Estimado Sr.:

Desde estas líneas me gustaría hacerle una petición. Se que no tendrá buena acogida, que ni tan si quiera se lo planteará, pero no puedo dejar de solicitárselo ante los acontecimientos que vienen en pocas fechas.

Desde estas líneas quiero pedirle que se retire, que al menos haga un solo servicio de valor para ese Betis que dice usted valorar tanto, ese que no es otro como bien es dicho por todo el mundo que un conjunto de sentimientos y de personas, los béticos, que no lo queremos.

Le escribe un bético de a pie, sin acciones, sin más fuerza, sin menos fuerza que la que da sentirse Bético desde que iba al campo con mi abuelo. Le ruego, que de un paso atrás, que rectifique y que no la "embarre" más, que ya bastante mal nos ha hecho estando al lado de la persona que nos ha metido donde estamos y siendo connivente con un "personaje" que vino a aprovecharse del Betis, y que incluso ahora está al acecho por si le dejan volver a entrar.

Se lo pedimos los Béticos, esos a los que usted tendrá que soportar día tras día exigiéndole que se vaya, si es que llega a pisar nuestro estadio. ¿No es mejor que siga usted disfrutando del Betis habiendo hecho algo en condiciones a seguir con esta postura falta de escrúpulos ni de sentimiento alguno?

Nadie en su sano juicio permitiría entrar de nuevo en su casa a la gente que, presuntamente, dilapidó su patrimonio y que quiere volver de nuevo cuando las cosas empiezan a arreglarse.

No lo queremos, ni a usted ni a sus Chaparros, ni a sus mentiras, ni a todo lo que trae con usted. Se lo pedimos la inmensa mayoría de los Béticos, a quien usted debería servir, no de los que debería servirse.

Se que esto no vale para casi nada, pero no me podía callar.