Sigo con interes lejos de heliopolis todos los acontecimientos que ocurren en torno al equipo de futbol del que soy seguidor. Ustedes diran, pues es lo que le ocurre a millones de aficionados al futbol. Yo les contestare, que puede que asi sea, pero en el caso del betis es distinto, no solo se sigue a un equipo de futbol desde otra ciudad, en este caso se es seguidor de la gente que arropa a ese conjunto de jugadores que practican un deporte que me gusta.
Despues de muchos años empiezo a darme cuenta de que toda la institución que hay entorno al equipo de futbol que yo sigo se ha convertido en un coto, como la de la españa de los currelantes que cantó Carlos Cano. Hay que estarle agradecido al señorito, por que todo es por nuestro bien, por que lo hace por lo mejor, por que siente la necesidad que se le adule, por que todo aparece y desaparece en una nuve magica que un predistijitador bien entrenado crea a su antojo a golpe de efecto.
Yo, con mis años ya, empiezo a hacerme una reflexión sobre el equipo del que soy seguidor y me planteo una situación en la que veo que el Betis tiende a desaparecer por que se hundira con su señorito cual valiente capitan de navio que se hunde con su flota, pero en este caso el capitan de navio se esta agenciando un flotador para salir airoso del naufragio cediendo los galones y estrellas. Y yo no estoy para servilismos, ni para pantomimas. Los pelos de mi pecho son canos y por encima de todo uno se debe a sus principios.
Tambien me hago una reflexion, por que no se reinventa el betis, por que no se pone en marcha un club de futbol que arrastre los sentimientos doloridos que no pueden luchar contra el mercantilismo egoista instaurado en un club que ya no es un club, sino una S.A. en la que existe una seccion descuartizadora de sentimientos, y otra que se encarga de recordar de forma burlona quien es el que decide por el bien de todos.
La vida.
Despues de muchos años empiezo a darme cuenta de que toda la institución que hay entorno al equipo de futbol que yo sigo se ha convertido en un coto, como la de la españa de los currelantes que cantó Carlos Cano. Hay que estarle agradecido al señorito, por que todo es por nuestro bien, por que lo hace por lo mejor, por que siente la necesidad que se le adule, por que todo aparece y desaparece en una nuve magica que un predistijitador bien entrenado crea a su antojo a golpe de efecto.
Yo, con mis años ya, empiezo a hacerme una reflexión sobre el equipo del que soy seguidor y me planteo una situación en la que veo que el Betis tiende a desaparecer por que se hundira con su señorito cual valiente capitan de navio que se hunde con su flota, pero en este caso el capitan de navio se esta agenciando un flotador para salir airoso del naufragio cediendo los galones y estrellas. Y yo no estoy para servilismos, ni para pantomimas. Los pelos de mi pecho son canos y por encima de todo uno se debe a sus principios.
Tambien me hago una reflexion, por que no se reinventa el betis, por que no se pone en marcha un club de futbol que arrastre los sentimientos doloridos que no pueden luchar contra el mercantilismo egoista instaurado en un club que ya no es un club, sino una S.A. en la que existe una seccion descuartizadora de sentimientos, y otra que se encarga de recordar de forma burlona quien es el que decide por el bien de todos.
La vida.
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