Ayer no sabe uno si asistió a una película de terror o a una rocambolesca comedia absurda, pero resulta frustrante que todas las películas acaben con el bético sumido en la tristeza, la vergüenza o la desolación. Frustrante y cansino.
Y lo peor es que no tiene mucha pinta de mejorar porque personas que ya han demostrado su incompetencia en escalones más altos pretenden solucionar los problemas eliminando a personas que han mostrado su incompetencia en escalones más bajos y al final será la pescadilla que se muerde la cola. Unos por unos, otros por otros y la casa sin barrer.

Es curioso lo que cambia la historia en 45', pero lejos de sorprenderme lo que hace es ratificarme en lo que ya pensaba semanas atrás. Relevar al entrenador puede ser bueno, puede que otro venga y tenga un efecto psicológico diferente para cambiar la dinámica, pero creo que el equipo tendrá los mismos defectos. Creo que ese Betis rácano y aburrido que veíamos semanas atrás era así precisamente para evitar lo de ayer. Esto es lo que escribíamos del partido ganado al Recre la semana pasada:

Dos formas de jugar, ya no lo hacemos encerrados atrás, lo hacemos al intercambio de golpes. Extrapolando nuestro vocabulario al boxeo, el Betis comenzó fuerte, lanzando golpes. Acertó dos pero no alcanzó al rival en varias ocasiones que habrían dejado en la lona a Osasuna ya en el primer round. Los navarros esperaron y azotaron a los verdiblancos en tres jugadas puntuales alcanzando el K.O. de la forma más dolorosa, cuando el rival se veía ganador. 45' que cambiaron los comentarios de entusiasmo, incluso de incredulidad que decían ver al mejor Betis hasta la fecha y que disfrutaban, con las quejas, el pesimismo y la tristeza tras la derrota.

El entrenador ha empezado a jugar como todo el mundo quería, pero este equipo es lo que es. Habría que valorar lo trabajado que está el equipo a balón parado porque es responsabilidad del entrenador, pero ya aviso de que quedarse uno en el segundo palo para evitar un remate se aprende de pequeños, y el despeje de puños de Adán no es trabajo del mister, es calidad. Ayer falló y costó un punto que igualmente hubiese sabido a derrota. La realidad es que este Betis es un compendio entre la mediocridad en defensa, el agujero que dejó en el centro del campo el bajón de intensidad, especialmente la desaparición a la que nos tiene muy acostumbrados Matilla y también un bajón de Ceballos y los cambios de un técnico que no voy a explicar porque la mayoría no tiene explicación. Si es de entrenador el insistir con jugadores que no dan de sí. Aun con amarilla, sacar a Lolo Reyes (de los mejores ayer) para meter a N'Diaye no es reforzar la defensa, es dejar las cosas como estaban, con ese agujero en la medular.

En definitiva, un equipo que necesita cambios en el entrenador que no ha sabido sacar partido a lo que tiene, cambios inexplicables que no solucionan nada y fijación con algunos jugadores de escondidas virtudes y graves defectos que le van a costar el puesto. Cambios en la plantilla que curiosamente viene jugando con la misma columna vertebral que bajó de forma ridícula a segunda y que mantienen un rendimiento muy parecido al que dieron el año pasado o incluso años atrás. Cambios en una dirección deportiva que no parece cualificada, con escasa o nula experiencia en estas lides y como tantos otros puestos en el club parece valorar más un pasado bético que una demostrada profesionalidad. El año pasado solo funcionaba el gol de Rubén, había que remodelar defensa y centro del campo y aunque se han retocado otros puestos siguen los mismos. Y cambios en la cúpula superior, donde algunos parecen aferrarse a un sillón del que se puede dimitir con cierta dignidad para buscar lo mejor para la institución, donde hay que tomar decisiones que parece que cuesta tomar por gente que sencillamente no está preparada para ello. Y dicho esto, si queréis hablamos de actuaciones individuales.

Adan: Sin dejarme llevar por la cantada final (igual no pudo despejar bien de puños por aguantar un micrófono para cantar con más propiedad), no me pareció mal partido del cancerbero. Creo que estuvo seguro y no estuvo mal durante el partido si olvidamos un juego con los pies que no es nada bueno desde siempre. No obstante, esa acción final empañó todo su partido. Bromas a parte, aunque la situación no está para muchas, asumir el error y trabajar para que no se vuelva a repetir debería ser el camino.

Molinero: Hoy tiene su propio apartado porque aunque algunos partidos ha tenido un rendimiento aceptable, correcto, ayer fue de los peores del equipo. Mal en la marca, mal en el juego sin balón defensivo. Sufrió en exceso y tuvo un partido para olvidar. Tampoco estuvo acertado ante el Recreativo y su rendimiento comienza a dejar bastante que desear para gran parte de la afición.

Bruno y Figueras: Personalmente creo que Bruno no estuvo tan mal como algunos comentan. Simplemente cuando se reciben goles todo el mundo mira a los centrales. No nos confundamos. Tienen el nivel que tienen, alguno por debajo de lo que yo quiero para el Betis, pero no toda la culpa fue suya e individualmente no me parece que fueran de lo peor del equipo. Ayer todo lo propició la pérdida del centro del campo y a balón parado, defienden más que los defensas, pero hay que tener ganas de hacerlo y estar concentrado.

Matilla: Una vez más, palos a Matilla. Incapaz de conservar cierto nivel durante gran parte del partido. Aparece y desaparece y eso, en el centro del campo es vital que no ocurra porque caminas y caminas con seguridad, de pronto pierdes tu supuesta brújula y estás perdido. Ese es Matilla. No me atrevería a denominarlo brújula, pero que sus desapariciones afectan de forma letal al equipo tanto para originar como para contener, es así en mi humilde opinión.

Lolo Reyes: Igual que en copa, o incluso el último partido dije que no fue de sus mejores partidos, que no estaba bien, ayer si estuvo al nivel que debe estar. Recuperó y bregó sin descanso hasta que Velázquez decidió sustituirlo. Parece un cambio lógico con el manual de entrenador en la mano. Jugador con amarilla, de incidencia en la recuperación, el contacto y por tanto con riesgo a ver otra cartulina. Sin embargo, viendo el partido, teniendo que contener el marcador y sabiendo que ni Ceballos ni sobretodo Matilla van a marcar esa línea en el centro del campo, yo no lo hubiera sacado y me sorprendió. Quizás dar empaque al mediocampo con la pareja Lolo-N'Diaye hubiese tenido mejor resultado. Ya no lo sabremos.

Dani Ceballos: Aportó y se desgastó, aunque no de forma tan destacada como en otros partidos. Suele pegar cierto bajón en la segunda parte y quizás podría haber sido uno de los cambios para dejarlo descansar.

Rennella y Rubén: Bien los dos, especialmente cuando vieron el balón en la primera parte. La segunda más bien observaron desde lejos. Es una pena que no acertaran con alguna otra ocasión ya que el buen Betis de la primera mitad invitaba a pensar que la ventaja pudo ser mayor.

Chuli, Pacheco y N'Diaye: Si alguien entendió los cambios ayer... N'Diaye debió salir antes. Chuli, por más que Molina pase por un mal momento no aportó nada de nada y Pacheco dio algo diferente pero tarde y a veces pecó de abusar de la conducción.

Julio Velázquez: Hace tiempo que perdió el crédito y lo sabemos todos. Ayer jugó como debió jugar desde principio de temporada y quizás la situación sería otra, o no visto lo visto. El nivel de algunos jugadores es el que es y sigo convencido de que venga el que venga este equipo va a recibir goles inverosímiles.
Sin embargo, esto no escusa al entrenador de nada. Cuando llegó, lo hizo bajo la vitola de gran estratega y ni en ataque ni en defensa se atisba pizarra. No comparto sus lecturas del partido y ayer creo que se equivocó en casi todas las decisiones que tuvo que tomar, no antes, pero si durante el partido.

Los males del Betis van más allá de la figura que se siente en el banquillo, pero este equipo necesita soluciones porque la segunda es larga, pero no infinita.