del equipo xerecista en las temporadas 99/00 y 00/01 no es por su labor en la gestión del Xerez, sino como administrador único de la empresa Fisber. Esta sociedad, según denunció en su día el Gobierno Municipal, aparecía como acreedora del Xerez en 60 millones de pesetas y, según fuentes municipales, fue una sociedad ficticia creada por Luis Oliver para presentar facturas de prestaciones no realizadas al club o para imputarle a la entidad gastos personales. Por su labor al frente de esta sociedad, Fisber, es por lo que se ha imputado a Fernando Fons Bayo.

La diana de las quiebras
Los trabajadores afectados por la extinción de empleos culpan a la gestión del empresario navarro Luis Oliver de su situación
12.06.08 -
| SEGOVIA
La diana de las quiebras
Luis Oliver, en marzo del 2006, en los juzgados de Cartagena por un presunto delito societario y falsedad documental. / EL NORTE
«Nos hemos sentido engañados por Luis Oliver», protestan los trabajadores afectados por la extinción de empleos de Santa Teresa SL Materiales de Construcción. Atribuyen al empresario todos los males que han azotado a esta compañía familiar con más de cincuenta años de trayectoria en el sector hasta desembocar en el cese de la actividad y en 34 despidos.
El empresario abandonó el barco con un agujero de unos 10 millones de euros, estiman los afectados. Basta con echar un vistazo a las hemerotecas para observar que el cierre de la planta de La Lastrilla es sólo una muesca más en la culata de sus gestiones, que han dejado un reguero de 'cadáveres' empresariales, tanto en la industria como en el mundo futbolístico, donde llegó a presidir algunos clubes.
De hecho, la última noticia que se tiene de él es que la policía croata está investigando el traspaso del que fuera jugador del Jerez, Igor Musa, en el año 2002, según publica un el diario 'Jutarnji list'. La orden -según xerezmania.com- ha sido emitida por la Interpol, que sospecha que el equipo andaluz, con Luis Oliver en la presidencia, emitió cheques sin fondos para pagar la indemnización al equipo croata del que procedía el jugador.
En Murcia
Recientemente, la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia, María Dolores de las Heras, ha ordenado el embargo cautelar de bienes y derechos de los administradores «de derecho y de hecho» que la firma Conducciones Hidráulicas y Carreteras (CHC) tenía en el momento de declarar la situación de quiebra, así como de los que tuvo en los dos años anteriores. Luis Oliver estuvo ligado a esta empresa, que declaró el concurso voluntario de acreedores dos meses antes que Santa Teresa SL. Uno de los 18 implicados en el embargo cautelar es un testaferro de Oliver, señalan los trabajadores segovianos.
El empresario navarro sobre el que llueven las críticas ya estuvo sentado en el banquillo del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena, en marzo del 2006, como promotor del equipo de fútbol Cartagonova por un presunto delito societario y de falsedad documental.
Otra muesca fue la empresa cántabra Grúas Canduela, cuyos 45 trabajadores terminaron en la calle después de que asumiera su administración. Con posterioridad, la Inspección de Trabajo abrió un expediente por un posible fraude de ley.
En el caso de Santa Teresa SL, es complicado entender cómo una compañía con una facturación de unos 1,6 millones de euros termina cerrando apenas dos años después de lograr cifras record. El primer curso de la gestión de Oliver al frente de la fábrica supuso un relevante aumento de la actividad, con unas «facturaciones impensables», relatan los afectados.
«No dio la cara»
Los ex empleados arremeten contra el empresario y su actitud durante la crisis. «Casualmente dejó la empresa dos días antes de que se declarara el concurso de acreedores», comentan. Fernando Fons, uno de los hombres de confianza de Oliver, pasó entonces a ser el administrador, sin embargo apenas hubo comunicación con los empleados ni con los delegados de empresa, se quejan los representantes.
Para ilustrar la forma de actuar de estos gestores, los afectados comentan cómo Fons «se escaqueó» el pasado viernes, cuando se comunicó al personal de la planta segoviana el fallo judicial que resolvía la extinción de los empleos. «No dio la cara», apostillan.

Las acciones del Xerez CD SAD (VI)

Hechos y circunstancias que concurren para la venta de las aciones inicialmente suscritas por la empresa municipal comujesa y el propio ayuntamiento de Jerez a un particular.(Sexto capítulo del informe exclusivo de la redacción de Xerezmanía, al servicio del aficionado xerecista)

En la temporada 1998/99 el equipo xerecista está de nuevo en 2ª división B tras un efímero paso de un solo año por la 2ª A. La SAD tiene un capital social de 575,0 mills de pts., de los que el Ayuntamiento de Jerez y la empresa municipal Comujesa tienen una mayoría del 90,70% (521,510 mills de pts en conjunto) y varios accionistas minoritarios el restante 9,30% (53,490 mills pts), tal como se puede comprobar en el cuadro de participación accionarial en el XCDSAD., que figura al final del capítulo anterior.

Después del descenso y la gran decepción es fácil imaginar la bajada del número de abonados, la regresión de asistencia a Chapín con disminución de taquillas y gran rebaja de todo tipo de ingresos atípicos, patrocinios, publicidad, etc. con los que se tiene que afrontar una campaña con las fuertes deudas arrastradas y la sola ayuda, una vez más, de las exhaustas arcas municipales, en definitiva unas pésimas perspectivas.

La oposición política no está por la labor de que se mantenga por más tiempo la situación y sectores de la población denuncian también la sangría dineraria que supone el XCDSAD para el Ayuntamiento y se propone la venta inmediata de la participación accionarial del municipio y el desligue de responsabilidades de todo tipo.

Ni particulares ni empresarios responden a las llamadas que se hacen para comprar las acciones ni nadie hace proposición alguna por disparatada o ventajista que pueda parecer, aunque luego se diga que como se entregó el club a Oliver lo hubiese cogido yo y la posible llegada de inversores de, al menos en principio, solvencia y garantías que se gestionaba a través del bufete de abogados madrileños del Sr. Zarraluqui se dilata tanto en el tiempo que se echa encima una siguiente temporada que bajo ningún concepto se puede afrontar bajo responsabilidad económica de la casa consistorial.

(Mientras esto está ocurriendo en Jerez, en Madrid un entonces desconocido Luís Oliver Albesa esta negociando con José María Ruiz-Mateos la compra del Rayo Vallecano al empresario roteño y la operación está prácticamente cerrada. Sin embargo, según contarían en entrevistas radiofónicas tanto Ruiz- Mateos como su esposa, la jerezana Teresa Rivero Sánchez-Romate, cuando este le comunica la venta a su mujer la decepción y tristeza que esto le produce hace que Ruiz-Mateos llame a Oliver y no dispuesto a dar el disgusto a su cónyuge deshace la compra -venta del Rayo Vallecano.

Ruiz-Mateos, que está al tanto de cuanto ocurre en Jerez y recibe la prensa a diario indica a Oliver que si quiere comprar un club de fútbol el XCDSAD está en venta. Estamos a mediados de Mayo de 1998 y Luís Oliver, al que nadie conoce en Jerez y que el tampoco conocía la ciudad – declararía luego creer que era un pueblo de unos 30.000 habitantes – se viene un fin de semana y conoce la ciudad, el estadio y otras instalaciones, recopila datos, oye opiniones de la calle y regresa a Madrid, habla de nuevo con Ruiz-Mateos y le dice que está interesado y que le busque contactos. El empresario lo pone al habla con uno de sus hombres de confianza en Jerez y este es quién introduce a Oliver en los contactos previos para la compra del club.

En esta operación se habló siempre de una comisión de unos 7,0 mlls de pts que no puede demostrarse recibiera nadie pero años después cuando ya Oliver había cometido las tropelías que hizo con el XCDSAD y algunos accionistas minoritarios le presentaron una querella, entre los documentos que se acompañaban aparecía una factura presuntamente pagada por el XCDSAD a Bodegas Garvey (empresa de Ruiz-Mateos) por importe de poco más de esos 7,0 mills pts con el concepto de “compra de vinos de sacristía”, extraña transacción entre un club de fútbol con una bodega. (Se puede comprobar este dato, como los demás que se citan en este informe, a través de las hemerotecas).

Habíamos dejado el tema antes de este inciso aclaratorio en que los partidos de la oposición y algunos sectores de la sociedad jerezana presionaban para que el Ayuntamiento se deshiciera de las acciones del XCDSAD y de cualquier otra responsabilidad. Que el Xerez se venda, ya a quién sea y como sea era la exigencia de quienes así lo proponían (de nuevo nos remitimos a las hemerotecas). Y resultó que “quién sea” fue Luís Oliver Albesa al que se presenta como empresario navarro, de procedencia aragonesa y con negocios varios en Madrid, y “el como sea” lo explicamos ahora:

Luís Oliver Albesa “adquiere” (ni Luís Oliver primero, ni José María Gil Silgado después ni Joaquín Morales ahora pagarían ni han pagado hasta el momento un solo céntimo por esas acciones) las 51.151 acciones del XCDSAD de valor nominal de 521,510 mills de pts., hasta entonces propiedad de Comujesa y Ayuntamiento de Jerez y lo hace a través de una sociedad suya llamada Krasni Bor, S.L. de un capital social de 57,5 mills pts y se hace propietario del 90,70% de las acciones y por tanto, en porcentaje abrumador, del XCDSAD.

Las condiciones de pago que se pactan son en principio de 12 años, con tres primeros de carencia o a partir esa carencia del primer año siguiente del ascenso del equipo a 2ª división A. Estas condiciones se modificarían más tarde con otras mejoras a favor de Oliver.

El cuadro accionarial del XCDSAD queda en este momento de la historia de esta manera:

Año. Accionistas. Acciones. Pts en mills. Euros en mills. Porcentajes.

1992 Varios minor. 5.349 53,490 0,321 9,30%

1998 Krasni Bor S.L. 52.151 521.510 3,135 90,70%

TOTALES.. 57.500 575,000 3,356 100,00%

Mañana continuaremos con la rocambolesca historia de Oliver.

Las acciones del Xerez CD SAD (VII)
Continúa la historia de Luís Oliver. (Séptimo capítulo del informe exclusivo de la redacción de Xerezmanía, al servicio del aficionado xerecista).

Hemos visto en el capítulo anterior cómo, por qué y en qué mala hora apareció Luís Oliver por Jerez.

Fíjense si desde el Ayuntamiento, el partido entonces en su gobierno mayoritario, tuvo necesidad de desprenderse de las acciones del XCDSAD “como sea y a quién sea” que si bien las acciones vendidas fueron pignoradas al buen fin de la operación, sin embargo la urgencia y necesidad de “quitarse el muerto de encima” no dio oportunidad de afianzar de ninguna otra manera el cobro de las mismas – aparte de volver a recuperarlas y regresar al problema – que el entonces hombre fuerte en el municipio y concejal delegado de deportes D. José Rodríguez Carrión pronunció una ya famosa frase en la que encerraba el estado en que se encontraba aquel asunto: “Las acciones del XCDSAD vendidas al Sr. Oliver por el ayuntamiento están PIGNORADAS E IGNORADAS.” (Una vez más nos remitimos a las hemerotecas).

Con el cargo de Apoderado General para evitar en principio otras responsabilidades – nombra a un presidente “florero” en la persona del gerente de una de sus supuestas empresas en Santander – Luís Oliver empieza a manejar al club a su antojo aunque en principio sus barrabasadas no trascienden a los aficionados y las denuncias de algunos xerecistas son durísimamente criticadas. Meses después Oliver se autoproclamaría presidente.

Bajo su mandato el equipo queda la primera temporada en el puesto 11 de la 2ª división B (1998/99), la siguiente se clasifica 3º juega la liguilla de ascenso pero no consigue subir (1998/2000) y en la campaña 2000/01 se vuelve a clasificar 3º y logra subir a 2ª división A.

Contra una gestión deportiva primero aceptable y luego buena y en 2ª A tan buena que está a punto de subir a 1ª división, está una nefasta, ruinosa, desleal y fraudulenta gestión económica. Engaña a todos, no cumple nada, no paga a nadie, aplaza deudas y denuncias multiplicando fichas a jugadores para evitarlas y no descender administrativamente pero dejando a la entidad en bancarrota total, ratea a sus propios consejeros, desaparecen trofeos, ordenadores, cambia dos veces de sede social desahuciado de ambas, “judicializa” al Xerez, no acude a los juicios aumentando las costas y lo lleva a la quiebra necesaria y fraudulenta.

Durante su presidencia se produce la “guerra social” que divide a la afición y politiza al club – no se exculpa aquí a quién cometiendo un terrible error equivocó la forma de lucha contra Oliver haciendo pagar sus culpas a quienes menos la tenían y más las padecían, pero tampoco quienes no entendieron que la lucha por el Xerez, si se afrontaba bien, era contra quienes lo perjudicaban en ambos sentidos nunca utilizando al club como trapo sucio de usar y tirar para intereses políticos ajenos al fútbol.

Si se hace aquí mención a todo lo anteriormente contado es por considerar que esta historia no puede ser comprendida sin todos sus episodios.

A falta de 8 partidos para acabar la temporada 2001/02 el equipo está prácticamente en 1ª división pero la situación económica, los impagos, el aumento descomunal de las deudas, los contratos de cifras impagables, dineros de taquillas que sale en maletines sin pasar por contabilidad, jugadores vendiendo entradas para poder recaudar algo tras 7 meses sin cobrar y las más truculentas actuaciones hacen imposible la continuidad de Luís Oliver pero aunque se le busca inversores a quién vender con el beneplácito del Ayuntamiento lo que hace es fingir negociar con uno de ellos, apropiarse de una señal de compra de 5,00 mills de pts particularmente y finalmente, contra la voluntad y deseos de todos vender las acciones del XCDSAD en su poder- de las que no había pagado ni un céntimo –al empresario onubense afincado en Sevilla José María Gil Silgado.

En principio la marcha de Oliver supone un alivio para todos y se confía que el nuevo accionista mayoritario traiga nuevos aires al XCDSAD, aunque se sabe que
la situación económica que tiene que afrontar es dificilísima.

En la próxima entrega de este serial veremos como la llegada de Gil Silgado, con otros matices de actuación, no hizo más que empeorar las cosas.

PD: Oliver CA.BRON!¡!¡!¡

Paco Gómez sacó de la UVI al 'Cartago' de Luis Oliver

La campaña del navarro como presidente estuvo plagada de problemas económicos; en septiembre aún no había pagado las nóminas de julio y agosto

18.08.08 - CARTAGENAVota 0 votosOpina

RELEVO. Manzano y Oliver pasean por el césped del Cartagonova, en junio de 2002. / J. M. RODRÍGUEZ / AGM

Florentino Manzano, omnipresente en el fútbol cartagenero -cerca de un cuarto de siglo en cargos de responsabilidad, primero como empleado y después como dirigente- observó que la continuidad del Cartagonova FC bajo su dirección ya no era factible en el plano financiero y en 2002, al intentar buscar soluciones y despedirse, localizó a Luis Oliver a modo de tabla de salvación. En los primeros días de junio se realizó la llamada transmisión de poderes y el traspaso de la gestión costaba 1.200.000 euros (doscientos millones de pesetas).

«Con esta transmisión, que no es venta, yo no gano dinero, en contra de lo que se ha dicho por ahí», manifestó Florentino Manzano, el fundador del Cartagonova FC, que se escudaba en los resultados de una auditoría. Tres años después de que sufriera los efectos del Cordobazo, el fútbol cartagenero tomaba un nuevo giro. El tiempo se encargó de demostrar que fue a peor. La corta etapa de Luis Oliver, algo más de un año, estuvo colmada de incumplimientos y despropósitos. Faltó seriedad en casi todos los órdenes, los jugadores y demás empleados no percibían sus emolumentos y lo que en resumen Oliver y su equipo directivo hizo fue vender humo.

A la larga, proporcionaron trabajo a los Juzgados cuando al llegar la etapa de Paco Gómez se destaparon varias cuestiones vidriosas, algunas de las cuáles siguen pendientes en los tribunales. Valga el ejemplo de un joven jugador colombiano, Lenin Flores, de 17años, que sin desplazarse a Cartagena, figuraba como objeto de una operación económica. Otro dato es el del fichaje del argentino Astudillo, al que Oliver dio de baja anticipadamente pero asumiendo por parte del club albinegro todo el contrato.

De Xerez a Cartagena

¿Quién era Oliver y qué había hecho anteriormente en el fútbol? Manzano fue a localizar al empresario navarro tan pronto supo que había dejado de ser el responsable del Xerez, desde el que había mantenido una guerra dialéctica con el alcalde jerezano Pedro Pacheco. Luis Oliver había ingresado 600 millones de pesetas por la venta de la entidad jerecista y Florentino Manzano intuyó que el navarro era la persona idónea para reflotar el Cartagonova.

Oliver no le hizo ascos a su desembarco en Cartagena, ciudad a la que llegó diciendo que él no tenía inmobiliarias ni ponía ladrillos. Aceptó las condiciones del traspaso (junio de 2002) y nombró presidente a Manuel Feito.

Al llegar, Oliver tiene que afrontar el pago de la deuda en la AFE y hay un desembolso de 72.000 euros para evitar el descenso del equipo. Simultáneamente termina de reunir una plantilla de jugadores que tropiezan muy pronto con el problema del dinero, cómo no. Comienza la Liga en septiembre y los futbolistas aún no han percibido sus salarios de julio y agosto. Se alarman y Oliver declara que «adeudar un par de meses a los jugadores es lo más normal. Ocurre en esta categoría y también en Primera».

Quiso fichar a Juanmi

En la cumbre del atrevimiento y para animar la campaña de altas de abonados, Oliver intenta el fichaje del meta cartagenero Juanmi, quien terminaría siendo contratado por el Deportivo, y acaba reuniendo un buen grupo de jugadores que, a la hora de la verdad, no se ven correspondidos. Están Mariano, Yepes, Huegún, Iván Iglesias y el argentino Verón.

El técnico Pepe Murcia, hoy al frente del Celta, que a las primeras de cambio se solidarizó con las quejas de sus jugadores respecto a la no percepción de los sueldos, fue destituido después de la primera jornada de Liga -con triunfo por 3-1-y el encargado de ocupar la vacante fue Juan Señor, que había preparado a Mérida y Salamanca, pero que no terminó de cuajar en el proyecto.

Sin posibilidad de llevar a cabo su proyecto, Oliver declara sentirse engañado, pone en tela de juicio los números presentados inicialmente por Manzano y sale de mala manera. En el inicio del verano de 2003 se rumorea la entrada en escena del Ciudad de Cartagena pero lo que cuaja es la posibilidad de que el empresario de Jacarilla, Paco Gómez, de una solvencia económica fuera de toda duda, aterrice en territorio cartagenero para levantar el club y realizar algunos proyectos urbanísticos. Estos últimos continúan siendo problema para el inversor.

Gómez se hace cargo del Toledo y simultáneamente pone en órbita el Invercón hacia la primera quincena de julio de 2003, con el oriolano Machuca en la función de entrenador. Se habla de un traslado de la entidad toledana, como sociedad anónima, pero lo que culmina es, después de presiones, la renuncia voluntaria de Oliver como gestor del Cartagonova FC, que termina convirtiéndose en el FC Cartagena una vez que Paco Gómez toma el mando y saca la goma de borrar deudas. La renuncia de Oliver se lleva a efecto el 19 de julio y el nuevo responsable tiene que hacer frente a 43 demandas ante la AFE por un total de 1.464.110 euros. El nuevo presidente salva la situación. El club está hoy saneado.

La diana de las quiebras

Los trabajadores afectados por la extinción de empleos culpan a la gestión del empresario navarro Luis Oliver de su situación

12.06.08 - C. B. E.| SEGOVIA

Luis Oliver, en marzo del 2006, en los juzgados de Cartagena por un presunto delito societario y falsedad documental. / EL NORTE «Nos hemos sentido engañados por Luis Oliver», protestan los trabajadores afectados por la extinción de empleos de Santa Teresa SL Materiales de Construcción. Atribuyen al empresario todos los males que han azotado a esta compañía familiar con más de cincuenta años de trayectoria en el sector hasta desembocar en el cese de la actividad y en 34 despidos.

El empresario abandonó el barco con un agujero de unos 10 millones de euros, estiman los afectados. Basta con echar un vistazo a las hemerotecas para observar que el cierre de la planta de La Lastrilla es sólo una muesca más en la culata de sus gestiones, que han dejado un reguero de 'cadáveres' empresariales, tanto en la industria como en el mundo futbolístico, donde llegó a presidir algunos clubes.

De hecho, la última noticia que se tiene de él es que la policía croata está investigando el traspaso del que fuera jugador del Jerez, Igor Musa, en el año 2002, según publica un el diario 'Jutarnji list'. La orden -según xerezmania.com- ha sido emitida por la Interpol, que sospecha que el equipo andaluz, con Luis Oliver en la presidencia, emitió cheques sin fondos para pagar la indemnización al equipo croata del que procedía el jugador.

En Murcia

Recientemente, la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Murcia, María Dolores de las Heras, ha ordenado el embargo cautelar de bienes y derechos de los administradores «de derecho y de hecho» que la firma Conducciones Hidráulicas y Carreteras (CHC) tenía en el momento de declarar la situación de quiebra, así como de los que tuvo en los dos años anteriores. Luis Oliver estuvo ligado a esta empresa, que declaró el concurso voluntario de acreedores dos meses antes que Santa Teresa SL. Uno de los 18 implicados en el embargo cautelar es un testaferro de Oliver, señalan los trabajadores segovianos.

El empresario navarro sobre el que llueven las críticas ya estuvo sentado en el banquillo del Juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena, en marzo del 2006, como promotor del equipo de fútbol Cartagonova por un presunto delito societario y de falsedad documental.

Otra muesca fue la empresa cántabra Grúas Canduela, cuyos 45 trabajadores terminaron en la calle después de que asumiera su administración. Con posterioridad, la Inspección de Trabajo abrió un expediente por un posible fraude de ley.

En el caso de Santa Teresa SL, es complicado entender cómo una compañía con una facturación de unos 1,6 millones de euros termina cerrando apenas dos años después de lograr cifras record. El primer curso de la gestión de Oliver al frente de la fábrica supuso un relevante aumento de la actividad, con unas «facturaciones impensables», relatan los afectados.

«No dio la cara»

Los ex empleados arremeten contra el empresario y su actitud durante la crisis. «Casualmente dejó la empresa dos días antes de que se declarara el concurso de acreedores», comentan. Fernando Fons, uno de los hombres de confianza de Oliver, pasó entonces a ser el administrador, sin embargo apenas hubo comunicación con los empleados ni con los delegados de empresa, se quejan los representantes.

Para ilustrar la forma de actuar de estos gestores, los afectados comentan cómo Fons «se escaqueó» el pasado viernes, cuando se comunicó al personal de la planta segoviana el fallo judicial que resolvía la extinción de los empleos. «No dio la cara», apostillan.