Ya sabemos que el vestuario es el cortijo de los señoritos conceranos que juegan por decreto porque son béticos desde "shiquetitos", que cierran el paso a jugadores de la cantera, que no dejan que otros foráneos se adapten bien (alguno sí que ha venido con ganas de currar). Pero a lo que venía a referirme con este post es a la imagen de Emaná en la última jugada del partido: dribla al portero y cuando tenía a un jugador (creo que Jonathan) para empujar la pelota, la estrellita decide pegarle fuerte...y mandarla fuera. Con esto acaba el partido y se ve a un Emaná derrotado en el campo y a los demás compañeros entrando al vestuario sin que nadie le hiciera ni pizca de caso. En el vestuario están hartos de que el camerunés juegue a medio gas 85 minutos y solo salga para hacer dos filigranas y recriminarle a los compañeros errores en los pases y cosas por el estilo.
Para uno que medianamente tiene calidad está aquí deseando que acabe la temporada para marcharse a cualquier parte, y eso los jugadores lo saben.

¿Con estos jugadortes vamos a subir? no lo creo