Extraigo algunos párrafos de su artículo hoy en Diario de Sevilla, donde se desmelena...
"Se ha visto reducido casi a cenizas. Apenas a tres palabras: Real Betis Balompié. Sólo le queda su nombre. Y, por desgracia, un apellido impuesto que para él es el yugo de la desgracia y de su vergüenza: Sociedad Anónima Deportiva. Porque por ese resquicio se coló en sus entrañas el personaje más siniestro de su historia. El que lo ha conducido a éstas en las que se ve hoy. Casi desahuciado, impotente y, sobre todo, solo. ¡Qué triste que un caballero con más de cien años camine solo por una categoría pestosa sin nada ni nadie en quien asirse!
Éste es el Betis de Lopera. Y, si nos atenemos al presente más rabioso, el de Momparlet, ese cómplice al que da fatiga ver sentado en el palco junto a otros adláteres que por acompañar al amo están dejando de lado al que, dicen, es el club de sus amores. ¡Qué desvergüenza más grande!
Claro que la afición bética los tiene calados desde hace mucho tiempo y, muy a su pesar, también ha dejado solo al equipo. Acaso la mitad de los socios se dio ayer cita en Heliópolis. El equipo se jugaba su futuro inmediato, pero a su gente ya le da igual. Entiende que el único futuro es que Lopera desaparezca de sus vidas. Y, a la hora de la verdad, quince mil en las gradas y menos de la mitad ya en los estertores del partido. Desolador.
En la familia bética ganan las parientas, que arrastran a padres e hijos a la casita del campo o de la playa. Cada día son más los que se evitan el sufrimiento. El bético ha demostrado que tiene mucha correa, pero al cabo es como los demás: si no se le da lo que quiere, cae en el hastío. Se aburre, se acuerda de la madre de alguien y le dice al equipo que ahí se queda, que ya volverá algún día...
Como hace cuatro años y medio, la grada, lo que queda de grada en ese aborto de estadio en el que una mitad huele a orín y zotal, le recordó al que manda, a ese malhadado dueño que azota al Betis, que salte al campo y meta un gol. ¿Es que la dignidad ha dejado de ser un valor y una excelencia en el ser humano?
Pues el Betis, este Betis de este Lopera que deja a Momparlet gastarse casi 20 millones de euros en Odonkor, Pavone y Nelson -por citar sólo los desaciertos más gravosos de quien consta en su tarjeta de visita como director deportivo-, se ve abocado a la ruina más ominosa y vitanda de su existencia contemporánea de no mediar un milagro: un segundo año en Segunda. ¡Casi nada!"
http://www.diariodesevilla.es/articl...da/nombre.html
En su momento defendía a Lopera, es cierto, pero se agradece que de una vez los periodistas le pierdan el miedo a este personaje y hablen todo lo claro que se puede hablar.
"Se ha visto reducido casi a cenizas. Apenas a tres palabras: Real Betis Balompié. Sólo le queda su nombre. Y, por desgracia, un apellido impuesto que para él es el yugo de la desgracia y de su vergüenza: Sociedad Anónima Deportiva. Porque por ese resquicio se coló en sus entrañas el personaje más siniestro de su historia. El que lo ha conducido a éstas en las que se ve hoy. Casi desahuciado, impotente y, sobre todo, solo. ¡Qué triste que un caballero con más de cien años camine solo por una categoría pestosa sin nada ni nadie en quien asirse!
Éste es el Betis de Lopera. Y, si nos atenemos al presente más rabioso, el de Momparlet, ese cómplice al que da fatiga ver sentado en el palco junto a otros adláteres que por acompañar al amo están dejando de lado al que, dicen, es el club de sus amores. ¡Qué desvergüenza más grande!
Claro que la afición bética los tiene calados desde hace mucho tiempo y, muy a su pesar, también ha dejado solo al equipo. Acaso la mitad de los socios se dio ayer cita en Heliópolis. El equipo se jugaba su futuro inmediato, pero a su gente ya le da igual. Entiende que el único futuro es que Lopera desaparezca de sus vidas. Y, a la hora de la verdad, quince mil en las gradas y menos de la mitad ya en los estertores del partido. Desolador.
En la familia bética ganan las parientas, que arrastran a padres e hijos a la casita del campo o de la playa. Cada día son más los que se evitan el sufrimiento. El bético ha demostrado que tiene mucha correa, pero al cabo es como los demás: si no se le da lo que quiere, cae en el hastío. Se aburre, se acuerda de la madre de alguien y le dice al equipo que ahí se queda, que ya volverá algún día...
Como hace cuatro años y medio, la grada, lo que queda de grada en ese aborto de estadio en el que una mitad huele a orín y zotal, le recordó al que manda, a ese malhadado dueño que azota al Betis, que salte al campo y meta un gol. ¿Es que la dignidad ha dejado de ser un valor y una excelencia en el ser humano?
Pues el Betis, este Betis de este Lopera que deja a Momparlet gastarse casi 20 millones de euros en Odonkor, Pavone y Nelson -por citar sólo los desaciertos más gravosos de quien consta en su tarjeta de visita como director deportivo-, se ve abocado a la ruina más ominosa y vitanda de su existencia contemporánea de no mediar un milagro: un segundo año en Segunda. ¡Casi nada!"
http://www.diariodesevilla.es/articl...da/nombre.html
En su momento defendía a Lopera, es cierto, pero se agradece que de una vez los periodistas le pierdan el miedo a este personaje y hablen todo lo claro que se puede hablar.
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