[CENTER]El beticismo, que buen vasallo si tuviera un buen señor[/CENTER]
[LEFT]Está claro como el agua clara que el mayor capital del Real Betis Balompié es su fiel infantería. Se demostró de forma palmaria en la noche grande de su fiesta centenarial. Acudió en masa y eso que agosto no es un mes muy taquillero, algo que puede comprobarse en cuantas retransmisiones televisivas proliferan estas noches aun con el seguidisimo Real Madrid en escena. Riazor con media entrada, el Colombino desértico y Heliópolis hasta el tejado, que un día es un día y cien años no se cumplen muy a menudo. Afición numerosa y fidelísima que, además, tuvo el buen gusto de no arremeter en dicha fiesta contra el reaparecido Manuel Ruiz de Lopera.[/LEFT]
[LEFT]Puede parefrasearse el Cantar del Mío Cid con aqueñño de "Dios!, qué buen vasallo si hubiere buen señor..." En vez de Rodrigo Díaz de Vivar, el beticismo, ese milagro genético que auna el fatalismo con la alegría y que es capaz de pegarle un corte de mangas a los malos tiempos que vive en un alarde como el de antier noche al final de la palmera. [/LEFT]
[LEFT]Y todo un día despuésd e que el señor que maneja su destino largase eso de que "el Betis sólo ingresa 5.000 millones y cási lo hemos gastado ya en fichajes". Pues si sólo ingresa ese dinero es, única y exclusivamente, por falta de imaginación, de estructuras y de un sentido empresarial mínimamente acorde con los tiempos que corren,[/LEFT]
[LEFT]Viendo esas riadas de béticos, grupos formados por familiares de dos o tres generaciones ir Palmera arriba aglutinados únicamente por el sentimiento bético da grima oir que sólo genera ésto o aquello porque quitando a los grandes auténticos... ¿qué club arrastra lo que arrastra el Betis, Lopera?[/LEFT]
[LEFT]De siempre el Betis sufrió las consecuencias de no contar con una clase dirigente acorde con las circunstancias, pero es que el secuestro que ahora sufre no tiene nombre. Qué buen vasallo el beticismo aun sin contar con un señor que sepa aprovechar su dinámica, esa fuerza que nace del cariño.[/LEFT]
[LEFT]Está claro como el agua clara que el mayor capital del Real Betis Balompié es su fiel infantería. Se demostró de forma palmaria en la noche grande de su fiesta centenarial. Acudió en masa y eso que agosto no es un mes muy taquillero, algo que puede comprobarse en cuantas retransmisiones televisivas proliferan estas noches aun con el seguidisimo Real Madrid en escena. Riazor con media entrada, el Colombino desértico y Heliópolis hasta el tejado, que un día es un día y cien años no se cumplen muy a menudo. Afición numerosa y fidelísima que, además, tuvo el buen gusto de no arremeter en dicha fiesta contra el reaparecido Manuel Ruiz de Lopera.[/LEFT]
[LEFT]Puede parefrasearse el Cantar del Mío Cid con aqueñño de "Dios!, qué buen vasallo si hubiere buen señor..." En vez de Rodrigo Díaz de Vivar, el beticismo, ese milagro genético que auna el fatalismo con la alegría y que es capaz de pegarle un corte de mangas a los malos tiempos que vive en un alarde como el de antier noche al final de la palmera. [/LEFT]
[LEFT]Y todo un día despuésd e que el señor que maneja su destino largase eso de que "el Betis sólo ingresa 5.000 millones y cási lo hemos gastado ya en fichajes". Pues si sólo ingresa ese dinero es, única y exclusivamente, por falta de imaginación, de estructuras y de un sentido empresarial mínimamente acorde con los tiempos que corren,[/LEFT]
[LEFT]Viendo esas riadas de béticos, grupos formados por familiares de dos o tres generaciones ir Palmera arriba aglutinados únicamente por el sentimiento bético da grima oir que sólo genera ésto o aquello porque quitando a los grandes auténticos... ¿qué club arrastra lo que arrastra el Betis, Lopera?[/LEFT]
[LEFT]De siempre el Betis sufrió las consecuencias de no contar con una clase dirigente acorde con las circunstancias, pero es que el secuestro que ahora sufre no tiene nombre. Qué buen vasallo el beticismo aun sin contar con un señor que sepa aprovechar su dinámica, esa fuerza que nace del cariño.[/LEFT]
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