Hola a todos
Inicio este post para compartir con quien considero mi segunda familia, que sois vosotros, una buena noticia para mí en lo personal, que da un poco de luz en estos momentos tan necesitados de ello.
Es un honor anunciar que ayer nació mi primera hija, que ha visto la luz en Madrid. Tanto madre como hija, afortunadamente, están perfectamente.
Por azares del destino, por lo bien que esta España está montada (lo curioso es que quienes más protestan son los que menos deberían hacerlo, y quienes callamos somos los que más motivos tenemos, pero esto no viene al caso), tuve que mudarme 200 kilómetros, desde mi Valladolid natal hasta Madrid, para buscarme las castañas. Eso sucedió hace ya bastantes años.
Pero el que tenga que residir donde lo hago no supone que haya cambiado mis sentimientos, ni mi identidad. Nací vallisoletano, sí, muy orgulloso castellano. Pero también nací, y moriré, bético. Sin haber tenido jamás más vínculo con Sevilla que aquel que tiene todo aquel que la visita, que es un profundo amor a primera vista ante tanta maravilla. No tengo, como algunos sabéis, lazos familiares con Sevilla.
Y exactamente lo mismo va a suceder con la pequeña recién nacida. Será bética porque su padre le va a enseñar lo que es el Manquepierda. Va a aprender que en la vida no importa las veces que caigas, sino las que te levantas. Va a aprender que el odio no tiene cabida, sólo la alegría. Va a aprender que en esta vida sólo el máximo esfuerzo te garantiza resultados. Va a aprender que la mediocridad no tiene sitio. Va a aprender que tiene una familia enorme con quien compartirá estos valores.
Va a sentirse orgullosa de haber crecido entre esos valores, tan escasos por desgracia en la actualidad.
Por eso os anuncio exultante. Ya no somos un millón, somos un millón más una.
No decepcionemos a quienes nos tienen como modelo. Ellos serán lo que ven.
Mucho Betis
Fdo: un papá muy feliz
Inicio este post para compartir con quien considero mi segunda familia, que sois vosotros, una buena noticia para mí en lo personal, que da un poco de luz en estos momentos tan necesitados de ello.
Es un honor anunciar que ayer nació mi primera hija, que ha visto la luz en Madrid. Tanto madre como hija, afortunadamente, están perfectamente.
Por azares del destino, por lo bien que esta España está montada (lo curioso es que quienes más protestan son los que menos deberían hacerlo, y quienes callamos somos los que más motivos tenemos, pero esto no viene al caso), tuve que mudarme 200 kilómetros, desde mi Valladolid natal hasta Madrid, para buscarme las castañas. Eso sucedió hace ya bastantes años.
Pero el que tenga que residir donde lo hago no supone que haya cambiado mis sentimientos, ni mi identidad. Nací vallisoletano, sí, muy orgulloso castellano. Pero también nací, y moriré, bético. Sin haber tenido jamás más vínculo con Sevilla que aquel que tiene todo aquel que la visita, que es un profundo amor a primera vista ante tanta maravilla. No tengo, como algunos sabéis, lazos familiares con Sevilla.
Y exactamente lo mismo va a suceder con la pequeña recién nacida. Será bética porque su padre le va a enseñar lo que es el Manquepierda. Va a aprender que en la vida no importa las veces que caigas, sino las que te levantas. Va a aprender que el odio no tiene cabida, sólo la alegría. Va a aprender que en esta vida sólo el máximo esfuerzo te garantiza resultados. Va a aprender que la mediocridad no tiene sitio. Va a aprender que tiene una familia enorme con quien compartirá estos valores.
Va a sentirse orgullosa de haber crecido entre esos valores, tan escasos por desgracia en la actualidad.
Por eso os anuncio exultante. Ya no somos un millón, somos un millón más una.
No decepcionemos a quienes nos tienen como modelo. Ellos serán lo que ven.
Mucho Betis
Fdo: un papá muy feliz
Comentario