Esta vez no hubo milagro, no pudo ser. Ya lo anunciaba esta semana en uno de mis post, “ahora no nos puedes fallar”, y es que el que hoy les escribe con el corazón en el suelo, conoce a la perfección la idiosincrasia de este bendito-maldito club. Tras salvar seis puntos de diferencia en las últimas jornadas, cuando depende de sí mismo, llegó el “inevitable” tropiezo verdiblanco. El Betis había ganado los últimos cuatro partidos sin jugar prácticamente a nada, exceptuando los segundos cuarenta y cinco minutos frente al Numancia. Lo blandito de los rivales de esta lamentable segunda división, y un viento que ha soplado muy de cara en las últimas jornadas, habían hecho que el equipo llegará dependiendo de sí mismo a las dos últimas fechas del campeonato. Pero no siempre iba a ser así. Este equipo muestra actitud, pero no tiene aptitud, fortaleza mental, ni calidad para ganar a casi nadie. Es así de triste, este equipo no da para más. Hoy, jugando con cerca de 8.000 béticos en las gradas del Helmántico ha sido incapaz de imponerse a un equipo que tiene muy pero que muy cortitos argumentos futbolísticos. Se veía venir, y creo que esto ya se ha acabado. Espero equivocarme, pero no veo al Hércules perdiendo en Irún.



Viva el Betis Manquepierda!!!

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