La devoción rociera de Gines se inicia a fines del siglo XIX, por influencia de la creación de la Hermandad de Umbrete en 1814, que contagió a Gines y a todo el centro del Aljarafe de su rocierismo. Las fuentes orales de la villa de Gines narran el hecho de que muchas familias de la localidad se unían a la Hermandad de Umbrete con sus propias carretas para hacer de manera colectiva la peregrinación anual a la Aldea del Rocío. Sin embargo, estas primeras andaduras por las tierras rocieras no llegaron a cuajar en Gines hasta bien entrado el presente siglo, el 30 de abril de 1928, fecha de la fundación de la Hermandad, a iniciativas de doña María Martín de Suárez, secundada por un numeroso grupo de devotos.
Constituida la Hermandad, prontamente se elaboraron las Reglas para su buen modo de gobierno y se aprobaron el 29 de septiembre de 1929; en esta tarea fue muy valiosa y meritoria la colaboración de don Manuel Piñal. Y sus primeros cultos estuvieron dirigidos por el célebre predicador de la época, fray Diego de Valencina.
La primera Romería la hizo en el mismo año de su fundación, en 1928, siendo amadrinada por la Hermandad de Triana.
A partir de aquí comienza la antigua devoción del pueblo de Gines hacia Nuestra Señora del Rocío a enraizarse en la villa, a través de un lento proceso de expansión. En una primera etapa que puede abarcar los veinticinco años siguientes a su creación en Hermandad no pasa de ser ésta una modesta y casi familiar corporación rociera, que aún no había prendido de lleno en todo el pueblo. Por esas fechas no contaba la Hermandad con casa en el Rocío.
El primer estandarte o Simpecado fue confeccionado por las monjas del convento de Santa Ana de Sevilla, en 1928, en tejido de color claro, con un sencillo bordado, formando guirnalda en derredor de la estampa de la Virgen. En sus formas se atiene al modelo antiguo tradicional, como el Simpecado de la Hermandad de Villamanrique del siglo XVI. La pintura de la Virgen fue realizada por Jerónimo Losada de la Torre, a la sazón Hermano Mayor, quien hizo una interpretación delicada de la Virgen, cuya figura luce sus primitivas ráfagas de punta.
Posteriormente, esta estampa se pasó a un nuevo Simpecado, en tono de color oscuro y distinta forma, y en la actualidad está colocada en el techo del palio del “paso” de la Virgen de los Dolores de esta localidad.
La primitiva carreta del Simpecado se construyó en la Hacienda de Santa Rosalía, propiedad de la fundadora, por el ebanista de Bormujos, Cansino. Consistía en un pequeño templete de madera, de seis columnas lisas y techo de bóveda de cañón. Su frontispicio remataba con escudo del que pendían unas graciosas guirnaldas, a modo de cortinillas.
En los difíciles años treinta, por razones de seguridad, se conducía discretamente el Simpecado desde Gines al Rocío en automóvil, para la Romería. Y se acampaba frente a la casa de la Hermandad de Triana, junto a la ermita.
En el aspecto normativo de la Hermandad de Gines, en septiembre de 1940 fue dotada de unas nuevas Reglas por la autoridad eclesiástica competente, que rigieron la Hermandad durante treinta y cinco años. El 29 de septiembre de 1975 fueron aprobadas las Reglas actuales, que se hallan en proceso de revisión, según las directrices del Secretario Diocesano de Hermandades y Cofradías de Sevilla.
En 1953, se construye una nueva carreta para el Simpecado, por estar en mal estado la anterior, en la que se introducen diversas modificaciones como el torneado de las columnas, que antes eran lisas, y el cambio del estilo de la bóveda del templete. Finalmente, en abril de 1967 se realiza felizmente la construcción de un nuevo techo de plata, obra del orfebre don José Jiménez Jiménez, decorado interiormente con casetones, para la carreta. Su bendición se hizo el último día de los cultos rocieros, oficiando la ceremonia el entonces obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Cirarda Lachiondo. Este mismo año se inician los trabajos de orfebrería de las columnas de plata de la carreta, que se estrenan en la Romería de 1968.
La confección del actual Simpecado de la Hermandad de Gines, en 1960, se encargó a las monjas jerónimas del monasterio de Santa Paula de Sevilla, quienes realizaron un original bordado geométrico con motivos florales. En su conjunto, la forma del Simpecado revuerda la del antiguo y primero que tuvo la Hermandad. En su centro aparece la Virgen del Rocío, en relieve, y en sus puntas inferiores hay dos pequeños óvalos con escudos. La vara de plata que lo sostiene remata en una paloma, que sustituye así a la cruz como remate tradicional. Se estrenó y fue a la Romería en 1962.
Durante el año el Simpecado recibe el culto en la ermita de Santa Rosalía, edificio de 1725. Para los días de la novena se traslada a la iglesia parroquial.
En 1964 se troquelan las primeras medallas propias de la Hermandad del Rocío de Gines.
La Hermandad se localiza en el Rocío en la Plaza Mayor, anteriormente llamada Eucaliptal, en donde está situada la Casa-Hermandad de Gines, contigua al antiguo camino de los Llanos. Este edificio tiene su origen en la compra de un solar de setecientos metros cuadrados en el año 1955, por una Comisión, nombrada al efecto el 10 de agosto de dicho año. En la Romería de 1956 ya se albergaron allí los romeros.
El camino seguido por la Hermandad de Gines para ir al Rocío se inicia el miércoles santo de Pentecostés, sobre las diez de la mañana, con la Misa de Romeros; partiendo de la parroquia por la carretera de Marchaloma, Bormujos y Bollullos de la Mitación hasta la Hacienda de Gelo, donde pernocta. El jueves, al amanecer se prepara para continuar la marcha hasta el río Quema a través del camino forestal, siguiendo por Banco para pasar la noche en La Cigüeña. A la mañana siguiente parte de La Cigüeña al Palacio del Rey, y tras sestear, sigue hasta el Rocío, donde arriba sobre las nueve de la noche. El sábado realiza su entrada oficial en el desfile de presentación ante la Blanca Paloma, en el décimoquinto lugar que le corresponde. A la vuelta de la Romería hace el mismo itinerario a la inversa, llegando a la población donde está establecida el miércoles, a las diez de la noche.
Los momentos claves durante la Romería para esta Hermandd son principalmente la presentación ante la ermita, la procesión del Santo Rosario de la noche del domingo y la llegada de la Virgen en su recorrido por la aldea el lunes de Pentecostés. También son muy significativos los encuentros y vivencias espirituales en el camino y los constantes actos de culto y celebraciones litúrgicas durante su estancia en la aldea.
Entre los cultos que celebra la Hermandad a lo largo del año destacan la solemnísima Novena en la parroquia , antes de la Romería; el Triduo en la ermita de Santa Rosalía los días 12, 13 y 14 agosto; el funeral por los Hermanos difuntos, en el mes de noviembre; Misas en Santa Rosalía todos los últimos viernes de cada mes; peregrinaciones al Rocío los días 18 de julio y 8 de diciembre, partiendo de Villamanrique a pie, norma que ha impuesto Gines para hacer varias leguas de camino andando todos los romeros y que han seguido otras muchas Hermandades.
Como datos relevantes en la historia de esta Hermandad merecen mención especial el haber amadrinado a las Hermandades de Villanueva del Ariscal, en 1972, a la de Bormujos, en 1975, y a la de Las Palmas de Gran Canarias, en 1977. Así también la erección de un monumento a la Virgen, reproducida en cerámica sevillana, en la plaza de Santa Rosalía, bendecido el 15 de enero de 1978 por el entonces obispo auxiliar de Sevilla, don Rafael Bellido Caro, con motivo del cincuentenario de la fundación de la Hermandad.
Gines, y su Hermandad del Rocío, han aportado a la Fiesta y Romería un continuo y lírico cantar a la Virgen, constituyendo esta villa “una cuna, semillero y escuela del mejor folklore rociero”.
Los más importantes grupos y coros de esta localidad son : Los Amigos de Gines, Los Panaderos, el Coro Parroquial y Los Pastorcitos de Gines.
En las letras de sus muchas sevillanas se han cantado los misterios del Rosario, la historia de la Hermandad, las peripecias del camino y otros muchos aspectos de la Romería.
Como muestra del sentimiento rociero y de la profunda devoción del pueblo de Gines a la Pastora de las Marismas valga esta sevillana de A. García Barbeito en la que quedan perfectamente recogidos:
[CENTER]“Hace eco en la alameda
la salve que canta un pueblo.
Deja paso el Anjolí
a la fe del rociero.
Y se abre la Rocina.
¡Qué viene buscando Gines
a la Pastora Divina!”[/CENTER]
Anuncio
Colapsar
No hay anuncio todavía.
Hermandad de nuestra señora del rocío de gines
Colapsar
Adaptable Foro
Colapsar
Adaptable footer
Colapsar