Aquí os dejo el magnífico artículo que la web Últimas Noticias del Real Betis, Cantera, Opinión e Historia - Manquepierda han hecho sobre Marco Rosa:
Marco Rosa, la próxima perla del filial
Trayectoria, anécdotas y progresión sobre una de las promesas más firmes de Heliópolis.
Publicado el 10 sep 2013
Marco Rosa Blanco (Sevilla, 30-11-1995) prosigue con la estirpe del centrocampista jugón. La escuela del sur, con un físico pobretón, digamos que justo para la categoría, y un duende capaz de decidir el devenir de cualquier encuentro, independientemente de quien se halle delante. Es, ante todo, arte en estado puro, con la dependencia inspiracional que ello conlleva.
Un pequeñito (1,75m y 62 kg) esmoquinado y dirigiendo la orquesta a través de una batuta, conseguida en una madera finísima, con capacidad para equilibrar el juego de una manera excelsa. Una ilusión por reencarnar el espíritu trequartista de antaño, bajando a recibir y colocando el balón donde nadie podría haberlo visto en sus mejores sueños. La llegada, junto al balón parado, es otro de los puntos fuertes. Quién iba a presuponerse que la elegancia se riñe con un instinto asesino. Marco es así.Sus compañeros avalan tanto la calidad futbolística como personal. Álex Barrera, capitán y alma del prometedor División de Honor,[CENTER]Junto a Pepelu Vidal, otra de las grandes promesas en la factoría verdiblanca.
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señala que “sólo puedo decir cosas buenas sobre Marco”. Además, cuenta una anécdota con el mediapunta: “En los calentamientos previos al partido, jugábamos a pares o nones quién tiraba la primera falta”.Álex Lázaro es uno de los guardametas con más futuro de la factoría verdiblanca. Chipionero por excelencia, ha realizado la pretemporada a caballo entre el filial y el primer equipo, cuando la situación de Guillermo Sara se enrevesó. Lo describefutbolísticamente: “Marco es la magia en persona, la capacidad de sacar todo desde la nada. Buen futbolista, pero mejor persona”. No puede quitarse un recuerdo de su cabeza: “Siempre que lo nombro, recuerdo ese zurdazo ante el Coria”. Le vaticina un gran futuro con la verdiblanca: “Es un futbolista que llegará. Este año, sonará mucho su nombre. Por último, quiero decir que, aunque me mete mucha caña, lo hace cariñosamente, como hermanos”.Criado, futbolísticamente, en un barrio contrastado con el verdiblanco, Nervión, dio sus primeros pelotazos en la Agrupación Deportiva que porta el nombre del distrito. Como todo futbolista puntero en los colores blanquiazules, marcha unos kilómetros más allá, por la Carretera de Utrera, vía convenio. Un periplo pobre, escaso, de una sola temporada. La confluencia de rivalidades es erróneamente juzgada, mayoritariamente. Un caramelo demasiado jugoso para ser rechazado. Un error a la hora de visionar el futuro cuando, tras recalar de nuevo en la A.D. Nervión, ficha por el Cadete A del Real Betis Balompié.2010-2011. Alguien prevé una ilusión y muchísimas alegrías. Un proyecto de futuro. Cuando Heliópolis era honroso. Rendía culto a su nombre y no a un proyecto en mar de borrajas, más utópico conforme avanzan las temporadas. Aquel Heliópolis caótico en lo infraestructural, pero de categoría en lo relativo a formación. Últimos coletazos de Valenzuela y su camarilla, exitosa en gran parte por invertir las tornas ante la tiranía del eterno rival.El Cadete A, con figuras, hoy de actualidad, como el propio Marco, Álex Barrera, el sobrino de Juanito, Óscar Herrera o Pepelu Vidal, tenía ganas de vendetta. El desenlace de la 2009-2010 decidió darle la peor parte a los verdiblancos y perdió el campeonato del Grupo 1 por un solo punto. Cómo no, ante el eterno rival.
Una temporada de ensueño. Se pudo dar la vuelta a la tortilla. El Real Betis Balompié Cadete A ganó el campeonato de su grupo y, de cara al reinado en Andalucía, despóticamente gobernado por los rojiblancos, se avecinaban tormentas de revolución. Las eliminatorias depararon el enfrentamiento contra el Málaga C.F., vencido por 3-4 y, por fin, la final. El momento ansiado un año atrás.La precuela decantaba la moneda a favor de los heliopolitanos, pero las sensaciones y, mucho menos, los pronósticos, son buenos consejeros en una final. Gustavo Sánchez dirigió el timón de una manera ejemplar. La participación activa del mediapunta fue clave ya no sólo en este partido, sino en el curso. Participó con un gol, transformando una pena máxima, provocada por él mismo.Un toque sutil a la bola. Una milésima de segundo, provocando el aturdimiento del central, sabedor de la infracción recién cometida. Recrimina justamente al colegiado, que no puede taparse los ojos ante semejante infracción. Marco le dice “yo, yo”, al portero sevillista, aún sosteniendo el balón. El guardameta adivina las intenciones, pero, la magnífica colocación al palo, impide hacer algo al respecto. Supone el 0-2. El primer tanto llegó a través de un cabezazo de Óscar Herrera. El tercero y último, otra pena máxima. Esta vez, Pepelu, ejecutando una panenka gloriosa.2011-2012. “Otra vez, estos”, dicen desde Nervión. La exitosa generación cadete es exportada a juveniles. Una categoría con mayor exigencia y donde, la confrontación, no siempre es equilibrada: cohabitan equipos con futbolistas de los tres años que componen el último escalón, previo al profesionalismo.Y otra vez, finalmente. De la mano de José Tadeo, un viejo conocido en la extinta Preferente Juvenil verdiblanca, el Real Betis Balompié consiguió su enésimo campeonato, en la que fue su categoría predilecta durante algún tiempo.82 puntos, cuatro de ventaja sobre el eterno rival. Veintiséis victorias, cuatro empates y las mismas derrotas.La vendetta es uno de los conceptos favoritos en su vocabulario. Cada vez que hay derbi, se sale. Ofrece un recital que bien podría llamar la atención de cualquier club de nivel. Además, su posición en mediocampo no impide la afinación de su olfato. Cuatro goles en cinco derbis.[CENTER]El momento de la lesión, perteneciente al derbi del año pasado. Fotografía: Betisweb.
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Se viene la 2012-2013. El único borrón en lo que concierne a juego colectivo y, en mayor o menor medida, al ámbito individual. Va flechado al que consideró su objetivo desde siempre: llegar al profesionalismo. Tanto es así, que su estancia en el Liga Nacional, segundo conjunto juvenil, es inédita. Pasa a competir con el División de Honor, primer conjunto juvenil. En primera instancia, entrenado por Puma y, tras tomar el mando del filial, llegó Juanmi Puentenueva, firmando una temporada muy discreta.Otro año más, llegó el derbi. En esta ocasión, el final no pudo haber sido más catastrófico. Una lesión de tobillo lo aleja de toda participación en unos meses. El rumbo del equipo, cuyo comienzo invicto con Puma invitaba a cotas altas, marchaba hacia la deriva con Puentenueva. Finalmente, se cosechó un pésimo cuarto puesto, a quince puntos del tercer clasificado, el Málaga C.F.La reaparición, allá por abril, reafirmó la viveza de la llama. Había vuelto. En algunos amistosos, la calidad volvió a vislumbrarse. La fortaleza mental, otorgada por una lesión de media-larga duración, hace más hombre al futbolista y más futbolista al hombre. Lo adecua al terreno, pierde la virginidad en una situación tan desagradable como necesaria.
2013-2014. Sensaciones positivas. Un sueño, cada vez, más cercano. Óscar Cano está prendado con la calidad del futbolista, junto a otro talento precoz, Ignacio Abeledo. Ambos realizan la pretemporada con el filial verdiblanco, sin contar con minutos en demasía. Lo jugado, es satisfactorio.En su último año juvenil, ya trabaja, codo con codo, con el segundo equipo del Real Betis Balompié. Por la mente del técnico granadino no pasa, siquiera, el entreno semanal junto a sus compañeros del División de Honor, sino que se ejercite con los ‘grandes’. No necesita más, rebajarse a una categoría donde podría verse constreñido por la ausencia de nivel. Los futbolistas, con una proyección realmente prometedora, nunca han necesitado más allá de un par de temporadas en juveniles: la alternativa y la posterior confirmación.Aún no ha debutado por motivos burocráticos. Arrastraba una sanción desde la temporada pasado, cumplida este mismo fin de semana, al no poder jugar contra en Málaga en juveniles, igual que Pepelu. Óscar Cano afirmó que, de no ser tal el impedimento, habría partido en el once titular contra el Coria C.F., en la primera jornada de Tercera División.Siguiendo el transcurso de los hechos, el debut no se hará esperar, al igual que el deleite por parte del mártir-aficionado al fútbol base. Pasen, disfruten y vean, porque el futuro del Real Betis Balompié tiene nombre y apellidos: Marco Rosa Blanco.
Marco Rosa, la próxima perla del filial
Trayectoria, anécdotas y progresión sobre una de las promesas más firmes de Heliópolis.
Publicado el 10 sep 2013
Marco Rosa Blanco (Sevilla, 30-11-1995) prosigue con la estirpe del centrocampista jugón. La escuela del sur, con un físico pobretón, digamos que justo para la categoría, y un duende capaz de decidir el devenir de cualquier encuentro, independientemente de quien se halle delante. Es, ante todo, arte en estado puro, con la dependencia inspiracional que ello conlleva.
Un pequeñito (1,75m y 62 kg) esmoquinado y dirigiendo la orquesta a través de una batuta, conseguida en una madera finísima, con capacidad para equilibrar el juego de una manera excelsa. Una ilusión por reencarnar el espíritu trequartista de antaño, bajando a recibir y colocando el balón donde nadie podría haberlo visto en sus mejores sueños. La llegada, junto al balón parado, es otro de los puntos fuertes. Quién iba a presuponerse que la elegancia se riñe con un instinto asesino. Marco es así.Sus compañeros avalan tanto la calidad futbolística como personal. Álex Barrera, capitán y alma del prometedor División de Honor,[CENTER]Junto a Pepelu Vidal, otra de las grandes promesas en la factoría verdiblanca.
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señala que “sólo puedo decir cosas buenas sobre Marco”. Además, cuenta una anécdota con el mediapunta: “En los calentamientos previos al partido, jugábamos a pares o nones quién tiraba la primera falta”.Álex Lázaro es uno de los guardametas con más futuro de la factoría verdiblanca. Chipionero por excelencia, ha realizado la pretemporada a caballo entre el filial y el primer equipo, cuando la situación de Guillermo Sara se enrevesó. Lo describefutbolísticamente: “Marco es la magia en persona, la capacidad de sacar todo desde la nada. Buen futbolista, pero mejor persona”. No puede quitarse un recuerdo de su cabeza: “Siempre que lo nombro, recuerdo ese zurdazo ante el Coria”. Le vaticina un gran futuro con la verdiblanca: “Es un futbolista que llegará. Este año, sonará mucho su nombre. Por último, quiero decir que, aunque me mete mucha caña, lo hace cariñosamente, como hermanos”.Criado, futbolísticamente, en un barrio contrastado con el verdiblanco, Nervión, dio sus primeros pelotazos en la Agrupación Deportiva que porta el nombre del distrito. Como todo futbolista puntero en los colores blanquiazules, marcha unos kilómetros más allá, por la Carretera de Utrera, vía convenio. Un periplo pobre, escaso, de una sola temporada. La confluencia de rivalidades es erróneamente juzgada, mayoritariamente. Un caramelo demasiado jugoso para ser rechazado. Un error a la hora de visionar el futuro cuando, tras recalar de nuevo en la A.D. Nervión, ficha por el Cadete A del Real Betis Balompié.2010-2011. Alguien prevé una ilusión y muchísimas alegrías. Un proyecto de futuro. Cuando Heliópolis era honroso. Rendía culto a su nombre y no a un proyecto en mar de borrajas, más utópico conforme avanzan las temporadas. Aquel Heliópolis caótico en lo infraestructural, pero de categoría en lo relativo a formación. Últimos coletazos de Valenzuela y su camarilla, exitosa en gran parte por invertir las tornas ante la tiranía del eterno rival.El Cadete A, con figuras, hoy de actualidad, como el propio Marco, Álex Barrera, el sobrino de Juanito, Óscar Herrera o Pepelu Vidal, tenía ganas de vendetta. El desenlace de la 2009-2010 decidió darle la peor parte a los verdiblancos y perdió el campeonato del Grupo 1 por un solo punto. Cómo no, ante el eterno rival.
Una temporada de ensueño. Se pudo dar la vuelta a la tortilla. El Real Betis Balompié Cadete A ganó el campeonato de su grupo y, de cara al reinado en Andalucía, despóticamente gobernado por los rojiblancos, se avecinaban tormentas de revolución. Las eliminatorias depararon el enfrentamiento contra el Málaga C.F., vencido por 3-4 y, por fin, la final. El momento ansiado un año atrás.La precuela decantaba la moneda a favor de los heliopolitanos, pero las sensaciones y, mucho menos, los pronósticos, son buenos consejeros en una final. Gustavo Sánchez dirigió el timón de una manera ejemplar. La participación activa del mediapunta fue clave ya no sólo en este partido, sino en el curso. Participó con un gol, transformando una pena máxima, provocada por él mismo.Un toque sutil a la bola. Una milésima de segundo, provocando el aturdimiento del central, sabedor de la infracción recién cometida. Recrimina justamente al colegiado, que no puede taparse los ojos ante semejante infracción. Marco le dice “yo, yo”, al portero sevillista, aún sosteniendo el balón. El guardameta adivina las intenciones, pero, la magnífica colocación al palo, impide hacer algo al respecto. Supone el 0-2. El primer tanto llegó a través de un cabezazo de Óscar Herrera. El tercero y último, otra pena máxima. Esta vez, Pepelu, ejecutando una panenka gloriosa.2011-2012. “Otra vez, estos”, dicen desde Nervión. La exitosa generación cadete es exportada a juveniles. Una categoría con mayor exigencia y donde, la confrontación, no siempre es equilibrada: cohabitan equipos con futbolistas de los tres años que componen el último escalón, previo al profesionalismo.Y otra vez, finalmente. De la mano de José Tadeo, un viejo conocido en la extinta Preferente Juvenil verdiblanca, el Real Betis Balompié consiguió su enésimo campeonato, en la que fue su categoría predilecta durante algún tiempo.82 puntos, cuatro de ventaja sobre el eterno rival. Veintiséis victorias, cuatro empates y las mismas derrotas.La vendetta es uno de los conceptos favoritos en su vocabulario. Cada vez que hay derbi, se sale. Ofrece un recital que bien podría llamar la atención de cualquier club de nivel. Además, su posición en mediocampo no impide la afinación de su olfato. Cuatro goles en cinco derbis.[CENTER]El momento de la lesión, perteneciente al derbi del año pasado. Fotografía: Betisweb.
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Se viene la 2012-2013. El único borrón en lo que concierne a juego colectivo y, en mayor o menor medida, al ámbito individual. Va flechado al que consideró su objetivo desde siempre: llegar al profesionalismo. Tanto es así, que su estancia en el Liga Nacional, segundo conjunto juvenil, es inédita. Pasa a competir con el División de Honor, primer conjunto juvenil. En primera instancia, entrenado por Puma y, tras tomar el mando del filial, llegó Juanmi Puentenueva, firmando una temporada muy discreta.Otro año más, llegó el derbi. En esta ocasión, el final no pudo haber sido más catastrófico. Una lesión de tobillo lo aleja de toda participación en unos meses. El rumbo del equipo, cuyo comienzo invicto con Puma invitaba a cotas altas, marchaba hacia la deriva con Puentenueva. Finalmente, se cosechó un pésimo cuarto puesto, a quince puntos del tercer clasificado, el Málaga C.F.La reaparición, allá por abril, reafirmó la viveza de la llama. Había vuelto. En algunos amistosos, la calidad volvió a vislumbrarse. La fortaleza mental, otorgada por una lesión de media-larga duración, hace más hombre al futbolista y más futbolista al hombre. Lo adecua al terreno, pierde la virginidad en una situación tan desagradable como necesaria.
2013-2014. Sensaciones positivas. Un sueño, cada vez, más cercano. Óscar Cano está prendado con la calidad del futbolista, junto a otro talento precoz, Ignacio Abeledo. Ambos realizan la pretemporada con el filial verdiblanco, sin contar con minutos en demasía. Lo jugado, es satisfactorio.En su último año juvenil, ya trabaja, codo con codo, con el segundo equipo del Real Betis Balompié. Por la mente del técnico granadino no pasa, siquiera, el entreno semanal junto a sus compañeros del División de Honor, sino que se ejercite con los ‘grandes’. No necesita más, rebajarse a una categoría donde podría verse constreñido por la ausencia de nivel. Los futbolistas, con una proyección realmente prometedora, nunca han necesitado más allá de un par de temporadas en juveniles: la alternativa y la posterior confirmación.Aún no ha debutado por motivos burocráticos. Arrastraba una sanción desde la temporada pasado, cumplida este mismo fin de semana, al no poder jugar contra en Málaga en juveniles, igual que Pepelu. Óscar Cano afirmó que, de no ser tal el impedimento, habría partido en el once titular contra el Coria C.F., en la primera jornada de Tercera División.Siguiendo el transcurso de los hechos, el debut no se hará esperar, al igual que el deleite por parte del mártir-aficionado al fútbol base. Pasen, disfruten y vean, porque el futuro del Real Betis Balompié tiene nombre y apellidos: Marco Rosa Blanco.
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