Entrenador Rubi

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    Nacionalidad
    espEspaña
    Equipo Actual
    Real Betis, UD Almería
    Equipos anteriores
    RCD Espanyol, Real Betis
    Cumpleaños
    jueves, 05/02/1970
    Edad
    54

    Desde que se paseó por las divisiones inferiores catalanas hasta que consiguió su primera oportunidad en Primera de la mano del Levante, Rubi ha sufrido una evolución y aprendizaje constante en los que ha ido creciendo como entrenador, a pesar de que su estilo metódico nunca tuvo un proyecto de cierta continuidad en el que poder desarrollar una idea. Eso sí, sus aventuras en Orriols y El Molinón dejaron en sus equipos dos señas de identidad claras: valentía y mano de entrenador. Algo que no les valió para mantener en la categoría a dos conjuntos con pocos recursos.

    En Huesca tuvo su primera oportunidad seria de dirigir a un equipo desde la pretemporada. Los oscenses eran un conjunto cuyo objetivo temporada tras temporada era mantener la categoría, tanto por historia como por presupuesto. Pero el carácter ganador de Rubi quedó marcado desde su llegada, cuando a su presentación con los jugadores les indicó que el objetivo era el ascenso. Y cumplió, porque su equipo hizo de El Alcoraz su fortín con un juego vertical y ofensivo, aunque sin renunciar a otros recursos como la salida en largo y la estrategia.

    Pero Rubi quería más, por eso, en vez de afrontar la primera aventura del Huesca en la máxima categoría, aceptó la oferta del Espanyol. En Cornellà, el técnico catalán adaptó su estilo a los jugadores con los que contaba y los potenció de forma notable. Borja Iglesias, con sus 17 tantos, ha sido el gran referente de un equipo en el que Hermoso, Melendo y Marc Roca han sido otros de los protagonistas de la temporada de los periquitos. Estos nombres adquieren especial relevancia, ya que la confianza en los más jóvenes ha sido fundamental para la consecución de sus objetivos.

    No obstante, Rubi ha tenido que superar situaciones muy difíciles para cualquier técnico. Ya en Huesca tuvo que levantar una racha de ocho partidos seguidos sin ganar que le alejaron del ascenso a dos meses de terminar la temporada y otra racha en el Espanyol con una victoria en diez partidos que a punto estuvo de costarle el puesto. Una regularidad que debe seguir buscando ya que, en plazas complicadas como el Villamarín, quizás no tengan un desenlace tan feliz como en sus dos aventuras anteriores.