Ya lo dijo Pepe Mel: “El que no entre en la dinámica del grupo, aquí no va a jugar”. El míster demostró ayer que no sólo sabe hablar sino que también sabe actuar. Y es que al entrenador del Real Betis Balompié no le tembló el pulso a la hora de alinear a un once con tan sólo 4 caras conocidas de la temporada pasada: Goitia, Nacho, Caffa e Iriney.

Lo cierto es que las nuevas incorporaciones no nos defraudaron, o por lo menos a mí. De hecho, nombres y hombres como Salva Sevilla, Jorge Molina e incluso el tan criticado Belenguer me causaron una grata impresión. Al fin pudimos ver a un equipo con ganas de ganar y de luchar por las trece barras. Aunque de lucha por estos colores saben muchos los canteranos que ayer tuvieron la oportunidad de brillar. Quizás fue Isidoro el que más decepcionó pero seguro que en ocasiones venideras este chico dejará patente que es preferible el canterano a esas “estrellitas” que no están implicados y no quieren jugar en el Real Betis Balompié. Pues si no quieren, puerta y que sean felices.

Aún con el abultado y merecido marcador muchos béticos tienen la sensación de que falta algo…sí, yo estoy totalmente de acuerdo: falta fondo de armario. Pero tenemos que pensar que la enfermería está llena de jugadores con calidad como Arzu que demostró ser el año pasado de los pocos que estaban comprometidos con la causa. Pero es que además está Juande que ha realizado una buena pretemporada; Cañitas, que está sediento de triunfo; Rodri, Pereira y hasta el recién incorporado Roversio. Es decir, que hay fondo aunque también alguna que otra necesidad como la de la parte ofensiva.

Sea lo que sea lo que sí tiene el Betis es que ponerse las pilas pues el tiempo para fichar y dar salida se agota, y aunque el partido de ayer nos dejara un sabor muy dulce y una esperanza renovada, hace falta que los que no quieran jugar en el Betis se vayan y vengan más hombres que nombres.