Visto lo visto, está claro que el comienzo de Liga era un poco lo que se esperaba. Un equipo aún en rodaje que no pinta mal del todo, pero que con demasiada frecuencia (y facilidad) pasa de aparentar poder llevar la manija del partido al desorden más inesperado y a una falta de templanza impropia de la categoría en la que se juega. Y todo en noventa minutos.
Aún no se sabe a que ritmo juega el equipo, si bien es salir rápido a la contra o tener el balón y esperar a que lleguen las oportunidades.
Todo esto, aunque no deja de ser un inconveniente, entraba dentro del guión de la temporada 08/09, ya que la planificación deportiva del club no ha permitido, entre otras cosas, que el míster trabaje con la plantilla al completo como Dios manda.
Dejando correr las dos primeras jornadas, el caprichoso sorteo nos depara un mes de los de "Agárralo como puedas"; y es que si bien la semana que viene nos visitan las vecinas, después vamos al Camp Nou, recibimos al Madrid y cerramos el mes jugando a domicilio en El Madrigal.
La intención del post no es en sí el pesimismo ni el catastrofismo (el año pasado excepto con el Sevilla, fuimos capaces de sacar muy buenos resultados contra el Madrid, Barça y Villareal), sino saber cuantas jornadas necesita este equipo de crédito para saber realmente a qué juegan y su capacidad para ser un equipo constante y regular.
Aún no se sabe a que ritmo juega el equipo, si bien es salir rápido a la contra o tener el balón y esperar a que lleguen las oportunidades.
Todo esto, aunque no deja de ser un inconveniente, entraba dentro del guión de la temporada 08/09, ya que la planificación deportiva del club no ha permitido, entre otras cosas, que el míster trabaje con la plantilla al completo como Dios manda.
Dejando correr las dos primeras jornadas, el caprichoso sorteo nos depara un mes de los de "Agárralo como puedas"; y es que si bien la semana que viene nos visitan las vecinas, después vamos al Camp Nou, recibimos al Madrid y cerramos el mes jugando a domicilio en El Madrigal.
La intención del post no es en sí el pesimismo ni el catastrofismo (el año pasado excepto con el Sevilla, fuimos capaces de sacar muy buenos resultados contra el Madrid, Barça y Villareal), sino saber cuantas jornadas necesita este equipo de crédito para saber realmente a qué juegan y su capacidad para ser un equipo constante y regular.
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