Sería justo que la última crónica de la liga regular de segunda división de la LNFS de esta temporada sea para la afición del Real Betis FS.
Dicen que las mejores y más bellas cosas en el mundo no se pueden ver, ni siquiera tocar, deben sentirse con el corazón, y eso debe notar el aficionado verdiblanco cuando acude a animar de principio a fin a su equipo en el 40 x 20.
En un momento en que parte del beticismo se ve inmerso en luchas absurdas por intentar demostrar quien lleva a gala el escudo, un grupo de cruzados llevan su particular batalla defendiendo el verdadero espíritu verdiblanco, sus colores, el respeto hacia el rival y el apoyo incondicional a su equipo.
La comunión pura entre afición y jugadores de esta sección de futbol sala es digna de alabanza, el respeto y admiración por el rival durante y al término de cada encuentro, presenciar el abrazo de jugadores rivales con estos aficionados es digno de mencionar, el verdadero sentimiento verdiblanco que mamamos de nuestros padres y que está en riesgo de perderse por rencillas personales lo recogen estos seguidores leales.
No voy a decir nombres, tampoco hace falta porque nunca han buscado reconocimiento solo viven por y para el Betis sea la disciplina que sea.
Hay un embrión en el mundo del futbol sala que se llama “La marea verdiblanca” que empieza a acercarse a las costas de 1ª división y que tarde o temprano inundara todo el panorama nacional de este maravilloso deporte.
¡Gracias Afición!