No en vano, a Víctor Sánchez del Amo le dio un ataque de entrenador de esos que tan mal suelen sentar por Heliópolis, revolucionando por completo el once inicial y dejando en el banquillo a futbolistas tan importantes como Ceballos o Durmisi. Incluso, Rubén Castro se quedó en tierras hispalenses, encomendándose así el técnico a un 'Plan B' que hasta el momento ni siquiera parecía existir en la escuadra de las trece barras.
Es más, el primer tiempo en tierras costasoleñas pareció corroborar esa idea, con un Betis que no pasaba del centro del campo, al que le costaba horrores sacar el balón jugado desde atrás y que, para colmo, se autoinmolaba con un error garrafal de Tosca que Fornals aprovechó para poner el 1-0 en el marcador. Todo lo que podía salir mal así lo hacía. El único consuelo, que en el banquillo esta vez sí había alternativas de las que poder tirar para cambiar las cosas.
La principal, Ceballos, que salió tras el descanso y volvió a echarse el equipo a la espalda. Su entrada en escena revolucionó a los verdiblancos, aportando criterio a la medular y haciendo mejores a Brasanac y Jonas, de cuya sociedad nació el 1-1. A partir de ahí, todo fue más fácil para los de La Palmera, que por medio de Sanabria no hicieron ascos al fallo de Demichelis para completar la remontada.
Cierto es que el arreón final del Málaga generó nervios en la afición, que, en cualquier caso, estalló de alegría cuando el colegiado pitó el final del partido. No era para menos, se habían sumado tres puntos claves de cara a lo que queda de campeonato y que, de paso, son los primeros que se logran fuera de casa desde que llegó Víctor al banquillo.
Con todo ello, el experimento del míster salió bien, recuperando efectivos para la causa (Brasanac, Jonas, Sanabria o Rafa Navarro) y permitiendo que varias piezas claves recuperasen energías de cara a los tres partidos que le quedan por disputar al Betis en la próxima semana y media. Un paso adelante que no hace olvidar lo ocurrido frente al Granada o en el derbi, pero que sirve para ir sanando heridas.
Para que estas cicatricen por completo, será necesario darle continuidad al tratamiento contra la Real Sociedad, el Deportivo y, puestos a soñar, también el Real Madrid. Duelos en los que estará en juego el último billete con destino a esa parte alta de la tabla que se quería asaltar esta temporada y que tan lejos ha estado hasta ahora. Un objetivo que se ha resistido desde agosto y que muchos dábamos por imposible. El tiempo dirá si es un auténtico punto de inflexión o sólo un nuevo oasis en mitad del desierto.