No se si serán sevillistas o béticos. Lo que si se es que siempre dicen las cosas claras:
Hay muchas maneras de hacer el ridículo en un campo de fútbol y, desgraciadamente, el Betis ha hecho una demostración que posiblemente pasará a la historia del balompié nacional. Al más puro estilo Valle Inclán, los de Cúper han vuelto a demostrar que están en la penúltima posición de la tabla por méritos propios y que ni siquiera el Levante, un equipo desahuciado y condenado al descenso, es peor que los verdiblancos. Echar por tierra los dos goles de ventaja cosechados en la primera media hora es tan imperdonable como significativo de que eludir la Segunda División va a ser una tarea ardua y complicada. En la memoria de los béticos quedará después de esta noche el suplicio deportivo al que la pareja de centrales del Real Betis sometió a los suyos. A la indolencia de Juanito, que se autoexpulsó con roja directa por una dura entrada y se quita del cartel para recibir al Atlético, hay que añadir la preocupante ingenuidad de Lima. El lío que formaron entre los dos no tiene nombre. Eso sí, no fueron los únicos culpables de lo ocurrido.
En lo deportivo, Arzu y Edu, de penalti regalado por Bruno, ponían por delante a los verdiblancos. Cuando parecía imposible perder, el betis se superó a sí mismo y regaló el empate. Después el 3-2, luego empató por mediación de Pavone y después rizó el rizo dando la victoria al rival con un tanto de Javi Fuego. Decir que ha sido horroroso es quedarse corto.
Hay muchas maneras de hacer el ridículo en un campo de fútbol y, desgraciadamente, el Betis ha hecho una demostración que posiblemente pasará a la historia del balompié nacional. Al más puro estilo Valle Inclán, los de Cúper han vuelto a demostrar que están en la penúltima posición de la tabla por méritos propios y que ni siquiera el Levante, un equipo desahuciado y condenado al descenso, es peor que los verdiblancos. Echar por tierra los dos goles de ventaja cosechados en la primera media hora es tan imperdonable como significativo de que eludir la Segunda División va a ser una tarea ardua y complicada. En la memoria de los béticos quedará después de esta noche el suplicio deportivo al que la pareja de centrales del Real Betis sometió a los suyos. A la indolencia de Juanito, que se autoexpulsó con roja directa por una dura entrada y se quita del cartel para recibir al Atlético, hay que añadir la preocupante ingenuidad de Lima. El lío que formaron entre los dos no tiene nombre. Eso sí, no fueron los únicos culpables de lo ocurrido.
En lo deportivo, Arzu y Edu, de penalti regalado por Bruno, ponían por delante a los verdiblancos. Cuando parecía imposible perder, el betis se superó a sí mismo y regaló el empate. Después el 3-2, luego empató por mediación de Pavone y después rizó el rizo dando la victoria al rival con un tanto de Javi Fuego. Decir que ha sido horroroso es quedarse corto.
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