Las estadísticas siguen ofreciendo datos preocupantes a la hora de analizar la situación verdiblanca. Examinando los tramos en los que el Betis ha encajado goles esta temporada se comprueba que el punto débil del conjunto de Chaparro está en los tramos finales de los partidos. No parece ser una cuestión física y sí más psicológica la de un equipo que se derrumba justo antes del pitido final, puesto que 20 de los 43 goles que ha encajado el bloque heliopolitano llegaron en la última media hora de partido. Los siguientes tramos son parejos entre sí, puesto que desde el inicio al 30 recibieron trece y del 30 al 60, sólo once. Esta estadística ya era negativa para los béticos antes del partido de Mallorca, pero tras la debacle balear se acentúa mucho más, como se puede leer en ABC de Sevilla.

La mayoría de esos tantos han restado puntos a los verdiblancos, como ocurrió con los tres mallorquinistas (dos de Castro y uno de Webó), con el de Eto'o (minuto 84) en el 2-2 ante el Barça, los de Uche en el empate casero ante el Getafe (2-2, minutos 63 y 70), el de Camuñas ante el Recre (1-0, m. 72), el de Eliseu con el Málaga (1-2, m. 90), el de Corominas frente al Español (1-1, m. 70), Baraja con el Valencia (3-2, m. 75), los de Riki y el doblete de Lafita con el Dépor (0-3, m. 60, 79 y 86), Gonzalo Rodríguez y Llorente en El Madrigal (2-1, m. 68 y 69), Van Nistelrroy con el Madrid (1-2, m. 90) y Gudjohnsen frente al Barça (3-2, m. 80). Por contra, el Betis sólo ha marcado once tantos en toda la Liga en este tramo tan decisivo y de ellos sólo significaron puntos los del Valladolid y el derbi.