Queridos compañeros beticos.
Ayer bajamos a segunda división. No voy a decir que esto no se veía venir, porque llevamos cuatro largos años jugando al filo de la navaja, y en algún momento podría ser.
He vivido dos descensos con el betis, y en los dos anteriores derrame lagrimas por nuestro equipo.
Ayer no lloré. Ayer sentí impotencia.
Sentí verguenza de ver a los cuatro desalmados, que esos sí son cuatro gatos, emprenderla a pedradas con la policia, reventando lo que iba a convertirse en una manifestación pacifica de protesta, de hartazgo.
Durante toda la temporada, he ido viendo como un domingo tras otro había una excusa para no protestar, es que los jugadores se ponen nerviosos. es que no es el momento, es que nos estamos jugando la vida.
Y siempre durante cuatro años hemos ido dejando de lado, lo que todos sabíamos, lo que todos comentabamos, que este betis, nuestro betis se desangraba.
Yo entiendo que a este señor no se le puede obligar a vender su paquete accionarial. Pero esto no es una propiedad privada sin más, el futbol no es una propiedad privada, y el señor que paga su entrada y su abono, al ser un espectáculo público tiene derecho a protestar o a dejar de ir al mismo si considera que lo que le venden es un bodrio o una estafa.
Yo ya he tomado una decisión, dejo el Betis.
Lopera ha conseguido algo que no había conseguido nadie, que un dia diga YA NO ME SACO MAS EL CARNET.
Por supuesto que el betis es algo inenarrable que ha formado parte de mi vida, y que he querido transmitir a mis hijos.
Pero la vida es algo más que el betis, o algo más que el futbol.
El betis esta en nuestros corazones. Por eso somos beticos.
Lo que pasa es que a veces el sentimiento choca con la razon. Es cuando te enamoras de una chica que sabes que no te conviene, o que te engaña.
Así es el Betis.
Y lo que más pena te da, es que la afición este dividida, y hayamos dejamos de ser un solo corazon.
Por todas estas razones. Me marcho. No quiero leer nada más del betis, ni de fichajes, ni de nada.
Te seguiría hasta el fin del mundo betis, pero mi lealtad no quiero que se confunda con sumisión tacita a un personaje que se lucra de nuestros sentimientos.
Así no puedo amarte betis.
Sere un betico sin futbol, sin pelota, y sin penaltys fallados. Pero te seguire llevando en el corazón.
Cuando seas libre, volvere para buscarte.

Siempre betis.