Un proyecto que cada año busca acercar al Betis a colegios y colectivos de la más variada procedencia y formación para que se enganchen a este sentimiento, para, en muchos casos, pisar por primera vez la queserá ya su casa para siempre, El Villamarín.
Es una labor dura por lo que cuesta conseguir esos abonos infantiles que cada vez están más difíciles. Este año, con inconvenientes de muchos tipos, incluso la peña ha comprado abonos y ha buscado más a partir de rifas para conseguir un mínimo que nos permita seguir con el sueño de abrir las puertas del Villamarína más y más niños.
Pero hay un obstáculo con el que siempre se ha topado la iniciativa, son los horarios draconianos que durante nuestra etapa en primera división nos han impuesto desde la caja registradora de la LFP. Ese ente antifútbol, que busca el céntimo de euro sacrificando al aficionado para poner partidos los viernes y los lunes a veces hasta las 11 de la noche, ha sido un veneno para la asistencia de nuevas generaciones a los estadios.
La segunda división ha relajado el hambre de la LFP para con nuestro Betis. Y aunque desgraciadamente estamos en segunda, los horarios que ahora nos permiten, de 12 de la mañana y de media tarde han revolucionado las peticiones de asistencia al campo de niños con los abonos infantiles de nuestra peña. Tristes por estar en segunda, felices por la respuesta, cada partido veremos una nueva manchita verde de niños en las gradas gracias al trabajo de los peñistas de Betisweb.
Un trabajo que llevan haciendo desde hace ocho años y que esperan seguir haciendo muchos más sólo por ver a un niño feliz de ver el césped de La Palmera.
Y los cajeros indignos de la LFP que sigan exprimiendo nuestros sentimientos para mercadear con ellos. Que un día se encontrarán que el fútbol, como lo entendemos los aficionados, les dará la espalda.
Juan Carlos Pérez