"El otro día viendo al Betis disfruté como hacía tiempo. El conjunto verdiblanco es un bloque muy sólido que está trabajando a la perfección para salir del pozo de la segunda división. Está claro que la planificación iniciada por Lopera (con el apoyo de Víctor Fernández) y concluída por Luis Oliver está dando sus frutos. Es cierto que la situación es un poco ridícula. Manda Oliver pero casi no tiene acciones y las que compró no las paga. Jaime Rodríguez Sacristán ejerce de presidente y, aunque me consta que lo está haciendo bien, tendrá que dejar su cargo el 14 de diciembre si la audiencia provincial no le da la razón a Lopera.

A esta situación hemos llegado por culpa de la jueza Mercedes Alaya que ha formado un auténtico lío en la entidad con unas medidas cautelares desorbitadas. Pero vamos al asunto con el que titulo este artículo de opinión. ¿Cambiar lo que va bien?

Es increíble que ningún aficionado se plante y diga que en la junta de accionistas no hay que cambiar a la directiva actual. Los resultados están quedando demostrados. El Real Betis va líder y sacando un colchón al segundo. ¿Para qué cambiar?

Una afición responsable debería pedir la continuidad de este modelo, pues a estos señores, nos caigan mejor o peor, le están saliendo las cosas bien.
Me pongo las manos en la cabeza cuando leo y escucho que todo cambiará en la junta de accionistas del día 14 de diciembre. ¿La afición es lo que quiere? ¿Cambiar lo que se está haciendo bien? ¿cambiar lo que está dando resultados deportivos?

Imaginen que cambiamos de presidente y el equipo empieza a perder porque la plantilla pierda el respeto por los que mandan, se desconcentren, o porque sencillamente la pelota deje de entrar. ¿Qué pasará entonces?

Sinceramente no entiendo la urgencia de cambiar a una directiva que, aunque no comparto sus decisiones, están consiguiendo resultados deportivos.

Hay quien dice: "Jesusito de mi vida que me quede como estoy". Pues eso, que no me toquen nada, porque vamos camino de primera."

Y otro articulo de adorabustos

"Resulta sumamente llamativo ver la espiral subrealista en la que hemos entrado. Un señor que está en busca y captura en Ecija por haber llevado con su gestión al club al borde de la desaparición, sin carnet de socio y ni siquiera visitar el campo de hace años, que hablando hace de Lopera un académico de la Lengua, dando ruedas de prensa afirmando que va a poner el club patas arriba ahora que va bien, quitará todo hasta la secretaría técnica y habla de un nuevo proyecto deportivo. En serio nos preguntamos ¿alguien con dos dedos de luces puede pensar en un nuevo proyecto deportivo cuando el actual va tan fantásticamente bien? ¿es serio y razonable? ¿qué sentido tiene cambiar ahora al director de comunicación? ¿alguien ve mal Radio Betis? ¿por qué?

Hace poco Don Manuel comunicó su intención de impugnar dicha asamblea, la cual debería ser evitada judicialmente puesto que el verdadero futuro del Betis se medirá en la Audiencia Provincial, aparte de consideraciones sobre la anormalidad del papel de los "interventores".

Lo que salga de esta asamblea tendrá una vida totalmente efímera por cuanto todo apunta, al menos a tenor del miedo que se tiene bloqueando al máximo la llegada del caso a la audiencia, a una posible decisión al menos parcialmente favorable a Lopera en el sentido de devolverle los derechos políticos de sus acciones, lo cual inhabilitaría ipsofacto todo este gigantesco teatro de asambleas y gordillos, provocando un nuevo daño terrible al club el cual se vería en pocos meses sometidos a continuos cambios institucionales.

Esto lo saben, aunque lo callan, y de hecho parece que hay pavor a lo que pueda decir la Audiencia por lo que se están poniendo todos los obstáculos y dilaciones posibles para que se atrase al máximo la decisión y al menos poder ver al querido ecijano como presidente al menos por unas semanas y hacerse asi la ilusión de haber conseguido el Betis por la cara y sin poner un duro, como llevan soñando hace años. Pero si gloriosa para ellos va a ser su entrada, mas humillante será su salida con el rabo entre las piernas a poco que la Audiencia hable.

Lo que salga de la próxima asamblea es totalmente intrascendente, la verdadera Asamblea está por llegar, y entonces los que rien lloraran y los que lloran reiran... Oliver y Lopera lo saben y esperaran pacientemente su turno, que, no lo duden, llegará."