¡Qué miedo me da el partido del próximo Sábado!
Y eso, en condiciones normales no es malo. O no debería serlo.
El miedo, bien administrado y canalizado, te permite estar alerta, sin relajación, con compromiso, agresivo, con los cinco sentidos puestos en pos de la consecución del objetivo, y que en este caso es una victoria que se antoja fundamental, no definitiva (por desgracia), pero que sería un gran paso ante el triste objetivo que de nuevo este año se repite.
Hay que ganar. Hay que seguir en Primera. Un descenso, con la situación de descalabro institucional que existe en el Betis, con la carencia de estructuras que se observa, con la falta de liderazgo del club que hay en estos momentos, con la falta de ambición que se demuestra… sería un palo muy duro de superar.
Yo no le puedo pedir nada a la afición, nada más. No le puedo pedir un esfuerzo, porque siempre lo da todo. No le puedo pedir compromiso, porque está mas que demostrado. No le puedo pedir que empuje, porque está al límite de la extenuación. No le puedo pedir que crea, porque la FE verdiblanca está a prueba de todo. No le puedo pedir nada.
Pero a los jugadores, a los técnicos, y también a los dirigentes, les podría pedir muchas cosas. Pero sobre todo, un objetivo inmediato, que hagan lo imposible porque este Sábado nuestro estadio, nuestra casa, sea un verdadero fortín.
A los jugadores les pido esfuerzo, compromiso, empuje, fe…
A los técnicos que sean capaces de trasmitírselo y que sepan administrar y canalizar el miedo.
A los dirigentes, que sean capaces de poner el estadio a rebosar. De llenarlo hasta la bandera, de hacer que vibre el Villamarín.
Si se dan todos estos ingredientes, ya solo quedará gritar….
¡A POR ELLOS!
¡Viva el Betis LIBRE!
Y eso, en condiciones normales no es malo. O no debería serlo.
El miedo, bien administrado y canalizado, te permite estar alerta, sin relajación, con compromiso, agresivo, con los cinco sentidos puestos en pos de la consecución del objetivo, y que en este caso es una victoria que se antoja fundamental, no definitiva (por desgracia), pero que sería un gran paso ante el triste objetivo que de nuevo este año se repite.
Hay que ganar. Hay que seguir en Primera. Un descenso, con la situación de descalabro institucional que existe en el Betis, con la carencia de estructuras que se observa, con la falta de liderazgo del club que hay en estos momentos, con la falta de ambición que se demuestra… sería un palo muy duro de superar.
Yo no le puedo pedir nada a la afición, nada más. No le puedo pedir un esfuerzo, porque siempre lo da todo. No le puedo pedir compromiso, porque está mas que demostrado. No le puedo pedir que empuje, porque está al límite de la extenuación. No le puedo pedir que crea, porque la FE verdiblanca está a prueba de todo. No le puedo pedir nada.
Pero a los jugadores, a los técnicos, y también a los dirigentes, les podría pedir muchas cosas. Pero sobre todo, un objetivo inmediato, que hagan lo imposible porque este Sábado nuestro estadio, nuestra casa, sea un verdadero fortín.
A los jugadores les pido esfuerzo, compromiso, empuje, fe…
A los técnicos que sean capaces de trasmitírselo y que sepan administrar y canalizar el miedo.
A los dirigentes, que sean capaces de poner el estadio a rebosar. De llenarlo hasta la bandera, de hacer que vibre el Villamarín.
Si se dan todos estos ingredientes, ya solo quedará gritar….
¡A POR ELLOS!
¡Viva el Betis LIBRE!
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