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"Mi futuro pasa por un proyecto deportivo"
Víctor Fernández marca la prioridad de su probable continuidad en el Betis · "¿Si con Lopera es posible un proyecto? No estoy capacitado para responder a esa pregunta, y menos ahora"
Javier Mérida / Sevilla | Actualizado 08.05.2010 - 05:02
0 comentarios 0 votos Se la juega en siete partidos, aunque casi habría que decir que quizá sea en los dos próximos. Víctor Fernández Braulio (Zaragoza, 28 de noviembre de1960) admite que el Betis ha bajado su nivel de fútbol y de intensidad, pero asegura que lo ve en vías de recuperarlo y es optimista respecto al único objetivo.
-El momento que atraviesa el Betis puede calificarse cuando menos de delicado, ¿verdad?
-Sí. Aunque la distancia no es inalcanzable, la escasez de resultados y el momento en el que se está produciendo obliga mucho: te exige más concentración, dispones de menos margen de error y tienen que aflorar la concentración máxima y el buen juego.
-Vamos, que el equipo se la juega frente a Murcia y Nàstic...
-Hay dos lecturas. Una es que mientras el Betis o cualquier equipo tenga opciones matemáticas, no hay que descartar nada ni renunciar a luchar hasta el último suspiro. Luego hay otra lectura que es cómo hemos llegado hasta aquí y ésta va asociada a que en los últimos partidos, salvedad del de Las Palmas, donde hubo buenas vibraciones, el Betis no ha transmitido buenas sensaciones con su juego, que para mí es vital. Ahora, en estos dos partidos, sí es verdad que tanto las sensaciones en el juego como los resultados tienen que ir de la mano. Y a partir de estos dos partidos, ya iremos haciendo cuentas cada semana.
-Hablemos de resultados. Emana me dijo en Las Palmas que si el equipo ganó cuatro partidos seguidos hace poco, es capaz de ganar de nuevo tres o cuatro.
-Estoy totalmente de acuerdo. Primero, porque el Betis está capacitado para ganar tres partidos seguidos, y segundo, por la propia naturaleza de la competición, una Segunda División abierta e igualada.
-¿Y el juego? En Las Palmas, aunque poco pudo verse por la temprana expulsión de Emana, trató de fortalecer el centro del campo para equilibrar el equipo...
-Sí. Juanma se nos cayó en las jornadas anteriores y lo hemos acusado. Es importante contar con especialistas en el centro del campo y nuestra búsqueda, antes que el resultado, son esas sensaciones buenas en el juego, que el equipo vuelva a tener confianza y sensibilidad con la pelota, que la habíamos perdido. Los equipos con buenos centrocampistas suelen tener buen juego y así hay más posibilidades de conseguir buenos resultados.
-En el tramo final, sin Emana ni, posiblemente, Sergio García, es obligado estar muy vivo.
-Tenemos que llegar a los últimos partidos con posibilidades, al menos con el 40 por ciento en nuestra mano. De ser así, esta plantilla, con Juanma, Pavone, Capi, Caffa, Jonathan..., dará un plus, algo que sería más difícil de hallarse en una situación adversa y sin estos jugadores tan importantes para nosotros. Yo confío en que sea así y por eso es tan importante entrar en el tramo final en situación al menos pareja con el resto de los rivales.
-¿Está quizá ante su situación más crítica como entrenador?
-Es la más extrema, no digo más difícil. Aquí sólo existe un objetivo, que es ascender. Y hasta que no lo consigamos, no podemos estar tranquilos. También es extrema por las adversidades, como haber perdido al máximo goleador, que uno de los más desequilibrantes se te vaya al Mundial... Son factores que pesan y que nos van a exigir a los demás ese plus del que hablo.
-A su llegada, la plantilla se espabiló. ¿Es posible, pasado ese efecto de entrenador nuevo, que se despierte de nuevo?
-El equipo lleva dos semanas entrenándose otra vez como a mí me gusta, ¿vale? A Lopera le dije en la charla previa al partido de Las Palmas que el equipo había recuperado sus buenas sensaciones. Esta semana también lo estoy viendo muy bien, con ganas de recuperar dos cosas que habíamos perdido: el ritmo de balón y el tono físico. Este equipo tiene que mover más rápido la pelota y ser más agresivo en la disputa y todavía no estoy contento en este último apartado. Esto que sería lo más fácil de conseguir para un equipo de fútbol, a nosotros nos está costando mucho. Y también hay que mejorar el nivel de atención, de concentración, de competitividad en suma; no podemos jugar ochenta minutos con diez jugadores porque ya se juega otro tipo de partido distinto al que has entrenado durante la semana. Es un hándicap que el Betis no está preparado para soportar.
-¿Es posible inculcarle eso al equipo a estas alturas y con lo que se está jugando?
-Yo creo que sí, porque si no habríamos bajado los brazos. Enfocamos los entrenamientos para eso, los tonos de la conversación a veces son más enérgicos y el entrenador también hace autocrítica, pero todo eso hay que demostrarlo en el campo. Por eso les dije a mis futbolistas que más que el gol de Las Palmas me preocupó la sensación del penalti que hicimos a los tres minutos, porque hasta ahora estábamos defendiendo los córners y las faltas laterales de manera impecable. Pero en la jugada inicial no basta con estar en el sitio, hay que participar, y eso a veces nos cuesta.
-¿Cree que al equipo le falta cultura táctica, que está por armar?
-El equipo ha demostrado que puede jugar bien y también que puede hacerlo mal. Pero jugar bien pasa tratar la pelota mejor y ser más protagonistas, pero siendo conscientes de que esto es Segunda División y las disputas, la fuerza, el choque, la intensidad en definitiva, tienen que estar presentes en todos los partidos, porque a nivel técnico sólo hay un equipo que ha jugado por encima del resto, el Cartagena, y encima no le está dando para marcar las diferencias. Es el único que deja su sello hasta en los malos partidos. El resto, y sobre todo el Betis, tiene que jugar mejor para estar en la batalla final.
-Deduzco que falta algo de sacrificio...
-Estamos obligados a hacer más por ser el Betis, no podemos ganar de cualquier manera, pero tampoco renunciar a estar cerca del rival, pelear por los balones divididos, jugar con más intensidad... Eso tiene que estar presente siempre, pero sin renunciar al juego, porque entonces nos quedaremos en nada. En los tres últimos partidos hemos estado despistados en pequeños detalles que nos han costado muchos puntos. Pero yo soy optimista.
-¿Cuesta mucho trabajo a un entrenador hacer que el futbolista compita?
-Mire, el otro día entrenamos situaciones que nos ocurrieron en el partido de Las Palmas y las que nos pueden ocurrir en éste, pero luego todo eso tiene que convivir con veinte mil espectadores, con la necesidad de los puntos, con el rival, con el árbitro, etc. Eso es madurez y personalidad, y por eso digo que el Betis en estos momentos necesita de todo: jugar con once, jugar bien al fútbol, con la misma intensidad del rival y con personalidad, porque llevamos una desventaja de cuatro puntos. En el descanso del partido de Córdoba le dije a mi segundo entrenador que me había olvidado de decirle una cosa vital a mis jugadores, que los partidos se empiezan con once y se acaban con once, y qué casualidad que ya ese día nos expulsaron a uno. Desde entonces, siempre se lo recuerdo al equipo en las charlas.
-¿Juega el nombre del Betis contra el Betis en Segunda División?
-Nombrar al Betis es un plus de motivación para el rival, pero también se hace una propaganda del Betis que no es real. Que todos los entrenadores rivales digan que el Betis tiene la mejor plantilla, pues mire usted... Todo esto me suena a estrategia, a palabras vacías, porque la realidad es la que es y yo no me dejo engañar por esa propaganda, y se lo digo a mis jugadores.
-¿Nota de verdad lejos de Sevilla que es el rival a batir?
-Es que es lógico, por historia, porque el Betis no es un equipo de Segunda. Hay muchos jugadores modestos que saben que para centrar la atención mediática, deben hacerlo bien contra el Betis. Y a todos les gusta ser estrellas aunque sea por un día, y sentirse importantes. Es un plus para los rivales.
-¿Cree que el mundo del fútbol le ha perdido el respeto al Betis?
-El Betis, con lo que arrastra y supone socialmente en este mundo, no ha sido tratado con cariño por el estamento arbitral, por lo menos en mi etapa. Por eso me sorprende que el entrenador del Murcia hable de que le han pitado nueve penaltis en contra; seguramente, no sabe nuestras cifras de penaltis a favor y en contra ni de expulsados.
-Hablemos algo de Víctor. ¿Por qué vino de verdad al Betis?
-Primero vine porque estaba en el paro, al contrario no hubiera podido; también porque llevaba un tiempo sin entrenar tras veinte años, y porque es el Betis y aquí me sentí querido y respetado; creo que pude hacer más, aunque tampoco tuve mucha suerte y luego te das cuenta que terminar séptimos u octavos en el Betis... También es verdad que me lo pidieron con mucha insistencia y que, a pesar de la información que tenía, sé y aún estoy convencido de que podemos lograr el objetivo. Por todo eso vine.
-¿Se sentiría fracasado si no lo consiguiese?
-No. Para mí un fracasado es aquél que no da todo lo que tiene y yo, honestamente, estoy dando todo lo que tengo y más. Si nos alcanza, seré el más feliz del mundo y, en caso contrario, compartiré el mismo dolor que el más bético. Pero no pienso en ello, sólo en el éxito.
-¿En qué ha cambiado el Betis respecto a su primera etapa?
-No tiene nada que ver. No voy a decir cosas que puedan alterarnos, no quiero que mis palabras puedan aumentar el nivel de cosas negativas que puedan rodear al equipo. Ha cambiado en muchas cosas, pero también en cosas a favor, como el sistema informático y de control que no existía en mi primera etapa. Luego hay cosas que habrá que cambiarlas, pero ahora sólo es momento de explotar al máximo nuestros recursos: los futbolistas y nuestra afición. Exigir que los profesionales demos el máximo y que nuestra gente no desfallezca.
-¿Y Víctor en qué ha cambiado?
-En que soy mayor y me hago preguntas sobre mi existencia con 49 años que no me hacía con 35. He madurado y me lo he tomado muy en serio y quiero triunfar.
-En breve se le abrirán varias vías: un Betis en Segunda, un Betis igual en Primera o un Betis que cambie. ¿Tiene pensado en cada supuesto si continuará?
-Cualquier supuesto pasa siempre, para un entrenador que no priorice el aspecto económico, como es mi caso ahora, por un proyecto deportivo. Mi espacio de vanidad lo he superado hace años, ya no pienso si soy más o menos guapo, si tengo menos pelo o si he ganado tal título; eso ya no me hace feliz.
-¿Ve posible un proyecto deportivo en el Betis con Lopera?
-No estoy capacitado para responder a esa pregunta, y menos en estos momentos.
-Pero es lo que usted exigirá, ¿no? Porque, al menos, se sentará a hablar con Lopera cuando acabe la temporada...
-A mí siempre me han enseñado que, por educación, lo primero es escuchar. Pero ahora mi mente sólo está en ascender.
FUENTE:DIARIO DE SEVILLA.
UN VICTOR FERNANDEZ UN TANTO AMBIGUO BAJO MI PUNTO DE VISTA EN MUCHOS ASPECTOS
"Mi futuro pasa por un proyecto deportivo"
Víctor Fernández marca la prioridad de su probable continuidad en el Betis · "¿Si con Lopera es posible un proyecto? No estoy capacitado para responder a esa pregunta, y menos ahora"
Javier Mérida / Sevilla | Actualizado 08.05.2010 - 05:02
0 comentarios 0 votos Se la juega en siete partidos, aunque casi habría que decir que quizá sea en los dos próximos. Víctor Fernández Braulio (Zaragoza, 28 de noviembre de1960) admite que el Betis ha bajado su nivel de fútbol y de intensidad, pero asegura que lo ve en vías de recuperarlo y es optimista respecto al único objetivo.
-El momento que atraviesa el Betis puede calificarse cuando menos de delicado, ¿verdad?
-Sí. Aunque la distancia no es inalcanzable, la escasez de resultados y el momento en el que se está produciendo obliga mucho: te exige más concentración, dispones de menos margen de error y tienen que aflorar la concentración máxima y el buen juego.
-Vamos, que el equipo se la juega frente a Murcia y Nàstic...
-Hay dos lecturas. Una es que mientras el Betis o cualquier equipo tenga opciones matemáticas, no hay que descartar nada ni renunciar a luchar hasta el último suspiro. Luego hay otra lectura que es cómo hemos llegado hasta aquí y ésta va asociada a que en los últimos partidos, salvedad del de Las Palmas, donde hubo buenas vibraciones, el Betis no ha transmitido buenas sensaciones con su juego, que para mí es vital. Ahora, en estos dos partidos, sí es verdad que tanto las sensaciones en el juego como los resultados tienen que ir de la mano. Y a partir de estos dos partidos, ya iremos haciendo cuentas cada semana.
-Hablemos de resultados. Emana me dijo en Las Palmas que si el equipo ganó cuatro partidos seguidos hace poco, es capaz de ganar de nuevo tres o cuatro.
-Estoy totalmente de acuerdo. Primero, porque el Betis está capacitado para ganar tres partidos seguidos, y segundo, por la propia naturaleza de la competición, una Segunda División abierta e igualada.
-¿Y el juego? En Las Palmas, aunque poco pudo verse por la temprana expulsión de Emana, trató de fortalecer el centro del campo para equilibrar el equipo...
-Sí. Juanma se nos cayó en las jornadas anteriores y lo hemos acusado. Es importante contar con especialistas en el centro del campo y nuestra búsqueda, antes que el resultado, son esas sensaciones buenas en el juego, que el equipo vuelva a tener confianza y sensibilidad con la pelota, que la habíamos perdido. Los equipos con buenos centrocampistas suelen tener buen juego y así hay más posibilidades de conseguir buenos resultados.
-En el tramo final, sin Emana ni, posiblemente, Sergio García, es obligado estar muy vivo.
-Tenemos que llegar a los últimos partidos con posibilidades, al menos con el 40 por ciento en nuestra mano. De ser así, esta plantilla, con Juanma, Pavone, Capi, Caffa, Jonathan..., dará un plus, algo que sería más difícil de hallarse en una situación adversa y sin estos jugadores tan importantes para nosotros. Yo confío en que sea así y por eso es tan importante entrar en el tramo final en situación al menos pareja con el resto de los rivales.
-¿Está quizá ante su situación más crítica como entrenador?
-Es la más extrema, no digo más difícil. Aquí sólo existe un objetivo, que es ascender. Y hasta que no lo consigamos, no podemos estar tranquilos. También es extrema por las adversidades, como haber perdido al máximo goleador, que uno de los más desequilibrantes se te vaya al Mundial... Son factores que pesan y que nos van a exigir a los demás ese plus del que hablo.
-A su llegada, la plantilla se espabiló. ¿Es posible, pasado ese efecto de entrenador nuevo, que se despierte de nuevo?
-El equipo lleva dos semanas entrenándose otra vez como a mí me gusta, ¿vale? A Lopera le dije en la charla previa al partido de Las Palmas que el equipo había recuperado sus buenas sensaciones. Esta semana también lo estoy viendo muy bien, con ganas de recuperar dos cosas que habíamos perdido: el ritmo de balón y el tono físico. Este equipo tiene que mover más rápido la pelota y ser más agresivo en la disputa y todavía no estoy contento en este último apartado. Esto que sería lo más fácil de conseguir para un equipo de fútbol, a nosotros nos está costando mucho. Y también hay que mejorar el nivel de atención, de concentración, de competitividad en suma; no podemos jugar ochenta minutos con diez jugadores porque ya se juega otro tipo de partido distinto al que has entrenado durante la semana. Es un hándicap que el Betis no está preparado para soportar.
-¿Es posible inculcarle eso al equipo a estas alturas y con lo que se está jugando?
-Yo creo que sí, porque si no habríamos bajado los brazos. Enfocamos los entrenamientos para eso, los tonos de la conversación a veces son más enérgicos y el entrenador también hace autocrítica, pero todo eso hay que demostrarlo en el campo. Por eso les dije a mis futbolistas que más que el gol de Las Palmas me preocupó la sensación del penalti que hicimos a los tres minutos, porque hasta ahora estábamos defendiendo los córners y las faltas laterales de manera impecable. Pero en la jugada inicial no basta con estar en el sitio, hay que participar, y eso a veces nos cuesta.
-¿Cree que al equipo le falta cultura táctica, que está por armar?
-El equipo ha demostrado que puede jugar bien y también que puede hacerlo mal. Pero jugar bien pasa tratar la pelota mejor y ser más protagonistas, pero siendo conscientes de que esto es Segunda División y las disputas, la fuerza, el choque, la intensidad en definitiva, tienen que estar presentes en todos los partidos, porque a nivel técnico sólo hay un equipo que ha jugado por encima del resto, el Cartagena, y encima no le está dando para marcar las diferencias. Es el único que deja su sello hasta en los malos partidos. El resto, y sobre todo el Betis, tiene que jugar mejor para estar en la batalla final.
-Deduzco que falta algo de sacrificio...
-Estamos obligados a hacer más por ser el Betis, no podemos ganar de cualquier manera, pero tampoco renunciar a estar cerca del rival, pelear por los balones divididos, jugar con más intensidad... Eso tiene que estar presente siempre, pero sin renunciar al juego, porque entonces nos quedaremos en nada. En los tres últimos partidos hemos estado despistados en pequeños detalles que nos han costado muchos puntos. Pero yo soy optimista.
-¿Cuesta mucho trabajo a un entrenador hacer que el futbolista compita?
-Mire, el otro día entrenamos situaciones que nos ocurrieron en el partido de Las Palmas y las que nos pueden ocurrir en éste, pero luego todo eso tiene que convivir con veinte mil espectadores, con la necesidad de los puntos, con el rival, con el árbitro, etc. Eso es madurez y personalidad, y por eso digo que el Betis en estos momentos necesita de todo: jugar con once, jugar bien al fútbol, con la misma intensidad del rival y con personalidad, porque llevamos una desventaja de cuatro puntos. En el descanso del partido de Córdoba le dije a mi segundo entrenador que me había olvidado de decirle una cosa vital a mis jugadores, que los partidos se empiezan con once y se acaban con once, y qué casualidad que ya ese día nos expulsaron a uno. Desde entonces, siempre se lo recuerdo al equipo en las charlas.
-¿Juega el nombre del Betis contra el Betis en Segunda División?
-Nombrar al Betis es un plus de motivación para el rival, pero también se hace una propaganda del Betis que no es real. Que todos los entrenadores rivales digan que el Betis tiene la mejor plantilla, pues mire usted... Todo esto me suena a estrategia, a palabras vacías, porque la realidad es la que es y yo no me dejo engañar por esa propaganda, y se lo digo a mis jugadores.
-¿Nota de verdad lejos de Sevilla que es el rival a batir?
-Es que es lógico, por historia, porque el Betis no es un equipo de Segunda. Hay muchos jugadores modestos que saben que para centrar la atención mediática, deben hacerlo bien contra el Betis. Y a todos les gusta ser estrellas aunque sea por un día, y sentirse importantes. Es un plus para los rivales.
-¿Cree que el mundo del fútbol le ha perdido el respeto al Betis?
-El Betis, con lo que arrastra y supone socialmente en este mundo, no ha sido tratado con cariño por el estamento arbitral, por lo menos en mi etapa. Por eso me sorprende que el entrenador del Murcia hable de que le han pitado nueve penaltis en contra; seguramente, no sabe nuestras cifras de penaltis a favor y en contra ni de expulsados.
-Hablemos algo de Víctor. ¿Por qué vino de verdad al Betis?
-Primero vine porque estaba en el paro, al contrario no hubiera podido; también porque llevaba un tiempo sin entrenar tras veinte años, y porque es el Betis y aquí me sentí querido y respetado; creo que pude hacer más, aunque tampoco tuve mucha suerte y luego te das cuenta que terminar séptimos u octavos en el Betis... También es verdad que me lo pidieron con mucha insistencia y que, a pesar de la información que tenía, sé y aún estoy convencido de que podemos lograr el objetivo. Por todo eso vine.
-¿Se sentiría fracasado si no lo consiguiese?
-No. Para mí un fracasado es aquél que no da todo lo que tiene y yo, honestamente, estoy dando todo lo que tengo y más. Si nos alcanza, seré el más feliz del mundo y, en caso contrario, compartiré el mismo dolor que el más bético. Pero no pienso en ello, sólo en el éxito.
-¿En qué ha cambiado el Betis respecto a su primera etapa?
-No tiene nada que ver. No voy a decir cosas que puedan alterarnos, no quiero que mis palabras puedan aumentar el nivel de cosas negativas que puedan rodear al equipo. Ha cambiado en muchas cosas, pero también en cosas a favor, como el sistema informático y de control que no existía en mi primera etapa. Luego hay cosas que habrá que cambiarlas, pero ahora sólo es momento de explotar al máximo nuestros recursos: los futbolistas y nuestra afición. Exigir que los profesionales demos el máximo y que nuestra gente no desfallezca.
-¿Y Víctor en qué ha cambiado?
-En que soy mayor y me hago preguntas sobre mi existencia con 49 años que no me hacía con 35. He madurado y me lo he tomado muy en serio y quiero triunfar.
-En breve se le abrirán varias vías: un Betis en Segunda, un Betis igual en Primera o un Betis que cambie. ¿Tiene pensado en cada supuesto si continuará?
-Cualquier supuesto pasa siempre, para un entrenador que no priorice el aspecto económico, como es mi caso ahora, por un proyecto deportivo. Mi espacio de vanidad lo he superado hace años, ya no pienso si soy más o menos guapo, si tengo menos pelo o si he ganado tal título; eso ya no me hace feliz.
-¿Ve posible un proyecto deportivo en el Betis con Lopera?
-No estoy capacitado para responder a esa pregunta, y menos en estos momentos.
-Pero es lo que usted exigirá, ¿no? Porque, al menos, se sentará a hablar con Lopera cuando acabe la temporada...
-A mí siempre me han enseñado que, por educación, lo primero es escuchar. Pero ahora mi mente sólo está en ascender.
FUENTE:DIARIO DE SEVILLA.
UN VICTOR FERNANDEZ UN TANTO AMBIGUO BAJO MI PUNTO DE VISTA EN MUCHOS ASPECTOS
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