«En el vestuario del Madrid hacía mucho calor y eso pudo afectar a los jugadores»
MATEO GONZÁLEZ. SEVILLA
Publicado Martes, 24-02-09 a las 07:05
Paco Chaparro fue valiente ayer al atender a los medios oficiales del club para dar explicaciones sobre la goleada encajada en el Santiago Bernabéu. El problema es que esa valentía no se corresponde con el nivel de las excusas. Apenas las hay y el trianero reconocía que tenían que «pedir disculpas a aficionados y simpatizantes», pero lanzó a la esfera pública un suceso que suena accesorio tras el 6-1. Para el trianero el mal inicio del partido pudo deberse «a la templanza (sic) reinante en el vestuario. En el hotel había mucho ánimo, los jugadores tenían muchas ganas de ir a por el Madrid pero en el vestuario hacía mucho calor y sufrimos un bajonazo. Me di cuenta, no me gustó y se lo comenté a Carmelo y a Mariano, no sé si eso tiene algo que ver pero debo contarlo. Salimos fuera unos veinte minutos para hacer unos movimientos e incluso José León manipuló unos grifos para bajar la calefacción. Después saltamos al campo y la actitud de pasividad de no disputar, de no ir… y esa sensación la teníamos todos en el banquillo, quisimos frenarlo con un cambio o dos, pero el equipo no iba».
Dejando este detalle al que Chaparro le dio más importancia de la que debería tener tras una derrota tan abultada y mostrando un juego tan pobre, el técnico bético pasaba al reconocimiento de las culpas. «Es mi obligación cuando se produce un resultado de esta forma, al ser el responsable, dar la cara y explicar a todos los aficionados béticos lo que ocurrió, y queremos pedir disculpas todos por el encuentro que hicimos. También al dueño del club porque no se lo merece».
Continuaba por la misma senda el preparador heliopolitano cuando asumía todo tipo de responsabilidades tras el varapalo sufrido en la capital de España: «El responsable máximo es el entrenador. Soy el líder del grupo y tengo que aceptar todo esto. Las soluciones las tendré que buscar en el vestuario, pero la culpa no se la puedo echar a los jugadores. Siempre que uno es jefe de un grupo, siempre debe cargar con todas las responsabilidades cuando ocurren cosas como la del sábado».
Oliveira, Ricardo, Mark...
También se refirió Chaparro a casos concretos de jugadores de su plantilla. Sobre el brasileño señalaba que «sigue teniendo una ilusión tremenda y hemos hablado con él para ver lo que pasó el sábado», mientras que acerca de Ricardo argumentaba que «no ha jugado antes porque aunque el otro portero (Casto) tenía fallos, el equipo ganaba. Antes de que volviera a ser titular hablamos con él y estaba de acuerdo con la situación». Mientras, para el chileno pedía calma: «Su actuación fue similar a la del resto. Tiene que entrar en forma, ahora no lo está, pero espero que la coja pronto porque le necesitamos al cien por cien».
Monzón y Emana no se escaparon del análisis. Del argentino desveló que «no quiere volver a jugar de central, pero me vi obligado para no cargar de tarjetas a los que ya las tenían pues nos podíamos haber quedado con diez», y sobre el camerunés y su juego... «Hemos hablado con él muchas veces, sobre su fútbol, cómo lo interpreta y cómo lo practica, y él está intentando acoplarse. Cuando se centre ya definitivamente volverá a jugar como él sabe. No tiene una continuidad. También decae física y mentalmente y eso se nota en su rendimiento».
Incluso, Chaparro se refirió a que su crédito es mayor que el de otros entrenadores en Primera que con situaciones similares han sido despedidos. «Claro que valoro la confianza del club. Siempre les he respondido y les di rendimiento, por eso estoy aquí. Si la cosa no cambia indudablemente tendrán que tomar una decisión».
MATEO GONZÁLEZ. SEVILLA
Publicado Martes, 24-02-09 a las 07:05
Paco Chaparro fue valiente ayer al atender a los medios oficiales del club para dar explicaciones sobre la goleada encajada en el Santiago Bernabéu. El problema es que esa valentía no se corresponde con el nivel de las excusas. Apenas las hay y el trianero reconocía que tenían que «pedir disculpas a aficionados y simpatizantes», pero lanzó a la esfera pública un suceso que suena accesorio tras el 6-1. Para el trianero el mal inicio del partido pudo deberse «a la templanza (sic) reinante en el vestuario. En el hotel había mucho ánimo, los jugadores tenían muchas ganas de ir a por el Madrid pero en el vestuario hacía mucho calor y sufrimos un bajonazo. Me di cuenta, no me gustó y se lo comenté a Carmelo y a Mariano, no sé si eso tiene algo que ver pero debo contarlo. Salimos fuera unos veinte minutos para hacer unos movimientos e incluso José León manipuló unos grifos para bajar la calefacción. Después saltamos al campo y la actitud de pasividad de no disputar, de no ir… y esa sensación la teníamos todos en el banquillo, quisimos frenarlo con un cambio o dos, pero el equipo no iba».
Dejando este detalle al que Chaparro le dio más importancia de la que debería tener tras una derrota tan abultada y mostrando un juego tan pobre, el técnico bético pasaba al reconocimiento de las culpas. «Es mi obligación cuando se produce un resultado de esta forma, al ser el responsable, dar la cara y explicar a todos los aficionados béticos lo que ocurrió, y queremos pedir disculpas todos por el encuentro que hicimos. También al dueño del club porque no se lo merece».
Continuaba por la misma senda el preparador heliopolitano cuando asumía todo tipo de responsabilidades tras el varapalo sufrido en la capital de España: «El responsable máximo es el entrenador. Soy el líder del grupo y tengo que aceptar todo esto. Las soluciones las tendré que buscar en el vestuario, pero la culpa no se la puedo echar a los jugadores. Siempre que uno es jefe de un grupo, siempre debe cargar con todas las responsabilidades cuando ocurren cosas como la del sábado».
Oliveira, Ricardo, Mark...
También se refirió Chaparro a casos concretos de jugadores de su plantilla. Sobre el brasileño señalaba que «sigue teniendo una ilusión tremenda y hemos hablado con él para ver lo que pasó el sábado», mientras que acerca de Ricardo argumentaba que «no ha jugado antes porque aunque el otro portero (Casto) tenía fallos, el equipo ganaba. Antes de que volviera a ser titular hablamos con él y estaba de acuerdo con la situación». Mientras, para el chileno pedía calma: «Su actuación fue similar a la del resto. Tiene que entrar en forma, ahora no lo está, pero espero que la coja pronto porque le necesitamos al cien por cien».
Monzón y Emana no se escaparon del análisis. Del argentino desveló que «no quiere volver a jugar de central, pero me vi obligado para no cargar de tarjetas a los que ya las tenían pues nos podíamos haber quedado con diez», y sobre el camerunés y su juego... «Hemos hablado con él muchas veces, sobre su fútbol, cómo lo interpreta y cómo lo practica, y él está intentando acoplarse. Cuando se centre ya definitivamente volverá a jugar como él sabe. No tiene una continuidad. También decae física y mentalmente y eso se nota en su rendimiento».
Incluso, Chaparro se refirió a que su crédito es mayor que el de otros entrenadores en Primera que con situaciones similares han sido despedidos. «Claro que valoro la confianza del club. Siempre les he respondido y les di rendimiento, por eso estoy aquí. Si la cosa no cambia indudablemente tendrán que tomar una decisión».
No me llego a creer esto.....
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