Sí amigos, harto de estar harto, harto de ver cada domingo una nueva decepción, harto de que se queden conmigo con mentiras, harto de no fallar nunca a verlo cuando juega fuera de casa, ya sea en el campo o por televisión, porque tú Manolo te has cargado la ilusión de un niño, hecho ya hombre, que ha llorado mucho por el Betis, un niño que lloraba cuando en aquel año 1989, sí 1989, antes que tú llegaras, porque el Betis tiene 102 años de historia, cuando Rommel Fernández se hartó de meternos goles en el 4-0 de Tenerife, yo estaba, con 9 años llorando al lado de mi radio. Una semana después lloré en el campo del Benito Villamarín cuando certificamos el descenso, pero yo salí orgulloso alquel día, porque 45.000 béticos gritaban "Betis, Betis" a 5 minutos del final, cuando ese 1-0 obra de Sebastián Cruzado Chano era insuficiente. Mientras escribo estas líneas estoy a punto de llorar, tengo la piel de gallina, son muchos sentimientos que es imposible contarlos en unas líneas, me acuerdo de mi abuelo, que hoy tendría 100 años, que me hablaba de Timimi, del antiguo campo del Betis, de que hacía la rabona para ver al Betis, de verlo en sus últimos días como no fallaba ni un domingo ante su radio a escucharlo y yo a su lado porque estaba impedido. Te hablo Manolo de un Betis de antes que tu llegaras, no le conocí grandes cosas pero era un sentimiento, era un equipo que caía bien allá donde iba, tú vas sembrando tempestades por cada sitio que pisas. Era un manquepierda, un currobetis, como se le quiera llamar. Yo ya no iré más a ver un partido del Betis hasta que tú, dueño legal del Betis te hayas marchado. Mi último partido fue con el Valladolid, qué pena de mi Betis, ahí se me partió el corazón viendo los niños llorar, cada niño que me cruzaba le daba ánimos y le decía que en un año estariamos en primera de nuevo, llamé a mi padre por el móvil y él llorando desde mi casa, no tenía ganas de ir al campo porque sabía lo que iba a pasar, tú Manolo vete ya, con los sentimientos de la gente no se juega, el Betis como sociedad anónima lo habrás comprado, pero no has comprado los sentimientos de los béticos, no has comprado las vivencias de cada uno, quizás es lo único que nos queda ya.......Viva er Beti.