El otro banquillo... Nuno
[CENTER]NUNO ESPÍRITO SANTO (VALENCIA CF)[/CENTER]
El míster del Valencia CF fue, como saben, portero del Oporto, el RC Deportivo de la Coruña o el Mérida, por ejemplo. Todo lo que ganó, lo ganó prácticamente en la sombra. Fue suplente de cancerberos de la talla de Vitor Bahía, por ejemplo, y acudió a la Eurocopa de 2008, conquistada por España.
Nuno ha sabido aprender sin el protagonismo de un portero en el campo, sin el cariño total del fútbol y con muchas tapas de desprecio en todos estos años. Un menjunje poco digestivo que fue equilibrándose en el preciso momento que entendió que la pelota sí podía darle más alegrías personales el día de mañana. Parar, quizás paraba poco, pero fue lo mejor profesional que pudo. Seguramente por eso apareció en su vida un tal Jorge Mendes, magnate del balompié actualmente. El representante portugués vio en su compatriota madera de técnico de los buenos, y no ha dudado en colocarlo en España en el momento que ha podido.
Y Nuno, con un equipo bien armando, todo sea dicho, hizo las cosas muy bien la temporada pasada. De momento capea bien el tremendo y constante temporal que un club como el valencianista tiene. Nos imaginamos igualmente que todo debe ser mucho más fácil cuando Mendes te secunda. Algún que otro hombre de la casa ha dejado la misma por perder la batalla con el entrenador que ha metido a los de Mestalla en Champions este curso. Importante dato éste, como lo es el hecho que haya perdido a su mejor central (Otamendi) a última hora.
Esta campaña debe tocar ver la mejoría de este entrenador cuya exigencia al equipo ha subido considerablemente por muchos futbolistas que hayan abandonado el barco. Mestalla no entiende de eso, tanto es así que ya escuchó pitos el día que sus hombres empatan ante el Deportivo de la Coruña. El portugués, a pesar de su coraza, no debe olvidar que hizo un año espléndido y que eso ya no importa. Dirige a un equipo complicado, muy complicado. Sus maneras, por lo general, gustan. Intenta trasladar a los suyos la altura del conjunto en el que juegan y les saca rendimiento. Le gusta hacerlo lo bonito que el guión puede demandar pero sin dejar de mirar al marco rival, en cuyas cercanías le encanta manejarse. De momento Nuno cala en el Valencia CF hasta tal punto que se le prefiere a él antes que a los que han podido poner trabas a su trabajo. Lo malo es que en Mestalla, eso importa hoy pero no mañana.
El míster del Valencia CF fue, como saben, portero del Oporto, el RC Deportivo de la Coruña o el Mérida, por ejemplo. Todo lo que ganó, lo ganó prácticamente en la sombra. Fue suplente de cancerberos de la talla de Vitor Bahía, por ejemplo, y acudió a la Eurocopa de 2008, conquistada por España.
Nuno ha sabido aprender sin el protagonismo de un portero en el campo, sin el cariño total del fútbol y con muchas tapas de desprecio en todos estos años. Un menjunje poco digestivo que fue equilibrándose en el preciso momento que entendió que la pelota sí podía darle más alegrías personales el día de mañana. Parar, quizás paraba poco, pero fue lo mejor profesional que pudo. Seguramente por eso apareció en su vida un tal Jorge Mendes, magnate del balompié actualmente. El representante portugués vio en su compatriota madera de técnico de los buenos, y no ha dudado en colocarlo en España en el momento que ha podido.
Y Nuno, con un equipo bien armando, todo sea dicho, hizo las cosas muy bien la temporada pasada. De momento capea bien el tremendo y constante temporal que un club como el valencianista tiene. Nos imaginamos igualmente que todo debe ser mucho más fácil cuando Mendes te secunda. Algún que otro hombre de la casa ha dejado la misma por perder la batalla con el entrenador que ha metido a los de Mestalla en Champions este curso. Importante dato éste, como lo es el hecho que haya perdido a su mejor central (Otamendi) a última hora.
Esta campaña debe tocar ver la mejoría de este entrenador cuya exigencia al equipo ha subido considerablemente por muchos futbolistas que hayan abandonado el barco. Mestalla no entiende de eso, tanto es así que ya escuchó pitos el día que sus hombres empatan ante el Deportivo de la Coruña. El portugués, a pesar de su coraza, no debe olvidar que hizo un año espléndido y que eso ya no importa. Dirige a un equipo complicado, muy complicado. Sus maneras, por lo general, gustan. Intenta trasladar a los suyos la altura del conjunto en el que juegan y les saca rendimiento. Le gusta hacerlo lo bonito que el guión puede demandar pero sin dejar de mirar al marco rival, en cuyas cercanías le encanta manejarse. De momento Nuno cala en el Valencia CF hasta tal punto que se le prefiere a él antes que a los que han podido poner trabas a su trabajo. Lo malo es que en Mestalla, eso importa hoy pero no mañana.