Esto lo he sacado de Sentir Bético, una crónica que no tiene desperdicio y con la que no puedo estar más de acuerdo:
"Muchas cosas hay que analizar de este primer envite copero contra el Valencia. En primer lugar, el partido sirvió para demostrar que como este equipo deje en el banquillo a tres o cuatro titulares no hay nada que hacer. El juego desplegado por los de Chaparro en el primer tiempo fue patético, llegando a parecer en muchos momentos un entrenamiento de los ché en Paterna. El Valencia –que no le gana a nadie desde hace tiempo- parecía el próximo campeón de Champions, ya que enfrente tenía a un número de jugadores que deambulaba por el césped con horchata en las venas.
En doce minutos, donde el Betis no vio el balón, Joaquín dejó la eliminatoria casi sentenciada con un futbol preciosista y de toque. Para demostrar cómo fue el primer tiempo de ese motón de jugadores inservibles para el fútbol, decir que el primer disparo a portería se produjo en el minuto 35 de la primera parte.
En la segunda, con la entrada de Juande y Damia, el equipo cambió algo la imagen, aunque bien es verdad que para mejorar los cuarenta primeros minutos no hay mucho que hacer. Con el gol de Pavone y la expulsión de Arizmendi, el Valencia tuvo muchos más problemas para sacar el balón hasta que Somoza se fue del partido con dos amarillas absurdas e impropias de un supuesto profesional del fútbol. A partir de ese momento, el partido se terminó.
Lo segundo que nos dejó el partido fue el impresentable comportamiento de ese grupo de hinchas situados en gol sur, que ante el lamentable espectáculo de la primera parte se dedicaron a clamar contra los jugadores olvidando que Don Manué es el máximo responsable de todo lo que ocurre en el Betis. Y lo es por la sencilla razón de que lo controla todo. Pero estos hinchas han debido de tener algún problema de amnesia y ya en la Junta General de Accionistas se doblegaron ante el dictador de la calle Jabugo –nos gustaría saber a qué precio- y ayer volvieron a dejar patente el apoyo a su emperador Lopera.
Por último, reflexionar sobre la figura de Chaparro. Desde estas páginas hemos sido fieles defensores del trianero pero se está equivocando gravemente tanto en el césped como en la sala de prensa. En el césped, por sacar un equipo con muchos canteranos a los que ayer fue como echarles a los leones. Siempre han comentando los que entienden de esto que a la gente de la cantera hay que ir dándole su sitio poco a poco. Y se equivoca usted en la sala de prensa, por tirar contra una afición que lleva tres años viendo mediocridades además de soportar indignidades, mentiras, engaños y ultrajes del máximo accionista.
Señor Chaparro, dice usted que la afición de Betis no era así, pero yo le digo que el cambio no se ha producido en la fiel infantería verdiblanca sino en una institución y un equipo que en estos momentos navega en la más absoluta vulgaridad. Para mi gusto, demasiado poco crítica es la afición con todo lo que pasa en este club y es ahí donde puede que radique el problema del Betis. Con un partido como el desplegado por sus hombres ayer, en muchas ciudades no volverían a aparecer por el campo en años"
"Muchas cosas hay que analizar de este primer envite copero contra el Valencia. En primer lugar, el partido sirvió para demostrar que como este equipo deje en el banquillo a tres o cuatro titulares no hay nada que hacer. El juego desplegado por los de Chaparro en el primer tiempo fue patético, llegando a parecer en muchos momentos un entrenamiento de los ché en Paterna. El Valencia –que no le gana a nadie desde hace tiempo- parecía el próximo campeón de Champions, ya que enfrente tenía a un número de jugadores que deambulaba por el césped con horchata en las venas.
En doce minutos, donde el Betis no vio el balón, Joaquín dejó la eliminatoria casi sentenciada con un futbol preciosista y de toque. Para demostrar cómo fue el primer tiempo de ese motón de jugadores inservibles para el fútbol, decir que el primer disparo a portería se produjo en el minuto 35 de la primera parte.
En la segunda, con la entrada de Juande y Damia, el equipo cambió algo la imagen, aunque bien es verdad que para mejorar los cuarenta primeros minutos no hay mucho que hacer. Con el gol de Pavone y la expulsión de Arizmendi, el Valencia tuvo muchos más problemas para sacar el balón hasta que Somoza se fue del partido con dos amarillas absurdas e impropias de un supuesto profesional del fútbol. A partir de ese momento, el partido se terminó.
Lo segundo que nos dejó el partido fue el impresentable comportamiento de ese grupo de hinchas situados en gol sur, que ante el lamentable espectáculo de la primera parte se dedicaron a clamar contra los jugadores olvidando que Don Manué es el máximo responsable de todo lo que ocurre en el Betis. Y lo es por la sencilla razón de que lo controla todo. Pero estos hinchas han debido de tener algún problema de amnesia y ya en la Junta General de Accionistas se doblegaron ante el dictador de la calle Jabugo –nos gustaría saber a qué precio- y ayer volvieron a dejar patente el apoyo a su emperador Lopera.
Por último, reflexionar sobre la figura de Chaparro. Desde estas páginas hemos sido fieles defensores del trianero pero se está equivocando gravemente tanto en el césped como en la sala de prensa. En el césped, por sacar un equipo con muchos canteranos a los que ayer fue como echarles a los leones. Siempre han comentando los que entienden de esto que a la gente de la cantera hay que ir dándole su sitio poco a poco. Y se equivoca usted en la sala de prensa, por tirar contra una afición que lleva tres años viendo mediocridades además de soportar indignidades, mentiras, engaños y ultrajes del máximo accionista.
Señor Chaparro, dice usted que la afición de Betis no era así, pero yo le digo que el cambio no se ha producido en la fiel infantería verdiblanca sino en una institución y un equipo que en estos momentos navega en la más absoluta vulgaridad. Para mi gusto, demasiado poco crítica es la afición con todo lo que pasa en este club y es ahí donde puede que radique el problema del Betis. Con un partido como el desplegado por sus hombres ayer, en muchas ciudades no volverían a aparecer por el campo en años"
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